-21- Maraton |4/4|

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¿Recuerdas el día que me dejaste? Yukio....
























Bienvenido a tu cinta xdxdxd. Ya empiezo lean abajo :v

—•—

No todos somos malos por lo que somos, sin decidir antes.

—¡No lo hagas!— Bramé, había apuntado su espada contra mi y estaba bien lo destruido que estaba mi/su imagen; Ropa desgarrada, heridas frescas, cortadas profundas, ojos vacíos. Me negaba a creer que yo fuera capaz de hacer eso. Pero solo me ignoro.

Por más que gritaba no se inmutaba, me dirigí a el para sacarle MI espada pero mi manos lo atravesó. Sudando comprobé que no estuviera loco, pero una vez más, mis manos lo atravesaron. Era como ver una película, por más que le digas a los personajes que no vayan por ese camino no te escucharán.

Vi la cruz donde estaba clavado y aunque fuera una idea muy estupida me agaché a su nivel. Su ojos no miraban a un punto fijo y parecía que no estaba en si. No tenía colmillos ni cola: era como yo en un comienzo. Donde era un idiota inmaduro... Que estoy diciendo sigo siendo el mismo idiota inmaduro de antes. Y este idiota quiera olvidarse de su pasado y empezar de nuevo. Además quiero saber porque Yukio tuvo una hija tan joven, creo que al pobre se le rompió el coso. Ya saben... hablando de cosas que no debería que inteligente, probablemente mate a todos y hablo de cómo nació mi sobrina.

—Oye, escúchame— mis manos no atravesaron sus hombros como las manos de mi otro yo.—Tengo... No. Tenemos cosas que confesar.

—•—

Ya estaba viendo como los dos peleaban con violencia y rapidez. Pero se había quedado petrificado al ver los ojos de su hermano mayor: estaban ardiendo. Buscaba valor aparentando su pistola, arrepintiéndose de haber venido sin un plan en concreto. Suspiro relajando su respiración, y pensó que su hermano pudiera regresar. Y solo pasó esto porque su contraparte despertó, y la balanza se desequilibró.

—¡Nee-San!— gritó muy fuerte llamando la atención de los heridos demonios, pero las sonrisas macabras no tardaron en aparecer. Dos ataques a la ves fueron lanzados.

—¡Yukio aquí!— la voz de Kihe por fin se había escuchado que, desesperado, salgo sobre Yukio viendo como los ataques hacían grandes destrozos— ¿Que hace un humano en la pelea de dos demonios? ¡Eres entupido o un suicida!— Lo jalo fuera la batalla porque lamentablemente sería involucrado y por lógica ese hechizo no puede resistir para siempre, gasta una cierta cantidad de energía.

Lo siguió llevo a unos cuantos lejos de la zona de batalla, se podían ver cómo los árboles seguían en llamas mientras que otros batallaban para que las llamas no se quedasen, el portal fue destruido hace unos minutos por un fuerte ataque del menor. Los demonios débiles lo obstaculizaban y termino por quemarlos y destruirlos, junto con el portal.

—¿Puedes decirme cómo no te estás muriendo y asfixiando por el fuego?—. Pregunto recuperando el aire perdido.

—Un hechizo— Respondió más cansado que el cosa que noto.

—Que yo sepa esas cosas cansan—Respondió con cautela esperando la reacción del hermano de su amigo.

—No importan tengo que salvar a mi hermano— Respondió incorporándose al instante, trató de caminar pero una mano firme no lo permitió.

—No puedes volver allí.

—¿Por que?—. Lo miro desafiante.—¿Crees que me detendrás?

—Nunca dije eso— Suspiro— pero debes saber algo.— saco de su bolsillo el espejo que tanto le costó recuperar.— Este espejo es capaz de volver a Rin en humano— Mintió. De cierta manera.

—¿¡Encerio!?— Pregunto ilusionado acortando la distancias entre ellos.

—No cantes victoria para que funcione tiene que ver su reflejo y lo demás lo hará el espejo— Informó viendo como las rocas de aquel lugar donde combatían salían volando a lugares impredecibles.

—¿Tienes un plan para eso?

—Mas o menos.— Dudoso pensó si debía involucrarlo.

—Es nuestra única oportunidad—. Insistió.

—Hug... Esta bien, pero antes debes saber que manipularé a tu hermano...

—Mientras puedas salvarlo, te apoyare.

—Bueno si tú lo dices, Rin, tiene al ser mitad demonio y mitad humano tiene alma que yo soy capaz de manipular pero su parte demoníaca me rechazara, es decir, lo manipularé por un corto periodo de tiempo. Si fallamos no lo prosee hacerlo de vuelta.

—¿Y que pasan con satanas?

—Tranquilo este espejo tiene múltiples uso. Alguien ocupará ese lugar. Bueno nada más qué decir... ¿Estas listo?

Asintió y en el mismo instante echaron a correr devuelta de donde salieron, los terremotos al estar más cerca era mucho más fuertes que antes y eso dificultaba si paso, en especial para Yukio que se encontraba exhausto. Regresando a donde habían venido, vieron como los dos demonios se juntaron para chocar sus espadas a ver quién tenía más fuerzas de los dos...

—Nuestra oportunidad vamos.— Susurró saliendo disparado hacia el demonio menor. Los cuales se giraron demasiado tarde. Kihe había logrado tocar su frente colocar el espejo delante descifrando un hechizo en la parte trasera de este. Eran palabras impronunciable para un humano común, unas luces blancas daban círculos como un reloj rodeándolo , y un rugido con la luz cegó todo el ambiente. Un tigre blanco salió de un círculo mágico escrito con luz blanca y azul. Miro a todos lados buscando su enemigo, Satan. Y sorprendentemente era fuerte, muy fuerte. Capaz de distraer a Satan por un largo rato.

—¡Malditos!— Grito a los lejos, el tigre con sus duras garras habían perforado más la armadura de lo que ya estaba.

—¡Yukio ven!— respiraba cansado— Ayuda al tigre por las dudas—. Este asintió acercándose cerca del tigre.

—Vamos tienes ayudarlo, te lo ruego—. Cabizbajo se centró en inmovilizar a Rin pero era un trabajo muy cansador.

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En los comentarios voy a dejar un link para que puedan votar como quieren el final. Si pide contraseña es: "RinOkumura"

I'm fine -Ao no exorcist Donde viven las historias. Descúbrelo ahora