Mi Gemela

Después de todo.

La madre de Emily estaba cansada de ir al hospital, ya casi que se sabía cada parte de esa construcción, solo podía pensar en la salud de su hija ¿Sera que ella podrá olvidar todo? ¿Que le iba a decir a su hija? Eran tantas preguntas para tan pocas respuestas, asi que comenzó a caminar para todas partes sumergida en sus pensamientos, hasta que una mano se posa en su hombro haciendo que vuelva en si.

— Karen ¿Te encuentras bien? — Karen al ver de quien se trataba se le abrieron los ojos como platos ¿Como podía ser él?

— ¿Ali? — Él había sido su amigo de la infancia, años sin verlo, haciendo que todos los recuerdos de ellos dos juntos vinieran y dominaran su cabeza.

— ¿Que haces aquí?

— Lo mismo digo — Ali miro a la mujer encantado, tanto años sin ver a la dulce mujer de ojos cafes.

— Mi hijo Fidel esta enfermo — Karen se sorprendió cuando él nombro la palabra "Hijo"

— Mi hija también, tuvo una caída — Ali hizo una mueca de desagrado, estaba frustrado por todo, pero de tan solo mirar el rostro de ella mujer pareciera como todas sus preocupaciones se fueran.

De pronto, el doctor llamó a Karen, de inmediato dejó de platicar con su amigo de la infancia para si, prestarle atención al doctor.

— Lamentable Emily perdió su memoria, ni siquiera sabe como se llama, que edad tiene, nada. Espero que pueda entender que hicimos todo lo posible — Karen no estaba triste, ni asombrada, mejor dicho,  estaba tranquila, se sentía aliviada de que su hija no pudiese recordar nada, podrían comenzar una nueva vida sin que ella supiese la verdad.

Al verla, le dedicó una sonrisa, Emily por su parte estaba metida en sus pensamientos, sin saber quien era su persona, no recordaba ni su propio rostro.

— Hola — Finalmente habla Karen, Emily la mira y algo desorbitada dice.

— ¿Quien soy yo? — A Karen le sorprendió esa pregunta ¿Quien era su hija? Como podría responderle.

— Tú nombre es Emily Fernandez, tienes doce años, eres una niña muy dulce, amable, fuerte, eres muy especial.

— ¿Tú quien eres?

— Soy tu madre, me llamo Karen, aunque me conocen como Elisabet.

— ¿Tengo hermanos?

— Tienes tres hermanos, Fidel, Andres y Marcos, pero él no ha nacido — Tendría que decirle a su amigo de la infancia que se hiciese pasar por su padre ¿Como iba hacer? Solo ella misma sabía en la gran mentira en la que estaba metida.

— Siento que me falta alguien — Y era cierto, Emily muy afondo sentía que  alguien le faltaba, en su mente había una persona de cabellos dorados y piel blanca con una voz chillona, esa persona le hacía falta pero ¿Quien era? Automáticamente Karen sabía de quién se trataba, asi que de inmediato respondió.

— No, no es nadie, solo son ellos — Ahí fue donde esa imagen se borro, con tal solo palabras las esperanzas de Emily se esfumaron.

Ahí también estaba Edgar, mirando desde la puerta, con una gran sonrisa en su cara.

Emily estaba nerviosa porque ese iba hacer su primer día de clases, poco a poco iba recordando como era su personalidad, se estaba conociendo con pequeños detalles, pero aún, muy afondo, más allá de lo imaginado, estaba la pequeña de cabellos dorados, Emily quería dejar de pensar en ella, pero no podía, aún su voz retumbaba en su cerebro.

Emily se sienta en la última fila al lado de una chica de ojos azules y cabello negro, la chica miró a Emily por unos segundos, le sonrió y empezó a establecer una conversación.

— ¿Como te llamas? — Pregunta la chica.

— Emily.

— Mi nombre es Leynna pero me dicen London — Emily sonrió sabiendo que ella iba hacer su próxima amiga.

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