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Lo primero que hice fue registrarme en el hotel. Pasaba por ese hotel todos los días de camino a la escuela. Antes su fachada era un verde agua y ahora era un naranja suave.

No conocía a la muchacha que me atendió y me llevó a mi habitación, aunque tal vez era hija de la mujer que entes se encargaba del hotel.

Eran las 9.00 am y tenía tiempo de recorrer un poco la ciudad hasta las 12:00, que servían el almuerzo en el hotel.

Busqué una campera liviana y salí.

Las calles y casas no habían cambiado casi nada, pero había mucho más autos y gente que hace años atrás.

Pasé por enfrente de la escuela a la cual asistía. No había cambiado nada, sólo la pintura más desteñida. Daba la impresión de ser una escuela abandonada, no sólo por la vieja sino porque era sábado y no había clases.

Ahí estaba. No había cambiado nada, ni más vieja ni más nueva: exactamente igual. La casa de Kyuhyun.

Me acerqué lentamente a la puerta de entrada, no estaba nerviosa ni ansiosa. Me encontraba en paz. Di dos golpes.

-Hola –Dijo serio un hombre con una gran espalda musculosa y muy alto que abrió la puerta.

-Ho- hola –Traté de sonreír. – ¿Cho Kyuhyun?

-¿Cho Kyuhyun?...no, lo siento, aquí no es – Respondió todavía más serio.

-Ah... ¿Y no sabe dónde puedo encontrarlo?

-Le puede preguntar a mi esposa, ella es su hermana – Se volvió a meter a la casa y fue la hermana de Kyuhyun quien apareció esta vez.

-¿Qué necesita? –Dijo una mujer madura muy distinta a la que había conocido años atrás.

-¡Hola! Soy ________ -Me presenté y ella me miró como si me recordara pero no del todo.

-Vivía acá hace unos años...

-¡Si! Te recuerdo –Me detuvo –Sólo que me sorprende mucho verte aquí... ¿Quieres pasar?

La casa no había cambiado mucho, me invitó a sentarme y fue a preparar té.

-¡______! Te hablaba de la cocina ¿No me escuchabas? –Apareció ya con las dos tazas de té.

-¿Qué? No, perdón....no te escuché –Expliqué nerviosa mientras recibí el té.

-Mi marido ya se fue, podemos hablar tranquilas –Me guiñó el ojo como si fuéramos grandes amigas. –Te preguntaba ¿Qué te había traído por acá?

-Sólo quise venir...recordar viejos tiempos.

-¡Me parece bien! ¿Y sola?

-¡Sí!...nunca me casé ni tuve hijos. –No sé porque le dije eso.

-Qué lástima –Me miró sorprendida –Siempre pensé que te casarías muy joven. –Se quedó un momento en silencio. Seguramente pensando en su hermano Kyuhyun.

Luego cambiamos de tema y estuvimos toda la mañana hablando. No le conté del accidente ni le pregunté por Kyuhyun. Al menos no hasta que me estaba por ir, porque al fin y al cabo había ido ahí por él.

-¿Te puedo preguntar algo? –Ella asintió –Ya que estaba acá, pensé que podría ver a...Kyuhyun ¿Sabes dónde puedo verlo encontrarlo?

-¿¡Quieres ver a Kyuhyun?! –Una sonrisa se dibujó en sus labios cómo si una esperanza renaciera muy dentro de ella pero luego la expresión cambió trágicamente. –Él no está aquí.

Mi Chico PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora