Después de salir de la heladería, Satoshi de nuevo cogió la mano de la chica, y la dirigía a otro lugar.
-¿A dónde me llevas ahora?.- dijo la rubia.
-Solo acompáñame.- le reprimió el azabache.
-P-pero tengo que esperar a mi hermanito.- dijo aquella chica de ojos verdes.
-Está bien, pero voy a acompañarte hasta allá.
-¿Eh? ¿Porqué? Deja de ser insistente por favor.- dijo ella.
-Ok, me voy a ir.- habló el chico.
-No creo que vuelva a verme.- habló despacio y en voz baja.
Narra Lillie.
¿Adónde me lleva? Este chico.....su mano....es muy suave y cálida, puedo sentir seguridad en él. No puede ser... mis mejillas, mis orejas, mi rostro...estoy...ruborizada.
"Llegamos a, una heladería".
-Porqué me trajiste a este lugar?.-.le pregunté a aquel chico de ojos marrones.
-A comer hamburguesa.- me respondió de manera sarcástica. "Idiota".
-Yo solo te pregunto por que no puedo pagarlo, necesito guardar.
-Yo te voy a invitar, Lillie.- dijo el de ojos de color chocolate. "Cuando dijo mi nombre, mi corazón se aceleró, ¿no sé porque?"
De nuevo cogió mi mano y me llevó a pasar adentro. Cuando llegaron a atendernos, no dije nada, pero este chico pidió por mi. Después de unos minutos, nos entregaron los helados.
-Lo siento, pero no puedo comer este helado, no hay ninguna razón por la cual usted tenga que invitarme algo.
-Solo come, sino no me iré hasta que acabes.- dijo este persistente.
-Entiendo, me comeré este helado.- dije señalando. Pero cuando salgamos de acá- fui interrumpida por él.
-Está bien, está bien. Solo come tu helado, o prefieres que yo te lleve el helado a la boca.- a pesar de que eso es decir algo vergonzoso, al menos yo lo creo así, lo dijo con total seriedad.
-Yo puedo comer por mi propia cuenta.
-Eres muy interesante.- agachando su cabeza hacia la mesa. Cuando hizo eso, pude ver que en él había mucha tristeza, no sé como pude, pero, creo que más bien, pude sentir la tristeza que él sentía.
Después de que él y yo termináramos de comer, el fue rápidamente a cancelar lo consumido. Y cuando salimos del establecimiento cogió mi mano y estaba dispuesto a llevarme a otro lugar, pero me detuve, y es que ya no quiero causarle problema a alguien más.