Mi Chico Perfecto

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Al resolver ese problema, o al menos a medias, podía concentrarme en sólo ser feliz con Kyuhyun.

Ese mes fue él más increíble de mi vida. Por la noche cuando él volvía del trabajo cenábamos y luego íbamos a caminar por la playa donde no parábamos de reír y contarnos historias. Los días en el que él salía temprano nos íbamos al cine, de compras o sólo a pasear por ahí para luego volver a casa y ver una película. Pero también quice trabajar y después de mucha búsqueda conseguí un puesto en una guardería cerca de casa pero para la siguiente temporada, pero aun así me pareció genial.

A finales del mes recibimos la visita de la hermana de Kyuhyun y su familia, la cual era increíble y me aceptaron unirme a ella.

Fueron dos días después de que ellos se fueron cuando las cosas me empezaron a preocupar.

Eran cerca de las cuatro de las mañana cuando desperté con molestias en el estómago. Kyuhyun dormía a mi lado y no quise despertarlo. Me dirigí al baño justo a tiempo para vomitar.

Pasaron unos minutos y Kyuhyun apareció aún algo dormido por la puerta. Seguramente había hecho mucho ruido sin darme cuanta y lo había despertado.

-¿Estás bien ____?

-Si...sólo es mi estómago -Lo alejé con la mano porque odiaba que me viera así.

-¿Por qué no me despertaste? -Preguntó dulce tratando de correr un mechón de pelo a pesar de mis rechazos.

-No es nada, sólo habré comido algo que me hizo mal. -Volví a la cama y Kyuhyun me siguió.

Estaba segura que sólo había sido eso pero unos días después volvió a pasar. Esta vez fue al despertarme en la mañana. Bajé y vi que Kyuhyun estaba preparando el desayuno ya que era fin de semana y no trabajaba. Sentí nauseas y  corrí al baño dejando a Kyuhyun preocupado. Desde ese momento me obligó a comer sólo cosas saludables y no nuevas para mi estómago.

Sólo sopas y purés, nada de mariscos o esas cosas raras que tanto me gustaba comer.

Pero hubo una tercera vez. Kyuhyun se estaba vistiendo para irse a trabajar. Se sorprendió al ver que estaba despierta pero era por ese molestar de nuevo. Y volví al baño para lo mismo de siempre. Pero esta vez sí nos preocupamos seriamente..

Yo y Kyuhyun.

-¿Crees que sea otra vez esa enfermedad? -Le pregunté muy preocupada. Recordaba que antes de desmayarme también me sentía igual y tan solo pensar que podría ser eso de nuevo me ponía de mal humor.

-No lo creo...pero no debo descartar la posibilidad -Hablaba como un profesional.

-Oh Kyuhyun... -Me quejé acostándome de vuelta en la cama.

-______, si es así no pasará lo mismo porque aún estamos a tiempo de que tomes medicamentos.

-¡Odio eso! -Me agarré la cabeza.

-¡_______! Todavía no sabemos si es o no es esa enfermedad. Ahora mismo podemos ir al hospital y hacerte un análisis, basta con uno de orina o sangre.

Pensé un rato y luego me vestí para ir.

Como aún era muy temprano muchos de los doctores y enfermeras de ese turno aún no llegaban. Fue el mismo Kyuhyun quien me sacó la sangre con mucho cuidado.

-¡Ya está! -Informó mientras me ponía un poco de algodón. -Lo mandaré ya mismo al laboratorio y pediré que para mañana me traigan los resultados... ¿________? -Me acarició la mejilla -¿Qué pasa? Ya te dije que...

-¡Lo sé! ¡Lo sé!...sólo que no sé lo que me pasa en realidad.

-Bueno, hoy llegaré temprano de trabajar... ¿Quieres que cenemos afuera? -Me sonrió con ternura para hacerme sentir mejor.

-Está bien pero ¿Me dejarás comer lo que quiero?

-Lo pensaré...

-¡Oh Kyuhyun! -Me quejé enfadada y justo en ese momento entraba a la habitación un doctor muy serio que nunca antes había visto. Nos fulminó con la mirada.

-Bueno, nos vemos -Apenas me despedí y salí lo más rápido que pude muy avergonzada.

Esa noche hicimos lo planeado y después de mucho rogarle a Kyuhyun me dejó comer todo lo quise. Luego caminamos por la playa (como de costumbre) y me hizo meterme al agua con mi vestido.

Al otro día cuando desperté Kyuhyun ya se había ido pero me dejó una nota en la mesa de la cocina. "Llego tarde. Olvide decirte que hay otra fiesta en el bar de Marcos...si quieres vamos. Te amo"