Misión 05: ¿Fiesta + alcohol + Gray = Celos? (Primer trago)

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 Genial, simplemente, ge-ni-al. Juvia se decía internamente. Estaba atrapada en la maldita caja de metal con Gray-sama nuevamente. ¿Por qué tenía que estar ocurriendo esto cuándo Juvia tiene que mantener DIS-TAN-CIA? ¿Por qué cuando no existía nada que le impidiese a Juvia  viol… abrazar a Gray-sama no pasaba?

Mientras la peli-azul mantenía su discusión interna, Gray chocó sus manos al recordar que había olvidado mencionarle algo importante a Lucy. Podía decírselo la próxima vez que se encontraran o llamarla por teléfono pero, tenía que terminar de probar los nuevos arreglos del juego y eso se tomaría mínimo todo el día encerrado en la sala de prueba. Si tuviese una forma de hacerle llegar el mensaje…

— Maldita sea mi suerte. — Juvia susurró lo suficientemente alto como para que Gray la escuchase y la idea de utilizar a la peli-azul como mensajera le vino a la cabeza.

La pregunta ahora era ¿cómo? Sonará poco creíble, pero el Fullbuster se sentía raro con el reciente e imprevisto cambio de actitud de la Lockser; tanta “libertad” se le estaba haciendo paradójica. Durante las últimas tres semanas solo sabía de ella por verla en los descansos y en las reuniones.

— Juvia, — La llamó rascándose el cuello un poco nervioso, normalmente no se sentiría así hacia su acosadora personal pero la situación ya no era la usual. — ¿Puedes decirle a Lucy  que Lyon está de vuelta en la ciudad y piensa dar una fiesta?

La peli-azul asintió en trance a la vez que las puertas se abrían, permitiendo a Gray dejarla sola, a ella, una caja de metal y su fiesta; porque sí, eso es lo que hacía cada vez que el pelinegro le dirigía la palabra desde aquella noche.
Finalmente llegó a su piso pero la Lockser seguía por las nubes, hora mismo pudiese aparecer un dragón que ella ni cuenta se daría.

— Igneel… — una voz se alzó sobre el ruido — ¿Qué te trae por aquí viejo amigo?

Juvia siguió de largo, ignorando la entrada de cierto magnate empresarial al despacho de Laxus, hasta llegar a su asiento y recibir un golpe contra la realidad, literalmente.

— ¡Maldita sea, Lucy-san!— Se quejó ya de vuelta en su sitio—  ¿Por qué tienes que ser tan agresiva?

— Lo siento, lo siento, solo… ¡estoy emocionada!

Juvia la miró sin entender— y queriendo devolverle el golpe contra el escritorio—. Su amiga seguía dando vueltas en la silla, como niña pequeña, provocando que la peli-azul comenzara a hacer funcionar su cerebro en busca de respuesta.

Fue cuando su pantalla se prendió y vio la fecha que se dio cuenta del motivo de su felicidad.

— Hoy es viernes… — Suspiró, su amiga seguiría siendo adolescente hasta que tuviera hijos… mejor, bisnietos. — Por cierto, Gray-sama me dio un mensaje para ti.

Lucy elevó una ceja. — ¿Gray decidió comenzar un conversación contigo?
Juvia asintió, aumentando la felicidad interna de su amiga, quien la cogió de manos sonriendo.

— Eso es muestra de que nuestro plan está marchando bien. — Soltó una carcajada. Su amiga no mostraba la misma emoción. — ¿Por qué no estás feliz?

— Porque fue solo para dejarme un recado para ti, si no se le hubiese olvidado decírtelo tal vez ni notase que estaba también en el elevador… — Dijo sin ánimos.

— Juvia, relájate, sabes lo idiota que es Gray. — La reconfortó. — Además, qué tenía que decirme.

— Que un tal Lyon piensa dar una fiesta y que estás invitada.

La Heartfilia se quedó callada unos segundos, sorprendiendo a su amiga, quien esperaba un mega-súper grito por su parte ya que mencionarle la palabra fiesta a Lucy un viernes solo traía sordera.

Misión: GruviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora