Ella.

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La luz entraba fuertemente por la ventana, aún estaba algo aturdido pero ya era hora de despertarse.

Me levanté de la cama y caminé hasta la ventana, mirando el increíble color del cielo.

Un soplo de airé recorrió mis mejillas.

Sun: Aaaaay..

Suspiré

No pude evitar acordarme de Airi y de Yoel, ¿Como les estará yendo? Creo que dentro de un par de semanas era el cumpleaños de Yoel.

Será el primero que no lo pasemos juntos.. Ya les estoy echando de menos y apenas han pasado veinticuatro horas.

Las nubes eran blancas y ligeras, era un cielo bastante distinto al de Kanto, lo tenía bien metido en la mente.
Todos los días salía junto con esos dos..

Voy a hacer una videollamada con ellos ahora mismo.

Mama: ¡Sun! ¡Ven un momento!

Que oportuna.

Mama: Ve a abrir la puerta por favor, creo que han llamado.

La hice caso.

Al abrir la puerta me encontré con lo que sería una de las personas mas influyentes e importantes en mi nueva vida.

Sun: Pro..¿Profesor Kukui?

Kukui: ¡Alola, Sun! ¡Ha pasado un tiempo!

Mama: Vaya Profesor, ¡Le estaba esperando!

Kukui: Me alegro de ver que os estáis instalando bien. ¿Que os esta pareciendo Alola?

Mama: Una maravilla, creo que vamos a ser muy felices aquí.

Kukui: Bien, pues Sun..

Sun: ¿Si?

Kukui: ¿Quieres dar un paseo conmigo? Luego si quieres vamos a ver al Kahuna, a los chavales que le caen bien, les suele regalar un Pokemon.

Sun: ¡¿Enserio?!

Kukui: Jajaja, claro.

Sun: Pero.. ¿Que es un Kahuna?

Kukui: Es el guardían de la isla, el entrenador mas fuerte de la misma.

Sun: ¡Woaah!

Tenía una cara de verdadera emoción y admiración. El término Kahuna me parecía maravilloso para designar al entrenador, como si un líder de gimnasio de Kanto se tratase.

Kukui: Bueno, ¿Te vienes?

Sun: ¡Claro!

Mama: ¡Pasatelo bien! ¡Y no te olvides de pasarte por casa para que pueda ver a tu nuevo "amigo"!

Sun: ¡Claro, Mama! ¡Alola!

El profesor y yo nos fuimos de casa para adentrarnos en las coloridas y refrescantes rutas de Alola.
Me enseñaba todo lo básico que un entrenador debía saber sobre pokemon, como atraparlos y como combatir con los mismos.

Aun todo esto era muy nuevo para mi, nunca había tenido un pokemon sin contar al entrañable Meowth, pero en el fondo se que su verdadera dueña es mi madre.

Por lo que vi también, la gente de Alola era muy amable y con un gran espíritu, no rechazaban un buen combate, y siempre con unas grandes sonrisas en sus rostros.
En cualquier momento, podría romper a llorar de la emoción.

Kukui: Bueno, después de este aluvión de conocimientos varios, ¿Que tal si vamos al Pueblo Lilli?

Sun: ¿Pueblo Lilli?

Kukui: Es donde reside el Kahuna.

Sun: Claro, ¡Vamos!

Tras un agradable paseo, llegamos al pueblo Lilli.

Kukui: Bueno Sun, siento tener que dejarte solo pero tengo que esperar a mi ayudante. Puedes ir buscando al Kahuna si quieres.

Sun: Vale, voy a dar una vuelta por aquí.

Me alejé del profesor para adentrarme en aquella pintoresca plaza del pueblo.

Había en el centro, una especie de zona de combates, aunque no estaba muy seguro.

Por algún capricho del destino, mi mirada se cruzó con el dorado cabello de una joven, que se adentró en una colina.

No imaginaba que el Kahuna, sería una mujer tan joven. Ella tenía un aura bastante distinta que el resto de las personas que había allí.. era una sensación muy extraña.

Sin dudarlo ni un segundo, la seguí para intentar hablar con ella.

Era rápida, no pude seguirla el ritmo como yo me esperaba, iba con bastante prisa por alguna razón y me fue inevitable perderla en la no muy elevada espesura del camino, pero finalmente pude ver una salida; indudable por toda la luz que emanaba de alli.

La luz era muy deslumbrante, apenas podía ver nada de lo que había al otro lado.

Pero lo que sí pude distinguir perfectamente, era el sonido de unos atemorizados sollozos.

No dude en correr hasta ellos.

Se postró ante la imagen de aquella extraña joven, con algunas lagrimas entre sus coloradas mejillas y con pequeños tembleques azotando sus largas y delgadas piernas.

???: P.. Por.. Por favor.. Sal.. Salva.. A..

Apenas podía entenderla entre sus sollozos, pero al ver a un grupo de pokemon salvajes, atacar a lo que parecía otro pokemon en el puente..

Entendí el mensaje.

Salí corriendo al encuentro de aquella criatura, con las palabras de aquella joven aun recorriendo mis pensamientos.

Los intenté apartar con las manos, pero estaban bastante furiosos, utilicé mi propio cuerpo para proteger a aquella criatura y asi llevarme yo los picotazos y arañazos.

Y así fue, me lleve un aluvión de golpes por parte de aquellos Spearow, cuya rabia no tenía explicación.

Entre el soportable doloe que sentia por aquellos ataques empecé a sentir un calor muy intenso, emanar de aquello a lo que estaba protegiendo.

*PEW*

De aquella extraña criatura, emergió un inefable destello en tonos azulados y brillantes que no me hizo ni un solo rasguño, pero que fue capaz de destruir el puente entero.

Todo se volvió muy gris en un instante, no era consciente de que estaba de repente a la deriva de un gran acantilado, pero no solté al pokemon en ningún momento.

Quería protegerlo.

Todo esto no sería en vano.

Mientras caía pude escuchar gritos desesperados de aquella joven, mientras extendía su brazo queriendo alcanzarme.

Aquel instante fue eterno. Pude ver hasta el mas mínimo detalle del rostro y las expresiones que brindaba la joven. La mirada de terror, sus ojos como grandes gemas que parecían manantiales y su cabello dorado como las arenas de un playa aún azotazo por las ráfagas de viento que había generado aquella explosión..

Era extraño pero.. Me sentía feliz..

*KOKO*

¿Que?

¿Que es eso?

De repente sentí mi cuerpo flotar durante unos instantes, un destello me envolvió completamente, y a una velocidad increíble me dejo en la posición de la joven.

Sun *Tos* .. *Tos*...

Escuchaba unos sonidos similares a los que escucharía en cualquier torre de alta tensión..

Que..
Era
Eso..?

CalidezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora