Calidez

Frío.

Ese pequeño pokemon parecía herido.

Rotom: Es muy raro ver a un ejemplar de este pokemon por esta zona Bzz-.

Sun: ¿A sí?

Entonces es como si hubiese estado huyendo de algo..

Sun: ¡No podemos dejarlo aquí! ¡Debemos llevarlo a un centro pokemon inmediatamente!

Intenté recoger al pokemon de alguna manera, pero me respondía con rugidos, gruñidos y mostrando sus afilados dientes.

Rotom: Qué extraño Bzz-
Este tipo de pokemon suelen ser muy amigables con los humanos, es muy querido por los habitantes de Alola.

Sun: Mmmm..

Sin pensarlo, me abalancé sobre el y lo tomé en brazos, algo que irritó al animal y lo demostró con múltiples sacudidas y mordiscos.

Sun: ¡Vamos, Rotom!

Rotom: Eeh..  ¡Si.. voy!

Por suerte el centro pokemon no estaba muy lejos de aquí. Pero el camino fue algo difícil al tener s Rockruff con tanta resistencia.

Tras unos minutos..

Sun: ¡Enfermera necesito su ayuda! ¡Este pokemon esta herido!

La enfermera pudo ver las múltiples heridas que me había hecho, entre rasguños y mordiscos.

No era nada grave, pero en algunas zonas estaba sangrando levemente..

Enfermera: ¡Esta fuera de control! Habrá que sedarlo..

La enfermera sacó una especie de jeringa, y con mi ayuda que estaba conteniendo a la bestia, pudo inyectarsela sin problemas.

Segundos después el pokemon se durmió profundamente.

Enfermera: Vaya.. estas hecho unos zorros. Eres muy valiente.

Sun: Esto no es nada.. ¿Cómo esta Rockruff?

Enfermera: No se preocupe, le haremos los cuidados pertinentes, seguramente va a pasar aquí la noche. Te remendaré esas heridas y te dejaré volver a casa para que descanses.

Sun: Esta bien..

En ese instante alguien entró al centro..

Kukui: ¡¿Sun?! ¡¿Estas bien?! ¡¿Que te ha pasado?!

Sun: Es una larga historia..  jeje

Solté una risita tontorrona, parece que desde fuera se vería mucho más grave de lo que parecía. Sólo eran un par de rasguños y un poco de sangre.

Kukui: Enfermera, se que esta muy ocupada.. ¿Por qué no deja que me encargué yo de el?

Enfermera: Esta bien.. es un alivio contar con personas como tú.

Ambos se miraron con unos ojos rebosantes de amistad. Parece que Kukui era muy querido por todos en Alola.

Tras esa peculiar situación.. Kukui me llevó a su laboratorio para tratarme las heridas y por el camino me pidió que le contase lo ocurrido..

El paseo fue muy agradable y en algunas ocasiones en las que le contaba la historia, soltaba alguna risilla que otra.

Realmente era muy agradable.