Calidez

Ruffi

Todo se volvió mas tenso si había cabida para ello.

Era un pokemon pequeño, era muy fuerte. Le plantaba cara al mismísimo Tapu Koko sin vacilar  y sin sentir ni un solo ápice de miedo en su merudo cuerpo.

Parece que el ambiente influya en su fuerza.

Mire al sol..

Era.. una sensación muy extraña.

Estaba en una posición justa en la que mirarlo directamente no dolía ni dañaba la vista.

Era algo precioso sin duda alguna, perfecta circunferencia de la gran estrella en un tono anaranjado de lo más inspirador..

Por alguna razón en ese momento comencé a sentir una extraña fuerza que emanaba de lo más profundo de mi pecho.

Era un calor muy intenso, pero agradable..

Aquella extraña energía se hizo visible, en unos tonos azulados y añiles que rodeaban mi cuerpo y poco a poco el de Rockruff.

Sun: ¡Ahora! ¡Ruffi!

Esa energía culminó en el pequeño Rockruff.

Sun: ¡Aplastamiento gigalitico!

Kaudan: ¡¿Como?!

Todo estaba pasando muy rápido, apenas entendía lo que estaba pasando. En apenas unos instantes tenía una fuerza interna que jamás había conocido antes, y para colmo esta  es manifestó en mi pokemon.

En apenas segundos este género una roca de tamaño gigantesco, y atacó a Tapu Koko con un ataque que no le dejaría indiferente.

Aquel brutal movimiento culminó cayendo en el guardián, y creo grandes corrientes de aire que azotaron al desprotegido y expectante público.

...

Todo fue silencio.

Se formó gran nube de polvo que ocultaba el resultado de la situación.

De pronto, una gran fuerza la disipó desde el centro.

Sun: Im.. imposible..

Era Tapu Koko, estaba perfectamente. Como si aquel increíble movimiento hubiese sido un soplo de aire fresco.

Sun: ¿No.. tiene límites?

El pokemon me miró por última vez antes de salir volando por los cálidos y anaranjados cielos de Alola.

Nuevamente.. Todo fue silencio.

...

¡Bravo!

¡Has estado genial!

¡¿Vieron eso?!

¡Fue increíble!

La gente del pueblo comenzó a aplaudir y a llenar mis oídos con halagos y cumplidos.

Se me acerco un montón de gente a darme la enhorabuena, y el festival recuperó la felicidad inicial que tenía.

Era extraño pero..  me sentía feliz.

Kaudan: ¡Acaban de presenciar uno de los combates más emocionantes y me bellos posiblemente de la historia de Melemele, demos inicio al festival!

Todas las gentes del pueblo correspondieron a su discurso con claras muestras de alegría y festejo.

No podía evitar sonreír tontamente.

El Kahuna y el resto de mis amigos se acercaron también.

Kaudan: Oye, Sun tu-

Una presencia femenina se me abalanzó con un poderoso abrazo.