El viaje.

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Estaba realmente cansado.

Aquella noche no había dormido nada, no me fui a dormir muy tarde pero nos levantamos a las 4am.

Ahora que lo pienso.. Airi y Yoel han tenido mucho valor en lavantarse a una hora como esta, yo no se si hubiese sido capaz.

Esos dos.. Los voy a echar de menos.

Parece que me dormí en el camión de camino al aeropuerto.

Mama: Vamos, levanta. Tenemos que irnos.

Estiré los musculos antes de bajarme de aquel camión.

Cuando salimos del mismo, entramos en el aeropuerto, con un murmullo no muy grande de todas las personas que había.

No sabía como a una hora como esta de un día como hoy, podían envarcarse tantas personas en vuelos distintos.

Muriendome de sueño seguía a mi madre sin prestar atención a otras cosas.

Habíamos llegado algo mas pronto de la hora de vuelo, por lo que teníamos algo de tiempo libre.

Mientras mi madre se quedo a descansar un rato en uno de los asientos que había por todos lados, yo me dirigí a la zona comercial a echar un vistazo.

Era la primera vez que estaba en un aeropuerto, y no sabía que tipo de cosas vendían en el.

La verdad, es que la mayoría de tiendas eran como las de un centro comercial de lo mas normal, solo que bastante mas caro.

Entre de casualidad a una tienda de perfumes, y me topé con una zona que se llamaba "Perfumes Regionales".

Parece que aquella tienda se centraba sobre todo en las fragancias diseñadas y tipicas de Kanto, pero esa zona estaba dedicada a las otras regiones.

No dudé en buscar las fragancias de Alola. Había bastantes, tanto para hombre como para mujer.

Me llamó la atención una llamada "E nānā 'oe hou" cuyo frasco era un sol azul translucido tirando a transparente, dejando ver que en el interior se hallaba un liquido similar al color de las olas de una playa tropical.

Lo tomé y me dirijí a la dependienta de la tienda con una duda esperando a ser resuelta.

Sun: Perdone señorita, ¿Podría probar este perfume?

Dependienta: Si claro, pero hay un frasco abierto, expresamente para las pruebas.

Sun: Ahh.. No lo ví.. Lo siento.

Hice una mueca de despiste.

Dependienta: No te preocupes, ahora me cuentas que tal.

Tomé el frasco de pruebas y me eché un poco en los dedos para poder olerla detenidamente.

¡Era increible!

Olía realmente bien, como a algo dulce.. Era muy dificil de expresar con palabras.

Dependienta: ¿Le ha gustado?

Sun: ¡Mucho! Me servirá en Alola, sin duda.

Dependienta: Te contaré un secretoa, pero solo por ser tu.

Puse la oreja.

Dependienta: Esta fragancia esta mucho mas barata en Alola, si te dirijes allí, puedes comprarla en el aeropuerto despues de bajar del avión.

Sun: ¡¿Enserio?! Muchas gracias.

Era casi la hora de envarque, a si que me alejé del distrito de tiendas, y volví con mi madre para entrar en el avión.

Todo el equipaje estaba ya dentro del avión, por lo que no teníamos que preocuparnos por el, solo tomé mi fiel 3DS para jugar algunos juegos durante el viaje.

El aterrizaje fue increible, realmente me emocionaba por cualquer cosa, y no me desagradaba sentirme así.

Es como cuando era un niño, y exploraba los lugares de Kanto junto con Airi y Yoel.. Parece mentira que hayan pasado seis años desde que les dije que me mudaba de Kanto en aquel bosque.. Ese día.. Airi..

Me quedé dormido.

Mi madre era una persona que hacía las cosas a lo grande, consiguío que nos pusieran en primera clase del avión por el mismo precio.

Aveces me pregunto como se las apañaba asi.

En primera clase, había literalmente camas, era una autentica maravilla.

De las doce horas de vuelo, ocho las pasé durmiendo.

El aterrizaje fue algo movido, pero eso lo hizo aún mas divertido.

Llegamos a Alola a plena luz del día.

El sol era radiante y agradable, las nubes apenas eran densas y de un color blanco como la espuma, desde el aeropuerto se podía ver las hermosas aguas tropicales de sus playas, rodeadas de arenas finas y brillantes.

Este sitio parecía el verdadero paraiso.

Mama: Muy bien Sun, ¿Listo para ver nuestra nueva casa?

Sun: ¡Claro!

Leí sobre Alola en una guía turistica.
Nos mudamos a la isla de Melemele, cerca de la ciudad.

No puedo esperar a ver como es mi nueva habitación.

Tras unos instantes, en los que el camión de mudanzas nos trajo a lo que sería nuestro nuevo hogar.

Mama: Bueno.. Ahora todo es un caos con todas nuestras maletas.. Tardaremos horas en colocarlo todo..

Dijo con una mirada exhausta.

Mama: Bueno, ¿Te gusta?¿A que es genial? Pues aún no has visto lo mejor.

Me tomó de la mano y me sacó a la terraza, desde las que se podían ver los infintos horizontes del mar y sus llamativos colores.

Sun: Woaah..

Mama: Si..

Ambos nos quedamos en silencio, contenplando lo que sería nuestro nuevo Edén.

..

Mama: Oye, yo aun tengo que firmar unos papeles, ¿Por que no tomas tu vieja gorra y das una vuelta por aquí?

CalidezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora