Nueve

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— ¿Por qué me ayudas? —pregunto desconfiada mirándolo de reojo

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— ¿Por qué me ayudas? —pregunto desconfiada mirándolo de reojo.

Sus manos sostienen el volante con una seguridad sorprendente, toca los botones que necesita sin siquiera tener que mirar si ha elegido el correcto. Me voltea a mirar con un semblante serio, como si estuviera captando porqué se lo he preguntado, se limita a volver a prestar atención a lo que observa enfrente de él.

Suspiro sintiéndome molesta, imito su posición y las preguntas solo se suman, ¿cuánto tiempo ha pasado? ¿cuánto durare en esta realidad?

— ¿Cómo lograste encontrarme? ¿Cómo siquiera saliste de aquí? —preguntó en voz alta, tanto para él como para mí.

—Tú deberías explicármelo, desapareciste frente a mis ojos, te desvaneciste en cuestión de segundos y todo a mí alrededor empezó a detenerse parte por parte —responde con el ceño fruncido, confundido tal vez.

— Tú eres el que desapareció ante mis ojos — reniego—. Aún si yo supiera la respuesta, estaría tan perdida como tú —respondo sincera—. Pero tú si puedes ayudarme a mí.

— ¿Á que te refieres? — pregunta Zack sin dejar de lado que aun sospecha de mis palabras.

—Ayúdame a entender —contesto mientras centro mi atención en su rostro— ¿Quién es el causante de todas esas injusticias?

—Esa pregunta tiene distintas respuestas —presiona un botón pequeño a la vez que me contesta.

—La quiero todas, si es así.

—Todos estos lugares están así por sus mismos habitantes, ellos han provocado tales injusticias, por pura codicia han buscado ser reconocidos ante cualquiera, pero han fracasado y ahora los otros, los que vivían tranquilos están pagando junto con ellos.

— ¿En qué sentido han fracasado, a qué te refieres? —digo sin estar segura si he comprendido bien.

— Han querido ser ellos mismos los que gobiernan, pero obviamente no son los únicos con eso deseos; solo imagínate lo que puedo llegar a causar disputas con supuestos gobernantes.

—Un caos —murmuro como respuesta.

—Ya llegamos —comenta al momento en que siento que descendemos.

La nave es apagada sin hacer mucho alboroto, estamos en una zona abierta cubierta por un césped arruinado, maltratado a simple vista como si le hubieran echado herbicida, pero no nos ubicamos en el centro de ella, sino a un lado casi tocando con la ciudad de la raza de piel verde, que por cierto tampoco me acuerdo cómo se llama.

— ¿Qué planeas? — cuestiono viendo cómo se abre las compuertas.

— Planeo que arregles lo que has causado y si en verdad no sabes, entonces lo descubriremos.

Salgo de la nave inquieta, si yo no sé ni entiendo lo que he hecho, qué pasara cuando Zack se dé cuenta que solo estoy loca, al fin y ha cabo en algún momento despertare y Zack dejara de existir por un tiempo otra vez, este mundo no existirá para mi si solo no lo veo. Estoy tan desventaja en todo esto que no puedo dejar de sentir que esto terminara mal.

Realidades Difusas [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora