57. Nuestra cita.

269 28 11
                                    

Mis ojos se abrieron después de que mis oídos escucharan el sonido de "Nothing Else Matter". Esa canción había sido últimamente una de las que usaba Colby para despertarme y siempre funcionaba.

Me senté en la cama, estiré mis brazos y miré a ambos lados en busca de la presencia de él, pero no estaba por ningún lado.
Aún desnuda me levanté de la cama, comencé a buscarlo hasta que me dí cuenta que me hallaba sola en la habitación.

—¿No viste dónde se fue?

"Mm... nope."

Sabía que estaba mintiendo pero no se lo reprocharía, en vez de eso fui al baño otra vez en busca de mi ropa interior. Esta no estaba en el suelo, no había nada en el suelo, estaba tan limpio como en casa.
Levanté la mirada cuando me dí cuenta que la llave de la ducha estaba abierta y el agua seguía cayendo, giré por las paredes de vidrio hasta llegar al principal. Por dentro estaba lleno de vapor y la figura de unas manos estaba estampada por dentro al igual que la forma de una espalda, eso había sido de anoche..

«El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.»

Esa frase estaba escrita a un costado, no la había entendido muy bien pero sabía que la había escrito él, reconocía su letra. Y claro esta, ¿quién más lo iba a escribir?

Abrí la puerta de la ducha y con cuidado cerré la llave, el agua estaba demasiado caliente. Dejé la puerta abierta ya que iba a tomar una ducha después de todo, pero la puerta principal comenzó a ser tocada.
No tenía ropa y por lo que veía no se encontraba en la habitación, si Colby me quería hacer una broma solo estaba consiguiendo que me enojara.

Me acerqué a la puerta y la abrí escondiendo mi cuerpo detrás de esta. Del otro lado no se encontraba nadie, miré el suelo y había una caja encima de otra, ambas de color gris; una con la cinta blanca y la otra con cinta negra.
Confundida las tomé sin que nadie me viera y cerré la puerta nuevamente, la música seguía sonando desde el buró.

Me senté sobre la cama como indio y abrí la primera con cinta negra. En esta se encontraba una nota, la abrí y decía;

«Seamos un cuento de hadas ante el público y una película porno, entre las sábanas.»

Dí una risotada al darme cuenta que era de Colby.
Era la frase que le había dicho una vez mientras intimabamos, no creí que recordaría todas las frases que le decía.

La dejé a un lado y seguí mirando dentro de la caja, en esta había lencería fina. Tomé el sujetador y lo observé; era muy suave y de color blanco, no era algo que me gustaba pero que si estaba dispuesta a usar si solo él la iba a ver.
Tomé la prenda de abajo y solo reí ruborizada, eso si había sido bastante picaresco. Colby fue bastante listo, sabía que no iba a tener otra cosa que ponerme y por eso con descaro decidió cumplir uno de sus cuantos caprichos de hombre.

Volví a meter todo dentro otra vez, dejé la caja a un lado y tomé la otra.

—Por favor, por favor, por favor... —rogué que no fuese algo escandaloso mientras abría la caja con los ojos cerrados.

"No lo es."

Abrí los ojos.
No había otra nota, en vez de eso pude ver un vestido de noche con una delgada cinta en la cintura y un hermoso adorno en el cuello, estaba anonadada.
Debajo se encontraba la nota.

«Las estrellas no pueden brillar sin oscuridad, y yo quiero ser tu oscuridad para que brilles esta noche.»

Sonreí como idiota.
Al parecer no iba a poder salir durante todo el día, no tenía que ponerme. Aparte de estas prendas, pero eran para más tarde.

Everything Is Grey ✧ SR.  » I «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora