Dipper instantáneamente dio un paso atrás poniéndose a la defensiva. Incluso si quien tenía delante era aparentemente humano él sabía que era Bill, no por nada era el rey de los engaños.
Ya había alcanzado una escoba dispuesto a usarla como arma cuando vio a su hermana mayor tomar un rociador de agua con el que atacó a Bill quien ahora le gruñia a ella como si de un gato se tratara.
—Te he dicho que no hagas eso pedazo de... —comenzó a hablar Bill.
—Y yo te he dicho hasta el cansancio que dejes de amenazar a todos con la destrucción total y esas cosas ridículas —dijo Elizabeth poniendo los brazos en jarra—, se supone que eres un adulto, deberías ser capaz de entender lo que te digo.
—Tu, maldita... ¡Ah! Te odio —dijo decidiendo guardar su enojo para si mismo.
—Si, si, como digas —dijo la joven ya dispuesta a dejar esa habitación atrás.
—Elizabeth espera —la llamo Dipper en estado de alerta— ¿Conoces a Bill? ¿Por qué él está aquí? ¿Cuánto lleva aquí? ¿A caso él...?
—Shh, tranquilo Dipper —dijo ella poniendo su dedo índice en los labios del chico—, no tienes que preocuparte por ese ser. Al parecer tras los eventos ocurridos antes de que se marcharán de Gravity Falls Bill perdió casi todos sus poderes y quedó atrapado en un cuerpo humano como el tuyo o el mío. Es cierto que aún conserva algo de su poder pero es poco y limitado, no lo usará en nuestra contra o definitivamente perderá su esencia sin habernos hecho nada.
—¿Cómo es que sabes todo esto? —preguntó Dipper— ¿En donde has estado estos últimos tres años Elly?
—Bueno... supongo que no tomé un camino muy diferente del tío Ford aunque mi cerebro no es tan genial como el suyo. Me tomó algo más de tiempo llegar aquí y unir todos los cabos sueltos. Ustedes han dado una dura pelea, no es necesario decir que estoy realmente muy orgullosa de ustedes dos.
Dipper apartó la mirada un poco sonrojado. En el pasado las veces que su hermana había dicho algo así eran contadas con los dedos de una sola mano y de alguna manera ella siempre fue su ejemplo a seguir.
—Dejando eso de lado, Elizabeth, hay una gran posibilidad de que corras peligro, debes dejar Gravity Falls.
—Sería genial salir de este pueblo al menos por un día pero... no puedo.
—Pero Elizabeth...
—Ya lo intenté Dipp, quería regresar a mi pequeño laboratorio pero Gravity Falls me lo impide.
—Espera un segundo ¿De qué estás hablando?
—Supongo que llegué en el momento menos indicado —dijo la joven arremangando su camisa, dejando ver varias líneas doradas que Dipper bien conocía recorriendo su piel como un tatuaje—, la magia de Bill rebotó en mi y de algún modo existe en mi parte de su esencia. Dipper, no puedo dejar Garvity Falls.
—Espera un momento Elly, eso es imposible... —dijo el muchacho entrando en pánico.
—Tranquilo, respira, sabes que esto no es el fin del mundo, podremos encontrar la manera de remediarlo pero para eso necesito tu apoyo y el del tío Ford.
El muchacho la miró preocupado pero ella sólo le sonrió y revolvió un poco su cabello para luego ir en busca de sus tíos.
—Me encargaré de destruirte Pino —dijo Bill desde su sillón.
Dipper se estremeció, le dirigió una mirada de reojo sin poder ocultar su preocupación, luego siguió a su hermana para encontrarse con el resto de su querida familia
El chico compartió sus inquietudes con Ford quien ahora estaba en total acuerdo con él, de modo que entre ambos decidieron comenzar una investigación para lograr sacar a Elizabeth de ahí sin dejar libre a Bill ni a las rarezas del pueblo.
Por otro lado Stan pasaba de alegrarse por el trabajo que había hecho Soos hasta el momento a furia tras enterarse de que Bill no sólo estaba en SU cabaña, sino que además se encontraba en SU sillón.
—Técnicamente es del tío Ford —dijo Mabel.
—¡Fui yo quien compró esa porquería y no pienso dejar que un maldito triángulo asesino con complejo de humano descanse en él! —gritó dispuesto a golpear al muchacho de rubia melena.
Bill lo miró un momento, luego apareció una sonrisa terrorífica en su rostro y alzó un poco su mano, la cual después fue cubierta por llamas azules.
—Ven e intenta sacarme de aquí estupido anciano —dijo con cinismo.
—Llamaré a Elizabeth —dijo Mabel.
—Hey, alto ahí mocosa, a esa arpía no la quiero aquí —dijo inmediatamente.
—Y yo no te quiero en mi propiedad —dijo Stan cada vez más molesto.
—Tendrás que buscar otro lugar porque no me moveré de aquí —dijo Bill para luego ignorar al anciano.
—Tú lo pediste — dijo Stan dispuesto a golpearlo.
Bill rápidamente entró en postura de pelea, pero su piel se erizó al ver a Elizabeth sujetar con dulzura la mano del anciano, logrando detenerlo sin esfuerzo.
—Tío Stan, no caigas en las provocaciones de este chico inmaduro, eres mejor que esto —dijo sonriendole con simpatía.
—Pero mi... —reclamó inmediatamente.
—Bill ya se iba de todos modos, no te preocupes —dijo ahora mirando al rubio quien pese a sentir como su señal de alerta se encendía decidió dejar hablar a su orgullo.
—Yo no he dicho que quiera irme —dijo adoptando una postura rebelde.
—Igualmente lo harás —dijo la joven acercándose a él—, sabes que debes comportarte si no quieres un castigo como el de la última vez.
Bill sintió como su cuerpo se estremeció y sin decir nada se levantó y se fue de ahí. Acababa de conocer lo que era el miedo y no le gustaba en lo absoluto, sobre todo si este era producido por una chica que ni siquiera tendría un céntimo de su edad.
—Realmente odio a todos los Pines —se quejó deseando tener sus poderes de regreso y destruir aquella molesta y horrible Cabaña que tantos problemas le había generado.
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No te necesito
FanfictionSi no has terminado de ver la serie, por favor no leas, esto contendrá spoilers y ese tipo de cosas. ~~~ Luego de que el Raromagedon acabara, las cosas en Gravity Falls volvieron a la normalidad tan pronto que incluso llegaba a parecer que todo lo o...