Realidades Difusas [Terminada]

Ocho

Hace 4 meses

—Hablo en serio —digo firmemente—. Haru no simplemente esta enferma, no es ella.

—Estas exagerado Amaia, simplemente ella ya no quiere joder a nadie y para su desgracia está siendo humillada a cambio —declara Mikeyla mientras vemos a los demás correr hacia el comedor.

—Es más que eso —insisto— ¿Acaso no viste el mensaje que te envié? Antes las tres éramos perfectas, un grandioso equipo y de pronto ella desaparece y cuando vuelve, nos mira como si no supiera quienes somos, estoy segura de que no solo desapareció, está muerta, mama me dio los documentos del hospital, la persona con la que hablas no es Haru, y sospecho quién es el responsable —le doy los resultados del hospital comprobando que esta chica es falsa.

—Esto es una afirmación muy grave Amaia, incluso para nosotros —responde leyéndolos.

—Puedes no creerme, pero yo solucionare esto con mis propias manos —respondo enojada, quitándole los documentos mientras hago ademan de irme.

—Tonta, te apoyare, no puedes culparme de comprobar lo detalles —dice con una media sonrisa—. Ya sea que venguemos una muerte o nos desquitemos por su cambio, cualquiera me sirve.

Me giro sobre mi propio eje y le sonrió cínicamente.

Narra Haru

No lo volteo a mirar y me limito a negar reiteradamente que lo olvide.

— Es solo una expresión Zack —miento encogiéndome de hombros—. Olvídalo.

Un vértigo horrible me hace tambalearme en mi lugar, percibo una mano cálida sobre la mía, me giro donde esta Zack acostado. Sus ojos con heterocromia parecen perder la figura de la pupila, extendiéndose el color de ellos, aprieta mi mano otra vez, pero en esta ocasión lo percibo con claridad aun cuando nunca ha sucedido así.

Está provocando que mi mente se traslade a ese lugar llamado Jazleit, a esa realidad imaginaria.

— ¿QUÉ HACES? — vocifero de igual modo alarmada.

— Algo sucedió cuando desapareciste en mis brazos, y presiento que solo tú puedes arreglarlo, tienes que hacerlo.

Me retuerzo en la cama, siento miles de punzadas en el cuerpo, el aire se me va y no puedo evitar el grito de dolor que sale desde el fondo de mi garganta.

— ¡HARU! ¿QUÉ SUCEDE? — escucho gritar a mi hermano desde el otro lado de mi puerta, imploro en silencio que no se atreva a entrar, pero lo hace, sus pasos suenan contra el suelo tan deprisa que apenas registro como con fuerza quita el seguro medio puesto.

El dolor es insoportable, vuelvo a retorcerme mientras sollozo una y otra vez.

— Ve..t..e — tartamudeo.

— Lo siento Haru, pero prometo que luego estarás bien — murmura quedamente Zack, quién no ha sido registrado por Carter al entrar.

— ¿Qué sucede Haru? ¡Papa! — grita acercándose a mí.