Mabel llegó corriendo a casa luego de un largo y tedioso día de clases dispuesta a bajar la tensión de su cuerpo haciendo alguna locura junto a su gemelo, pero al entrar en la habitación que ambos compartían notó que algo no andaba bien con su hermano.
—Dipper —lo llamó.
El muchacho se sobresalto y pronto cambio de postura y expresión fingiendo estar despreocupado únicamente interesado en terminar sus tareas del colegio.
—Hola Mabel, no te oí llegar —dijo riendo nerviosamente.
—¿Qué tienes Dipper? —preguntó la chica acercándose a él.
—Nada de lo que debas preocuparte.
La joven lo miró, luego desvió la mirada hacia su escritorio y pudo ver entre sus textos de estudios algunos garabatos que muy bien sabía a qué pertenecían.
—Debes dejar de pensar en Gravity Falls —dijo ella mirándolo preocupada—, sé que pasamos el verano más increíble de todos y que dejamos a varias personas atrás, pero volveremos a ir el verano que viene.
—Lo sé Mabel pero... —el muchacho soltó un largo suspiro—, me preocupa, tengo la sensación de que dejamos algo sin hacer, que algo quedó incompleto y que todos podrían volver a correr peligro si no hacemos algo.
—Ese raroarmagedon te dejo paranoico.
—Habló en serio Mabel ¿No te preocupa que algo les pase a Soos, Wendy y los demás? Ahora que no están el tío Stan y el tío Ford no hay nadie que pueda protegerlos si ocurre algo.
—Tienes que relajarte Dipper o vas a lograr que yo también me preocupe.
—Mejor vete a jugar con tus amigas, no pretendo que compartas mis preocupaciones, sabes que la mitad de las veces me equivoco.
Ella lo miró indecisa pero finalmente se marchó, dejando a su hermano sumido en sus pensamientos.
El pequeño castaño sólo podía pensar y pensar en todas las cosas malas que podrían ocurrir y todo aquello había comenzado el día anterior tras despertar de una pesadilla en la cual veía a su querida hermana siendo engullida por aquella grieta dimensional que en el pasado había atrapado al tío Ford, pero no sólo eso, Bill también estaba ahí.
A pesar de que había estado todo el día con los pelos de punta se dijo que sólo era una pesadilla, pero la noche siguiente soñó exactamente lo mismo y el miedo se había alojado en lo más profundo de su alma.
Finalmente se rindió, era mejor ir a ver y estar equivocado a no hacer nada y que ella sufriera un trágico destino.
Sin dudar tomó su teléfono y marcó de memoria el número de su tío. Tuvo que llamar tres veces antes de que le respondiera.
—Hola Dipper, me llamas en un mal momento —dijo Ford mientras Stan gritaba algo un poco más lejos.
—Tío Ford, tenemos que regresar a Gravity Falls —dijo el muchacho sin dar rodeos.
—Espera ¿Qué? —de pronto pareció que lo que estaba haciendo antes no tenía importancia— ¿Qué te hace querer regresar tan de pronto?
—Desde ayer he soñado con algo horrible, es una especie de premonición y una de mis personas más queridas está implicada. Espero estar equivocado pero necesito tu apoyo sólo en el caso de que tenga razón.
El anciano se quedó en silencio por un tiempo, siendo audible únicamente los gritos furiosos de Stan.
—Estaremos allá en tres días —dijo por fin—, sólo espero que estés equivocado Dipper, por el bien de todos.
Y sin decir más colgó.
El castaño, sin embargo, estaba lejos de sentirse tranquilo.
Tres días más tarde bajaba sus maletas del bus que lo había llevado a Gravity Falls, observando con nostalgia aquel olvidado pueblo, pero el sentimiento no le duró mucho puesto que Pato cayó sobre él lanzándolo al suelo mientras Mabel gritaba eufórica y feliz por haber regresado.
—Calmate Mabel, sólo vinimos por unos días, aún hay que ir al colegio —le recordó Dipper mientras apartaba al cerdo.
—No seas un aguafiestas —dijo ella jalandolo por el brazo—, hay que ir a la Cabaña del Misterio y saludar a Soos.
Y sin que el muchacho pudiera decir algo más fue arrastrado por su hermana hasta llegar a la muy querida cabaña, pero en el momento en el que iba a abrir la puerta alguien se le adelantó desde adentro, dejando ver a una chica de cabello castaño de unos veinte años que llevaba los mismos ojos que el par.
—¡Elizabeth! —gritó Mabel antes de saltar hacia ella para abrazarla.
—Mabel, ya estás algo grande para esto, ya no soy capaz de alzarte como antes —dijo la muchacha sonriendole y abrazandola.
Dipper en cambio no pudo reaccionar inmediatamente. Claramente estaba feliz de volver a ver a Elizabeth luego de tantos años, pero era a ella a quien menos quería ver en Gravity Falls.
—¡Chicos! —gritó Soos al verlos sin poder evitar correr hacia los gemelos y abrazarlos—, no se imaginan lo mucho que los he extrañado.
—Sólo han sido tres meses —rió Dipper olvidándose por un momento de su conflicto interno.
—Ella es Elizabeth, ha estado trabajando en la Cabaña desde que se fueron —dijo el hombre.
—Sabemos quien es —dijo Mabel riendo, sabiendo que Soos se sorprendería cuando le revelara la razón.
—¿Se conocen? —preguntó confundido.
—Claro —dijo Dipper abrazando a la chica, cosa que Mabel imito—, Soos, te presento a Elizabeth Pines, nuestra hermana mayor.
La expresión que puso el mayor fue tal y como los gemelos imaginaron y en poco tiempo estaba riendo mientras el pobre de Soos miraba a Elizabeth y luego a los gemelos queriendo entender todo de una vez.
—¿Cuándo pensabas decirme? —preguntó Soos finalmente dirigiéndose a la mayor de los Pines.
—No veía la necesidad — dijo ella acogiéndose de hombros para luego mirar a los niños—. Stan y Ford llegaron hace poco, deberían ir a saludarlos.
—Claro que si —sonrió Mabel adelantándose.
—Valla, justo a quien menos quería ver —dijo un muchacho alto y delgado desde un sillón de la casa.
—Espera un segundo —murmuró Dipper—, esa voz...
—Está vez me encargaré personalmente de eliminarte Pino.
—¡Bill!
ESTÁS LEYENDO
No te necesito
FanfictionSi no has terminado de ver la serie, por favor no leas, esto contendrá spoilers y ese tipo de cosas. ~~~ Luego de que el Raromagedon acabara, las cosas en Gravity Falls volvieron a la normalidad tan pronto que incluso llegaba a parecer que todo lo o...