Fraternidad.

482 32 7
                                    

La situación era bastante tensa, no queria recordar algo como eso pero.. Lo hice, por ella.

No tengo mucha constancia de todo lo que pasó en aquel entonces. Es extraño pero mi madre tampoco lo recuerda.

En mi se achacado la pérdida de memoria a mi temprana edad y a mi madre, la conmoción de perder a dos seres queridos de una manera tan trágica e inesperada.

Yo desde ese día, pensaba que todo no fue simple y mera casualidad.

Hay algo más, seguro. Es muy raro que no recordemos los nombres de los que fueron unas de las personas más importantes de nuestra vida, ni siquiera la forma en la que murieron.

Lucharé, lucharé por volver a recordar vuestros rostros, y vuestros nombres..

Lylia: Sun, yo.. Siento haberte obligado ha hacerte recordar algo tan doroloroso.. tuvo que ser horrible.

Esta chica sin duda alguna era especial.

Su voz
Sus palabras
Todo era tan puro en ella.

Era tan cálida y tan amable que hasta la última de sus palabras podría calmar a la bestia más feroz.

Lylia: Sun.. aun no estoy preparada para hablar de algunas cosas.. Espero que algún día pueda abrirme a ti.. pero por ahora..

Sun: Te entiendo, y no quiero presionarte. Sólo quiero verte sonreír, yo y todos. Moon, Tilo.. Estoy seguro de que puedes contar con ellos también.

Lylia: Si..

Su voz sonaba mucho más calmada.. Me sentía un poco aliviado. Por el momento no debería entrometerse mucho.

Tras un momento tan emotivo, decidió acompañarme con una sonrisa, decía que hoy me acompañaría ella a mi, en señal de agradecimiento por todo lo que le he demostrado. Sin duda era una chica encantadora.

¿No es todo tan raro?

Un día tienes a una persona..  Y al día siguiente te sientes completamente vacío sin ella.

Sin escuchar sus pasos por el dichoso suelo de la casa, sin escuchar la ternura de su vos, el calor de sus abrazos, la ternura de sus gestos..

Mi hermana era realmente especial para mi.

Estábamos todo el día juntos, éramos simplemente inseparables. Era la chica más tierna que podía existir.

Siempre estábamos riendo, buscando aventuras, explorando hasta el rincón más explorado por el hombre, pero como ella decía.

"Si no lo encuentras tu mismo, no podrías decir que lo conoces"

No es una frase que se deba estudiar en los libros, después de todo era una niña y aún le faltaba mucho vocabulario para poder formular una frase profunda y empatía, pero desde luego es una frase que caló hasta el más mínimo rincón de mi cuerpo.

Su significado es simple. Vive. Lucha. Disfruta. Explora.

Somos los protagonistas de nuestra vida, que no nos cuenten las cosas. Las cosas hay que vivirlas, el alma de una persona se forja a base de experiencias. Para bien y para mal.

Desde ese dia, no puedo dejar de luchar por ella. Por lo que ella fue para mi. Sin duda alguna, es mi fuerza.

Sun: Muchas gracias Lylia, mañana nos vemos.

Lylia: Soy yo quien debería darte las gracias. *Entre susurros* Después de todo.. soy una tonta en pensar sobre ti algo como eso..

Sun: ¿Que?

Lylia: ¡N-nada, nada! ¡Hasta mañana, Sun!

Después de aquellas palabras, entre a mi acogedor y a la vez refrescante hogar, en el que me esperaba mi madre, serena y amable como siempre.

Estaba completamente exhausto después de un día como este, debería dormirme pronto.

Me puse como y me tumbé en la cama pensado en todo lo ocurrido.

Hacia tanto que no me ponía a reflexionar..

Yoel, Airi..

Ellos se llevaban genial con mi hermana, otro incentivo más para dudar de aquella muerte.

Nisiquiera la recuerdan.

¿Es eso normal? ¿Que despues de  la muerte de dos personas no se las recuerden?

Debería dejar de llevarme por todos estos pensamientos conspiranoicos y nocivos. Lo único que hacían era meter el dedo en una herida que ya debería estar cerrada.

Al poco tiempo, me dormí.

Necesitaba descansar.

No sólo estaba cansado físicamente, si no emocionalmente.

Pasaron algunos días, en los que me dediqué a entrenar a mis pokemon.

La verdad es que me lo pasaba en grande, no me podía creer de que por fin mi sueño se halla cumplido.

Desde el día de la conversación de Lylia, me sentía más animado. Tenía muchísimas ganas de comerme Alola y cada rincón de sus islas y sus mares.

Ya había recorrido algunas zonas de Melemele, y estaba simplemente maravillado con el entorno.

En un segundo de admiración, contemple el hermoso cielo que se presentaba ante mis ojos y dije de la forma más sincera que existe:

Gracias.

CalidezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora