-Entonces que eres si no.- le dije muy retador.
-Soy una hermosa chica, quien debe conocer muy bien con la persona que va a estar toda la vida.- dijo con mucha confianza.
-¿Te refieres a estar conmigo para siempre?-
-¿A quién más?.- dijo muy segura de sí misma.
-Eso no sería amor, apenas nos conocimos ayer .- Dije, pero el amor es muy difícil de conprender.
-El corazón de una chica a veces cambia muy rápido.- dijo dibujando en su rostro una sonrisa.
-Oye Satoshi.- escuché otra voz femenina llamándome.
-Oh! Chica del-Serena, ¿en qué acordamos?.- dije tratando de que no me hable y siga su camino.
-No podré cumplir mi promesa.- dijo impactándome .
-Está bien, puedes hacer lo que quieras.- le dije resignándome. "Pero que día tan complicado".
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Todo el día seguía algo molesto, Serena y Miyamura no paraban de hablarme.......y Hikari se apegaba mucho a mi lado. Que suerte que ya terminaron las clases de este día, aunque no sea mucho tiempo, tendré que disfrutarlo.
Seguía mi camino de regreso a casa y de pronto escucho el grito de una chica pidiendo ayuda en un callejón. No dudé en ir a ayudarla, bueno para ser sincero si dudé, ya que cada quien con sus problemas, pero no se como, esta vez sentí que mi corazón decía: ve y ayudala, deja de ser un idiota.
-Suéltala.- dije y pude ver que era aquella chica de la mañana.
-¿Quién eres tu para darme ordenes?.- dijo el hombre agresor con un tono retador.
-¿Que quién soy? Yo....soy un idiota que ha venido a ayudar, y ¿no se por qué?.- dije ante toda es provocación.
-Aunque sea reconoces que eres un idiota, ya que venir aquí e intentar ayudar a alguien ha sido lo más tonto que hayas podido hacer en tu vida.- dijo aquel hombre con una sonrisa burlona.
-No me ayudes, solo vete, te hará mucho daño.-esta vez dijo aquella chica.
-Callate!!!! Yo veo lo que hago.- dije y ella solo se quedó sorprendida y preocupada.
-Eres muy valiente, pero eso no será suficente.- dijo en tono burlón.
Inmediatamente corrí hacia donde estaba aquella chica, me puse delante de ella, se que no tengo mucha fuerza, puedo hacerle frente, pero no quiero que me miren pelear, así que opté por una opción muy riesgosa.......dejar que me golpeara.
-Ahhhh!!!!.- gritaba del dolor.
-Para por favor, ya no le pegues más.- decía aquella chica en mi defensa.
Yo solo me quedaba plantado para que me golpearan, hasta que ¿paró?
-Lo siento.- dijo él. "¿Lo siente?". Yo sufro de problemas psicológicos, es por eso que estaba fuera de mí mismo. Y se retiró corriendo " menos mal" ya no podía más y caí al suelo, mi cabeza daba vuelta y me desmayé.
-Oye......oye, oye!.
