46. Me enamoré de ella.

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"Despierta... no creo que recuerdes lo que sucedió anoche"

Escuché su risa traviesa.
Le hice caso y estiré cada hueso de mi cuerpo para reacomodarlos, eso se sentía genial. Me sentía ligera como una pluma y tan fresca como una lechuga, no recordaba mucho lo que me había sucedido pero estaba agradecida.

—Al fin despiertas —oí esa voz que me ponía nerviosa. En ese momento recordé lo que había sucedido anoche y el calor subió hasta mis orejas, a cada parte de mi rostro. No podía ser verdad—. ¿Cómo dormiste?

—Por primera vez en años, puedo decir que "como un ángel" —lo miré y él se estaba acomodando la camiseta que había usado ayer—. No, por favor... quítatela —supliqué sentándome en la cama, Colby sonrió regalándome la primera sonrisa del día y se la quitó.

—¿Ahí? —llevó las manos a sus caderas y se miró—. No creí que te gustara ver esto.

—Si es un chiste por favor ríete, porque eso es lo más bello que he visto en toda mi vida —me cubrí con las sabanas hasta el pecho. Colby miró lo que había hecho y tomó del suelo mi ropa interior acercándose a la misma vez, a mi.

—¿Soy bello? —se sentó a mi lado.

—Lo eres —admití tomando mis pertenencias de su mano, pero fue más ágil y las alejó de mi alcance.

—¿Y mis "buenos días"?

—Buenos días, Lopez —lo abracé por el cuello, sus brazos acariciaron mi espalda desnuda con movimientos pausados—. Tenía miedo de que no estuvieras aquí cuando despertara —le susurré cerrando los ojos.

—No soy de los que se va, Devie —besó mi hombro—. Ya te lo dije.

—Lo sé.

Su piel era tan suave y relajante que me costó alejarme de su cuerpo cuando intentó separarme. Al lograrlo, me miró a los ojos y me besó de una forma diferente, cada vez que lo hacía me provocaba distintas emociones pero todas maravillosas.

—Me enamoré, ¿sabes cómo lo sé? Porque no quiero conocer a nadie más. A nadie.

—Eso está bien —tomé mis prendas de sus manos—. Porque me gusta proteger lo que me importa, lo que es mio. Y ahora eres mío.

—¿Soy tuyo?

—Ayer abusé de ti, así que eres mío —me puse la venda sintiendo su mirada en mis pechos—. ¿Algún problema?

—No, ninguno —sonrió—. Solo olvidas el detalle que yo fui quien abuso de ti.

—Eh, no lo repitas porque eso es machismo.

—¿Te gustaría que yo fuera un aliado feminista?

—Por supuesto, así no tendremos que discutir.

—Entonces no —se puso de pie y volvió a tomar su camiseta—. Quiero discutir contigo de vez en cuando. Por el control remoto, por ejemplo.

—Eres un peleador.

—A eso me dedico —se pasó la prenda por los hombros cubriendo ese hermoso torso.

No le respondí, en cambio, me puse de pie aún desnuda y me comencé a vestir al frente de él. Creí que seguiría haciendo sus cosas pero no lo hizo y se sentó a mirarme en silencio, llevando su dedo índice a su labio inferior.
Cuando acabé lo miré y este hombre me sonrió de lado de una forma muy distinta, una mezcla entre coqueto pero perverso. Quien sabe lo que estaba pensando.

—Me aseo y nos vamos —comenté caminando hacia el baño—. ¿Tú tienes mi teléfono?

—Está en mi auto.

Everything Is Grey ✧ SR.  » I «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora