Capítulo 71: Final, dulce final

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"Caía y caía, no dejaba de caer, era un agujero que no tenía final"

Todo a mi alrededor esta oscuro, es como una gran tranquilidad que siento, como si todos mis problemas se hubieran hundido, sin dejar rastro alguno. Aun con toda esa oscuridad puedo sentir que no soy la única que esta en esta "habitación" alguna presencia me acompaña pero no se que es, hasta que algo me toca mi mano, de inmediato mis ojos se fijan a la pequeña niña de cabello blanco.

— Aquí no puedes gritar, llorar, o respirar, solo sentir — Todo queda en silencio, hasta que sus ojos se fijan con los mios, ella sonríe y dice — No sientas miedo, aquí es el vacío que tienes por dentro, es como tu paz interior.

Quería responderle, pero mi voz se hacía uno con el silencio.

La pequeña me agarra más fuerte la mano, me mira y me arrastra para cualquier lugar, ella solo corría sin ningún rumbo, hasta que llegamos a un "lugar" ella se pone atrás de mi y me empuja, de nuevo caía, pero esta vez sentí un fuerte impacto, pinche niña. Miro a mi alrededor y ahora todo esta de color blanco, pero ¿Con un cuadro? No entendí, mis ojos aún estaban fijos en aquél cuadro que decía: Este hospital esta bendecido por Dios.

El dolor en todo mi cuerpo era insoportable, siento que tengo algo en mi nariz, la toco y de esta sale un cable, ahora miro mi cuerpo, que esta cubierto por una cobija blanca. Tengo control de mi cuerpo, puedo mover mis dedos, ahora tengo que salir de aquí, pero no se donde estoy, bueno es obvio que en un hospital, pero ¿Por qué? ¿Sera que el apocalipsis ya acabó? ¿Sera que al fin gane una lucha? No se, solo tengo que salir de aquí. Trato de levantarme pero el dolor podía más que yo.

Alguien entra y de inmediato cierro mis ojos, ¡No me voy reir! ¡No te rías! Esa persona se fue.

Me levanto y me dirijo a la ventana, todo parece normal para estar en un apocalipsis, de repente, alguien entra, volteo y es un señora, era muy anciana, ella ríe al verme, su risa es realmente contagiosa.

— ¿Por que nos estamos riendo? — Digo, después de largas carcajadas.

— Voy a morir pronto, y quiero morirme feliz — A su puta madre. Unos enfermeros la agarran y se la llevan ¿Donde? No se, pero lo que si se es que unos enfermeros me miran y van corriendo a buscar a un tal doctor Amir. Me acerco a la puerta y al parecer el doctor Amir viene corriendo hacía mi ¿Y este loco que le pasa?

— Despertaste — Él me dice que me siente en la camilla, me mira por unos cuantos segundos y finalmente dice — ¿No quieres agua?

¿Agua? Ni me había dado cuenta que tenía sed, estaba tan confundida que casi ni me acordaba se mi nombre.

— Eh si, por favor — Al cabo de unos segundos ya tenía mi vaso de agua, que de verdad disfrute.

— ¿Como te llamas?

— Emily Miller Fernandez — Él anota en su carpeta.

— ¿Sabes que día es hoy? — Niego con la cabeza.

— ¿Cuantos años tienes?

— veintidós años — Él arruga la cara, niega y sigue anotando.

— ¿Tienes familia?

— Casi toda mi familia ha sido asesinada, solo me queda Esmeralda y desgraciadamente Edgar Black, aunque ellos estén muertos.

El doctor me mira, se levanta y  finalmente dice — Espera un momento.

— ¡Espere! — Él voltea — ¿Usted que hace aquí? Debería ir y salvar a todas esas personas que están siendo devoradas ¡El apocalipsis empezó y...!

— Emily — Me interrumpe — Mejor callate, ya valiste verga.

En fin se retira, y yo quede toda boluda. Me acuesto en la camilla y ya siento como mi mente se va para el espacio, me hacia miles de preguntas, estaba muy confundida, hasta que siento como alguien me toca el brazo... Joder no puede ser ¡Esto es imposible! ¡¿Que hace esta mujer ahí!?

— ¿Emily? — Juro que en este momento mi cara es todo un poema, no sabía si gritar, llorar, o llorar y gritar.

— ¡Que quieres demonio! — Esa mujer no debería estar aquí ¿Que hace en el mundo de los vivos?

— No me hables asi, apenas vas despertando y... — Ella era mi madre, quien tenía sus ojos fijos en  los mios, ella trata de tocarme pero le suelto un guatazo.

— Usted no debe ser real, usted es producto de mi imaginación o es Edgar quién esta confundiéndome.

— ¿De que hablas? Ay llamare al doctor — Cuando ella voltea lo único que se me ocurre es atacarla.

— ¡MUERE, MUERE, MUERE! — Golpeaba su cara mientras que ella trataba de defenderse, pero mi fuerza repasaba los limites.

—¿¡CARIÑO QUE TE SUCEDE!? ¡EMFERMERA! — De pronto siento como un intenso dolor en mi brazo, caigo al suelo y de nuevo entro en esa maldita oscuridad que tanto me consume.

Al rato escucho a lo lejos como dos personas están hablando paja mio, una de ellas era "Mi mamá" pero el otra se me hacía desconocida.

— ¡Ella me golpeo! ¡Mira mi rostro!

— Karem, tranquila, nuestra hija acaba de salir de un coma.

— ¡¿Quieres que me calme!? ¡Estas loco Edgar! — Al ella decir su nombre desperte, y si, efectivamente el estaba ahí, con su mirada cariño ¡Pero falsa! Tengo que salir de aquí cuando antes. Me levanto y me dirijo a la ventana, mi intensión fue tirarme pero ya era tarde, Edgar me tenía rodeada entre sus brazos, patealeo pero era en vano, esta vez, su fuerza era mayor que la mia... Esto es imposible, esto no puede ser real... ¿Sera que?

¡No!

¡No!

¡No, puede ser cierto!

Edgar aun me tenía apresada entre sus brazos, mi madre trata de tranquilizarme pero lo menos que estaba era tranquila, hasta que me casé, joder ya estaba cansada de tanto pelear que hubo un momento en que sentía como todo me daba vueltas, ahí fue el momento donde mi madre aprovechó en hablarme.

— Emily ¿Por que reaccionas así? ¿Que sucede? — La miro detenidamente ¿En serio que ella es real?

— Deberías estar muerta — Edgar al ver que conteste tranquilamente me dejó en la cama, el también se coloco en frente de mi.

— ¿Por que lo dices? — Dice Edgar.

— Por favor diganme ¿Que esta pasando?

— El doctor nos dijo que te pudiste inventar una historia en tu retorcida mente, pero Emily, todo eso, lo que soñaste es falso, nada de eso es real ¿No ves tu tamaño? — Era cierto, no tenía veintidós, tenía como doce años, lo digo porque en frente de mi hay un espejo, donde aparece una Emily toda demacrada.

— Si todo esto es real ¿Donde esta Esmeralda? — La puerta se abre de par en par dejando ver a una niña igual a mi, con su cabello todo alborotado, sus ojos llorosos, sus mejillas rojas, si, era ella, era mi hermana, era Esmeralda, era Mi Gemela.

— Emily.

—Esmeralda.





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Falta el epílogo ;)

Mi GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora