Centralis

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Nunca verás una ciudad como ésta en toda tu vida...

Los rayos de luz comenzaron a filtrarse por las persianas que cubrían los grandes ventanales del cuarto de Caín, éste comenzó a despertar, por un momento no reconoció el lugar en el que se encontraba, sin embargo al hacer un poco de memoria de lo sucedido la noche anterior, recordó que se encontraba en Zenit, la Capital del Imperio, en el apartamento del Pretor Zagal; con un gran suspiro volvió a recostarse en la almohada, meditando por todo lo que había pasado en los últimos días, dándose cuenta que todavía le esperaba un día lleno de acontecimientos, un vacío en el estómago se le formó, quería atribuirlo al hambre pero él sabía perfectamente que no era eso, él estaba acostumbrado a no comer mucho, por lo tanto la sensación de la que era víctima no era de hambre, sino el vacío a lo intimidante que el día de hoy pintaba para él.

Caín salió de sus pensamientos cuando la puerta de su habitación fue abierta de ella se asomó tímidamente el rostro de Lexi, ella al verlo le dirigió una sonrisa. -Hola.- saludó.

-Hola.- respondió casi sin voz Caín.

-Es tiempo de levantarse.- dijo Lexi en tono amable.

-Si lo sé.- dijo Caín de manera estoica sentándose.

-Toma un baño y luego vienes a comer algo.- indicó Lexi con una sonrisa, cerrando la puerta.

Caín miró alrededor del cuarto una vez más y dando un gran suspiro se levantó del piso, con paso seguro se dirigió al baño a tomarse una ducha.

Lexi detrás de la puerta se preguntaba ¿por qué Caín había dormido en el piso?, ella se había percatado que la cama se encontraba distendida, sin embargo el muchacho se encontraba en el piso, a su manera de ver las cosas, como un androide, había algunas posibilidades de entre todas aquellas que el colchón era demasiado duro para descansar, ésta fue la más lógica que encontró Lexi; justo en ese momento Zagal regresaba de entrenar cuando encontró a Lexi fuera del cuarto de Caín con una mirada pensativa. -¿Qué?- preguntó rudamente.

-Hay que cambiar el colchón de esa cama.- dijo Lexi, señalando con la cabeza el cuarto de Caín.

-¿Por qué? el colchón está casi nuevo.- reaccionó Zagal.

-Por esto.- dijo Lexi abriendo la puerta del cuarto, haciendo un gesto a Zagal para que se acercara, éste al ver la almohada y una cobija en el piso entrecerró los ojos, tratando de comprender la imagen, Lexi cerró la puerta. -Ves, por eso te digo que hay que cambiar el colchón.- dijo ella convencida.

Zagal le sonrió y con un tono calmo le comentó. -No hay necesidad de cambiar el colchón, eso está bien, el dañado es el muchacho.-

Lexi observaba a Zagal confundida. -¿Quieres decir que el joven se encuentra mal de su espalda?-

Zagal sonrió por lo bajo. -Es algo que no entenderás.- dijo, el rostro de Lexi adoptó aún más una mueca de confusión, Zagal le dirigió una mirada divertida. -Se hace tarde, prepara algo ligero de desayuno.- ordenó caminando hacia el fondo del pasillo rumbo a su habitación, preguntándose también él, ¿Qué motivo tuvo o tiene Caín para que durmiera de esa manera? él sabía que la fuente de esa conducta era algo emocional, incluso él compartía la confusión de Lexi por el comportamiento complejo del muchacho.

Caín tardó algo de tiempo tomando la ducha, sentía como el agua recorría cada parte de su cuerpo, sólo pensaba en el motivo que lo llevó hasta ese lugar pero también no podía dejar de pensar en lo que ello significaba, lo desconocido, aquel concepto extraño lo tenía temeroso, pues no tenía la más remota idea de lo que se iba a enfrentar y eso lo turbaba porque no sabía que paso dar y cual no, el miedo le invadía cada vez que la imagen del fracaso se condensaba en su mente, no podía dar marcha atrás.

PRETOR: TúnicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora