Bittersweet - League of Legends

2. Otra Vastaya

~Narra Xayah~

—Rakan... Yo.. .-Cogí el ramo de flores, miré a Rakan sonrojada, se acercó a mí y me abrazó.

No sabía cómo sentirme, ni que decirle. Yo le he hablado borde y el me ha traído un detalle, incluso se tuvo que meter en alguna pelea por ello. Sinceramente no me lo esperaba. Al fin vino a mi cabeza algo que decirle, pero derrepente, una chica salió de los arbustos y cayó exahusta al suelo, estaba algo sucia, tiene que haber estado un rato corriendo. ¿Que quién era? Ni idea. Pero Rakan si parecía conocerle, pues el se acercó y se agachó a su lado.
Era una chica preciosa. Su piel era blanca, tan blanca como las ocho, no, nueve colas que le perseguían. Su pelo, negro y largo, estaba recogido con una trenza. Su cabeza estaba coronada por dos orejas de zorro. Sus ojos estaban rasgados, y tenían un tono dorado, como los de un gato. En su cara tenía 3 marcas a cada lado. Usaba una falda muy corta, demasiado corta.. y la parte superior de su vestimenta no cubría su escote. Era una vastaya.

—¿Cómo te llamas? .- Pregunté interrumpiendo su conversación mientras me acercaba a ellos.

—Me llamo Ahri. Tú debes de ser Xayah, ¿Me equivoco?.-Respondió mirándome con cara de preocupación.

—Sí, así es.. .-Respondí.

Juro que la chica era hermosa, ¿cómo es que me conocía?

—¿Qué demonios te ha pasado? .-Pregunté con curiosidad.

—Xayah, ella también es una vastaya, cosa que creo que ya has deducido, por lo que es perseguida por personas, igual que nosotros. Tenemos que ayudarle. .-Me contó Rakan.

—¿Enserio me vas a poner en ese compromiso?. -Pregunté de nuevo.

—Estoy segura de que a ti no te gustaría pasar por lo que estoy pasando yo. -Me dijo Ahri.

—¿Por donde, por delante de mi casa? .-Vacilé.

Ambos me miraron, sabía de sobra que había hecho un chiste malísimo, espero que no se haya molestado mucho, por que en realidad si que quiero ayudarle, no me gustaría que empezáramos con mal pie.

—Xayah .-Me llamó Ahri, interrumpiendo mis pensamientos.

—¿Me dejarías entrar en tu casa? Me gustaría ducharme y cambiar mi ropa...-

Le miré con cara indiferente. No me caía mal, pero no la conozco de nada, no se que intenciones tiene. Creo que notó que iba a negarle la entrada, entonces, sus ojos se tornaron a un color rosa. Su mirada.. sentía como si me estuviera.. ¿Enamorando? Pero que mierd..-