Misión: Gruvia

Misión 11: Verdades y regaños.

“Genial” Fue lo primero que pensó, y el sarcasmo no era en vano.

¿Por qué diablos estaban esos cuatro ahí? Si iban a espiarles, ¡ELLOS NO TENÍAN QUE NOTAR SU PRESENCIA! Pero no, el idiota del Redfox tenía que gritar y revelarlo todo. Esta vez lo mataba ¡De eso seguro!

Más tarde lidiaría con el asesinato de su amigo, ahora debía centrarse en algo más importante, Juvia. Desde que el imbécil de Gajeel había descubierto su mentira a pleno pulmón la Lockser no se había movido ni un milímetro, se mantenía estática, ahogando el grito con sus manos y los ojos abiertos de par en par.

Se removió el pelo nervioso, solucionar esto no iba a ser sencillo.

— Esto, Juvia… yo… — No encontraba las palabras.
La opción de decir que Redfox se equivocaba ya había quedado descartada, no existía forma de que se creyese eso luego de ver su reacción. ¿Y si solo le contaba la verdad? Se encontraba en este lío por una mentira, decir otra no lo ayudaría a salir, solo le enredaría más.

— ¡Ahg! — Removió nuevamente su cabello y, cogiendo a Juvia de la mano salió a toda velocidad del lugar. La chica no se soltó pues figuraba que contarle todo frente a miles de personas no era la mejor opción, y menos para alguien como él.

Llegaron a un pequeño parque, casi desolado pues la mayoría de los visitantes estaban en el show, y buscaron un banco en la sombra.

— Lo que dijo Gajeel es cierto. — Gray habló luego de uno segundos de sentarse la peli-azul, el decidió quedarse de pie frente a ella. — En realidad si recuerdo todo lo que pasó esa noche.

— ¿Por qué me mintió? — La sorpresa ya se la había llevado cuando su mejor amigo lo había gritado a todo pulmón, ahora solo quería saber el porqué. — ¿Por qué me dijo que no recordaba nada?

— Tenía miedo. — El Fullbuster había decidido ser sincero.

— ¿Miedo?

Asintió. — Digamos que en estos últimos meses he tenido sentimientos encontrados, unos que nunca había sentido. — Se vio reflejado en los orbes azules de la chica, ella le estaba prestando atención y le dejaría hablar hasta el final sin interrupción alguna.

— Cuando dejaste de perseguirme y pegarte a mi cada vez que podías me sentí solo; pensé que era por la costumbre de que siempre estuvieras a mi lado. Luego, me sentí molesto cuando te vi junto a Lyon, nuevamente lo atribuí al sentimiento de pérdida; pero cuando te vi siendo besada y abrazada por el afeminado pelirrosa — Hizo énfasis en el insulto. — me di cuenta que en realidad estaba celoso. Tu actitud fría hacia mí mientras cuidabas mis heridas y tu ida acto seguido fueron el detonante. Tenía miedo de que, al cruzar esa puerta, te perdiese para siempre.

— ¿Por eso me detuvo? — El Fullbuster asintió, un poco avergonzado. Juvia iba entiendo todo, poco a poco todo cobraba sentido.

— Que te enojases como lo haces conmigo, que le dedicaras todo tu tiempo, que le sonrieras, que amases a alguien más era algo que no podría aceptar. Me di cuenta que no te veía como una simple amiga.

Ante aquella declaración Juvia solo pudo ocultar una naciente sonrisa. ¿Acaso eso significaba que la amaba también, de la forma en que ella lo hacía? Pero, si era así, ¿por qué ocultar entonces la verdad hasta este punto?

Gray la miró y, como si le leyese la mente respondió. — Nunca he sentido eso que llaman “amor”. Odiaría hacerte ilusiones y decirte que te quiero, solo para luego descubrir que no era cierto y romperte el corazón. Ur, ni mi padre, me lo perdonarían. Por eso te mentí, no te diría nada hasta aclarar mis sentimientos, pero… ya vez como terminamos. Espero que me comprendas…