El cielo se empezó a tornar más brillante poco a poco, empapandose de una gama cálida de colores resaltando su belleza. Y la luz que atraviesa esa gran ventana se hace más intensa y sus ojos empiezan a brillar cada vez más. Una expresión triste y cansada se mostró en el rostro de aquel joven. Era muy temprano cuando abrió los ojos y fue recibido por un ambiente sombrío. Esa pesadilla de nuevo. No pudo conciliar el sueño una vez más, trató de despejar su mente, sin embargo el resultado sólo se burló de sus esfuerzos cuando a su mente los momentos que vivió junto a ella lo golpearon con más fuerza.
Giró su cabeza hacia la derecha donde se ubica su reloj digital colocada encima de una pequeña cómoda de tonos marrones; las seis con diez minutos, ya era hora de levantarse; y estar mirando el techo de su habitación por demasiado tiempo le resultó muy aburrido. Talvez la caminata que haría para dirigirse a su preparatoria lo relajaría de todos esos pensamientos sobre ella.
Después de asearse y vestirse con el uniforme de la preparatoria a la que asiste se encaminó a la primera planta de su casa con dirección a su cocina para prepararse un sencillo desayuno.
Buenos días.-dijo a la nada con un rostro inexpresivo. "Como si alguien me respondería".
Al terminar de comer, agradeció por los alimentos, cogió su maleta y tomó rumbo a su centro de estudios.
Su camino a la preparatoria fue lento y triste mientras repasaba otra vez algunos hechos de su vida. Al parecer no podía desechar sus pensamientos con la totalidad que el quería, y eso le llevó al origen de su salida temprana a la preparatoria, ella.
Pensar en ella no era el problema en sí, pero cuando llegaba de nuevo a su mente, dos personas más se hacían presentes, y la falta de estas en su vida lo hacían sentir muy solo.
Aún recuerda con exactitud cómo fue que perdió a cada uno de ellos. Y sus rostros sin algún signo de vida lo atormentan en muchas ocasiones. Su respiración se volvió errática, sus pupilas se dilataron, perdió fuerza en las piernas y empezó a temblar un poco mientras sentía que se desvanecía.
Beep Beep!!!
El claxon de un auto lo hizo regresar en sí. Estos ataques a menudo le pasaban cuando pensaba mucho en todos ellos, y en su comienzo fue algo difícil manejarlo, pero con ciertas ayudas que recibió fue mejorando poco a poco. Tampoco es como si pensara en ellos a cada momento de su vida, pero cuando empezaba una vez, era así durante casi todo el día. Tomó unas bocanadas de aire y empezó a calmarse, pasó aproximadamente un minuto que se tomó para relajarse y el joven retomó su camino.
Al llegar a la preparatoria , avanzó a paso lento en dirección hacia su salón del club de literatura. Si bien no era un amante de la lectura, le gustaban muchas obras y eso le daba un incentivo para unirse a dicho club, y más aún si solo eran dos miembros contando con él. Claro que para funcionar se necesitarían más miembros, pero los otros solo eran miembros de nombre, jamás asistían, solo se unieron como un favor. Así mismo, estar en ese ambiente lo relaja muchísimo, tanto así que en diversas ocasiones ha podido dormir en aquel salón sin ninguna clase de pensamientos sobre "ellos".
Cuando alzó la mirada ya se encontraba frente a la puerta del club, por un momento se había distraído y cuando volvió en sí ya había llegado a su destino, tomó el pomo de la puerta, la abrió, y observó por unos segundos el interior, y se adentró al salón, cerrando la puerta caminó hasta estar cerca de la mesa y la observó. Siempre era la primera en llegar, es por eso que siempre se dirigía directamente al club sin pedir las llaves al salón de los profesores, aún si era muy temprano, ella ya estaría ahí.
Su cabeza se encontraba recostada sobre sus brazos, mientras que estas lo hacían en la mesa. Su rostro pacífico con esa dulce sonrisa siempre grabada, sus cabellos azules que son iluminados por la luz que traspasaba la ventana que se encontraba al lado de ella, y esos leves ronquidos, la hacían ver muy tierna mientras dormitaba. Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del joven, siempre era agradable verla, él diría que en parte, es ella la razón por la que siempre viene a este salón además del ambiente claro está.