Duerme bajo la luz de los luceros de este mundo...
Zagal despertó lentamente del sueño que tuvo, lo había recordado, no era la primera vez, sin embargo había pasado largo tiempo desde la última vez, sentándose en su cama cerró fuertemente los ojos, frotándolos con sus manos como si eso fuese desaparecer el recuerdo que ha estado oculto por mucho tiempo en su interior, ¿por qué? era la pregunta que rondaba en su cabeza, ¿por qué ahora? sabía perfectamente que el cuestión no era el cuándo, sino la causa que provocó recordarlo, el muchacho, se dijo, su manera de actuar, su forma de ser sólo que, no tiene sentido alguno, a menos que...
Antes de que pudiera terminar ese pensamiento, un pitido viniendo de la pared contigua a su cama lo distrajo, pestañeando con sorpresa por la intromisión atendió el llamado.
-Pretor Zagal, estamos acercándonos a la Capital del Imperio, recién salimos de la velocidad de la luz.- dijo el Capitán Rogius.
-De acuerdo.- respondió Zagal saliendo de su letargo.
-¿Todo bien?- preguntó consternado Rogius.
Zagal miró el comunicador con profunda irritación, acto seguido terminó la comunicación.
Con profunda pereza se levantó de su cama y se dirigió a la cabina del Embajador, una vez estando ahí se encontró con Rogius, éste a su vez le miró curioso, sin embargo antes de que pudiera cuestionarle algo a Zagal la voz de un muchacho se escuchó.
-¿Por lo regular te la pasas dormido todo el tiempo? Con razón los Pretores ya nada más dan lástima.- dijo en tono burlón Caín.
Zagal un poco sorprendido por la actitud del muchacho contestó con sorna. -Verás no es algo que un mugroso de Tyrana entienda, así que cállate y figura que eres parte del mobiliario de la nave.-
Caín le sostuvo la mirada en un semblante retador, Zagal se sonrió y entre dientes dijo. -Cómo me voy a divertir contigo.-
-¡¿Qué dijiste?!- exigió Caín.
-Nada.- respondió Zagal -Rogius dale algo al niño para que se entretenga en lo que aterrizamos.- ordenó.
Rogius vio con curiosidad a Caín. –Ven.- dijo invitando al muchacho a ponerse a su lado, Caín cautelosamente lo hizo. -¿Sabes cómo funciona una de estas?- preguntó Rogius, refiriéndose a la nave, Caín le dirigió una mirada inocente y negando con la cabeza.
-De acuerdo, pon atención.- advirtió Rogius. -Te hablaré de los principales controles del piloto, primeramente está el timón que básicamente determina la dirección de la nave, luego están los controles de propulsión e hiperpropulsión, los primeros brindan empuje a la nave, los segundos junto con el sistema de la velocidad de la luz dan la potencia necesaria para dar el salto, y esos son los...-
-Los controles de la inclinación de la nave- finalizó seguro Caín.
Rogius observó sorprendido a Caín por la respuesta que le dio -Así es, aprendes rápido.- concedió esbozando una sonrisa.
Zagal miró la escena con detenimiento sin poder contener una sonrisa.
-Capitán, hemos arribado al espacio exclusivo del planeta Zenit.- anunció el piloto.
-Gracias Helios.- dijo Rogius. -Procede al puerto de aterrizaje de la Guardia Pretoriana.- ordenó.
-Sí señor.- respondió marcialmente Helios.
-¿Zenit?- escuchó Rogius la voz tímida de Caín preguntando.
-Así es joven Caín, Zenit es el nombre del planeta donde se encuentra la capital, el planeta es un gran continente donde se encuentra la Capital del Imperio, el continente se encuentra rodeado de doce islas y un inmenso océano.- señaló casi en manera ceremonial el Capitán.
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PRETOR: Túnica
Science Fiction¿El destino es inesperado?, este acertijo es la clave de esta historia... Caín, un joven marginado de la galaxia tendrá que ver su destino a través de las enseñanzas de la organización más noble que existe en el Imperio, la guardia pretoriana, aunqu...