67. ¡Ayuda!

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Devin Knox.

Me levanté de la cama, me cambié rápidamente para que mi cabeza no se tomara el tiempo de procesar lo que había sucedido y salí de casa directo al lugar donde se suponía que todo se efectuaría.
Callihan se encontraba allí, conversé un poco con él y con el sujeto que me enfrentaría esta noche. Estaba algo preocupado de golpear a una mujer, pero como no andaba bien totalmente le sugerí que borrara de su cabeza la idea de que yo era mujer y me golpeara como se debía.

Evité hablar con todos, me aislé hasta que fuese mi momento de salir y cambié mi personalidad; saqué la sonrisa que no tenía, grité todo lo que no quería decir esta noche y sobre todo dejé que la fuerza me dominara por si sola.
Esperé a que Fish subiera al ring, tocaron la campanilla y todo se dió de un momento a otro. Lo estaba disfrutando, primera noche que todo se sentía mejor.

Fue difícil, pero al final logró derrotarme. Mi cuerpo estaba sudado, no quería levantarme de la lona y su mano me ayudó a ponerme de pie, me levantó el brazo seguido de un abrazo. El público aplaudió entre algunos cánticos, les hice una reverencia y bajé con la frente en alto.

—Bien hecho —uno de los hombres tras bastidores me ofreció una botella con agua.

—Gracias —la tomé y salí de ahí, necesitaba oxígeno.

Estando afuera, me apoyé en la pared y bebí de la botella, algo que no duró mucho. Mis manos se recargaron sobre mis muslos, estaba temblando.
El agua ya no me estaba ayudando, necesitaba de algo más fuerte que levantara mi ánimo pero me negaba a caer de nuevo con el alcohol.. quien sabe en que cama terminaba y con quien terminaba.

Comencé a reír con fuerza, parecía demente pero no me importaba.

—¿Estás bien? —escuché la voz de Sami a lo lejos.

—Si —limpié mis lagrimales—. ¿Y tú?

—Preocupado.

—No te estreses viejo, es una gran noche. Hay que salir a divertirnos.

—¿Quieres ir a beber?

—Claro, ¡que buena idea has tenido! —le di un golpe en el hombro cuando se acercó a mi—. ¿Tienes que luchar esta noche?

—No, ya lo hice.

—¡Excelente, pues vámonos!

—Tú no bebes, ¿verdad?

—Si, ahora lo hago.

—No sé si sea buena idea, Devin.

—Solo vamos.

Con una mueca duditativa me hizo caso y comenzamos a caminar por la calle en dirección a uno de los cuantos bares que habían en el área. Apunté a uno que se me había hecho agradable a simple vista y nos dirigímos a él, Sami me dejó pasar primero.
Nos acercamos a la barra, le pedí al sujeto detrás de la barra algo de vodka, era mi favorito en los viejos tiempos. Miré el rostro inseguro de Sami, le hice un brindis y llevé el vaso a mi boca.

¡Demonios, como había raspado mi garganta! Hice una mueca y con risa le pedí otro al sujeto, sería una larga noche sin duda.





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—...Y le dije que se fuese al infierno —reí—. Debiste ver el rostro del chico, quería llorar.

—¿Quién de ustedes dos va a pagar? —preguntó el tipo frente a mi.

—Yo, yo —levanté la mano—. Y le pagaré la siguiente ronda a todos en este bar, ¡corre por mi cuenta, muchachos! —los miré. Todos levantaron sus vasos y gritaron en mi dirección, que felices se veían los niñitos.

Everything Is Grey ✧ SR.  » I «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora