- No entiendo, por qué Gray-sama no puede querer a Juvia como Juvia quiere a Gray-sama. - La peli-azul bebió su quincuagésimo chupito de Vodka de la noche.
No era un misterio que desde la primera vez que se encontró con aquel pelinegro había caído ante sus encantos de manera casi inmediata e intentaba todo lo que estuviera a su alcance para que el sentimiento fuera recíproco. Sin importarle cuantas veces fuese rechazada, siempre emergía con más potencia; así era habitualmente, pero el último rechazo superaba a los anteriores.
- ¿Y si dejas de perseguirle?-Lucy pregunto dejando a un lado su copa.
Juvia la miró sin comprender, tal vez por la cantidad de alcohol.
- Tal vez si te separas de él un tiempo se dé cuenta de sus verdaderos sentimientos. - La rubia bebió otro poco de Vodka. - Ya sabes lo que dicen, no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.
Juvia fijó su vista en la nada. Desde que lo había conocido no se separaba de él por más de un día. ¿Sería capaz de desaparecer de su vida? ¿Lo haría aun cuando no existía una alta probabilidad de que su plan saliera exitoso? ¿Qué haría si Gray se encontraba una novia en el tiempo que no estuviera a su lado? Su cabeza daba vueltas, muchos contras... pocos pros...; pero si todo salía bien lograría alcanzar su deseo.
- Recuerda - siguió Lucy - es mejor intentar y fallar que nunca tratar.
Y eso fue la gota que derramó la copa, Juvia bebió hasta el fondo su cerveza y respondió segura.
- Claro que puedo.
Lucy rió y comenzó a festejar. - ¡Misión Gruvia en la mira!
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Misión: Gruvia
FanfictionLuego del mayor de los rechazos por parte de Gray, Juvia decide llorar sus penas en los hombros del alcohol. Cuando llega a Quentin's Bar se encuentra con Lucy quien, luego de escuchar sus angustias, le propone un plan: poner distancia entre ellos...