Túnica, Espada, Ley del Emperador y Gloria.
Zagal aterrizó el speeder de manera bastante estrepitosa en lo que parecía ser la explanada principal de la Academia de la Guardia Pretoriana. -Hemos llegado.- dijo Zagal retirándose el casco, asimismo Caín se retiró el suyo y bajó del speeder cayendo al suelo causando la mirada curiosa de los presentes.
Zagal un poco divertido de la situación le tendió la mano a Caín, mismo que tomó con agradecimiento. -No sabía que fueras tan sensible al vuelo.- dijo Zagal con marcada sorna.
-Bueno, es que la manera en que conduces es bastante asquerosa sabes, ¿quién te enseñó a conducir? ¿Un sapo?- reclamó Caín.
Zagal sonrió y dijo algo entre dientes que no pudo distinguir claramente Caín, sin embargo logró entender la palabra maldito.
Un droide pequeño se acercó a ellos, inmediatamente Zagal les ordenó. -Llévenselo al lugar de Zagal.- dijo acalorado. -Zagal, Pretor, ya sé que ha pasado tiempo, pero no soy tan fácil de olvidar.- respondió el Pretor al ver que los droides dudaban en cumplir lo que se les mandó.
-Veo que no te llevas bien con la tecnología.- notó Caín.
Zagal levantó una ceja en señal de irritación. -Estas latas no sirven para nada.- reclamó.
-A mí me parecen bonitas.- dijo el muchacho.
-Bonitas, claro.- dijo Zagal picando a Caín.
-El problema es que debes de ser más amable con ellos, así quizá alguien te pueda hacer caso ¿no?- dijo Caín revirando su provocación.
Zagal se disponía a contestar cuando un grito anunciando su nombre se escuchó. -¡ZAGAL!-
El aludido abrió los ojos con sorpresa evidentemente reconociendo la voz de quien lo nombró, acto seguido giró hacia dónde provino el grito con una sonrisa falsa.
-¡Emma! cuánto tiempo sin verte.- saludó Zagal.
Caín pudo ver como una mujer delgada, con finas facciones se acercaba, ella era prácticamente de su altura, cabello ondulado, ojos grises pálidos casi blancos, una piel apiñonada, labios algo carnosos, vestía una túnica que él nunca había visto en un Pretor, era aterciopelada de color púrpura, pero con distintivos dorados y una muceta de seda azul marino, de su cuello colgaba una venera plateada con un escudo.
Sin embargo, en ese momento Caín pudo percatarse que en el rostro de esa mujer no existía tranquilidad, sino furia ello debido a que su ceño se encontraba fruncido, en cierta forma también Caín se sentía intimidado por ella.
-Te dije tres días, no más.- reclamó la Pretor.
-¿Tres días?- dijo en manera de pregunta retórica Zagal. -Bueno, algo se me habrá pasado, últimamente no ando bien de la memoria.- continuó restándole importancia a la situación.
-Zagal.- arremetió enojada la Pretor.
-Ya, ya, ya.- dijo Zagal levantando las manos en señal de rendición. -Probablemente se me habrán pasado los días, pero debes de entender que acabo de llegar de una misión importante y lo mejor, el Consejo tiene que escuchar mis conclusiones.- dijo animado.
Sin embargo la Pretor no se mostraba mínimamente impresionada a lo dicho por Zagal. -Dylan no me quieras sorprender, se perfectamente que llegaste ayer en la noche, tu androide Lexi me lo dijo hace unos momentos.-
Zagal se rasco la nuca al escuchar eso. -Bueno si, eso es cierto, pero ¿querías que condujera del Faro de Marfil hasta aquí con la tormenta que caía? podría haber muerto.- dijo dramático.
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PRETOR: Túnica
خيال علمي¿El destino es inesperado?, este acertijo es la clave de esta historia... Caín, un joven marginado de la galaxia tendrá que ver su destino a través de las enseñanzas de la organización más noble que existe en el Imperio, la guardia pretoriana, aunqu...