No estaba muerta andaba de parranda! Soy bastante descuidada pero aquí estamos de nuevo!
Los primeros rayos de luz que atravesaron la ventana y un terrible dolor de espalda despertaron al rubio.
-¡Ay maldición! ¡Ay, ay, ay!- protestaba al incorporarse. Estar contorsionado sobre las piernas del cerdo no había sido una gran idea "felicidades Yura estarás todo el día con dolor, sigue de idiota" pensó, sus compañeros de sueño seguían profundamente dormidos - debería tomar una ducha-suspiro entornando los ojos.
Miro a su alrededor en busca de una toalla. La habitación era enorme, igual que la cama que estaba rodeada por dos buros cada uno acompañado de una lámpara, el blanco de las paredes la hacía lucir aún más espaciosa. Un imponente armario ocupaba casi toda una pared mientras que el ventanal ocupaba otra, el tocador era igualmente de buen tamaño y la puerta frente a la cama conducía a un medio baño. Lo más hermoso, era una pintura sobre el lecho, representando al invierno la estación en la que se volvieron entrenador-pupilo; se podía ver a una pareja abrazada a mitad de una villa con la nieve cubriendo todo como una gruesa capa de suave algodón, parecía haber mucho frío y aun así la pareja se notaba de lo más feliz y amorosa, bien podrían ser esos dos no le sorprendería que el peliplatiado pagara por un retrato de ellos; Viktor nunca se conformaba con lo sutil. Decidido fue a su recamara a rebuscar, temía encontrar cosas indebidas si seguía husmeando ahí.
Termino de preparar sus pertenencias de aseo personal y vestimenta compuesta por unos jeans a juego con una sudadera con estampado. Al entrar al baño suspiro, todo en esa casa era jodidamente llamativo. Mientras se duchaba resolvió que el haría el desayuno, no cocinaba excelente pero al menos no quemaba la comida. Al momento de salir se encontró con Makkachin, esperándolo.
-¿Quieres ir conmigo, chico?- pregunto al acariciarle la cabeza, él prefería los gatos pero simpatizaba con ese perro. -Muy bien deja dormir a tu dueño y vamos a hacer las compras.
Fueron trotando hasta el supermercado más cercano. Compraron lo necesario para hacer unos sándwiches y té; Makkachin volvía contento ya que Yurio le obsequio una caja de golosinas para perro. Al llegar a casa todo seguía en absoluto silencio, aprovechando pusieron manos (y patas) a la obra, el perrito subió a ver si su amo había despertado, en lo que Yura preparaba los emparedados y las bebidas; al terminar aguardo en la sala por el can, pasaron unos minutos y no regreso así que se encamino al dormitorio.
-Ey perro ¿Por qué no volviste?- comenzó a decir al abrir la puerta, se detuvo al encontrarse con Katsuki despierto y tumbado junto al cachorro en la cama. -Veo que estas despierto ¿Cuándo pensaban bajar?- se quejó torciendo el gesto.
-Lo siento Yurio voy despertando iremos en un segundo- las ojeras disminuyeron pero su mirada se notaba apagada.
-Genial, no me hagan esperar- cerró la puerta, se dirigió al comedor donde permaneció meditabundo, llevaría un tiempo hacer que Yuuri se recuperara además de que no sabían en qué momento volvería Viktor, lo único que tenía claro era que no abandonaría esa casa aunque el mundo se le viniera encima no se separaría del cerdo, 6 largos años soñando con esta oportunidad daría lo mejor de sí. Recordó que no había revisado el celular desde que llego.
-Vaya mierda- tenia 72 llamadas perdidas correspondían al abuelo, Yakov, Phichit y Beka, llamarlos significaba soportar gritos, regaños e infinidad de preguntas, así que redacto un mensaje para todos diciendo que no estaría disponible pero que ya había llegado a Japón y se encontraba con el cerdo, no debían preocuparse. A Beka le agregó que fuera al viaje con alguien más y le agradeció su apoyo. Estaba planeando no entrar a las redes sociales ni subir fotos por temor a que Viktor supiera su paradero.
ESTÁS LEYENDO
Oasis🍃
Fanfiction¿Has sentido el dolor de un amor no correspondido? ¿Esa sensación de querer darte por vencido aun cuando tu corazón se acelera al recordarlo? A veces el tiempo no nos hace olvidar, solamente perpetua el sentimiento aumentándolo de una manera tan des...