Ángel y Demonio

Duérmete

Narra Demonio

-Psst... Demonio...

Ugh, no de nuevo.

-¿Qué pasa... Ángel? -logro decir medio dormido-
-¡Creo que tengo algo!

Doy un gruñido y me doy la vuelta.

-A ver, ¿qué?
-Si juntas las primeras letras de todas las palabras, ¡hay un mensaje!
-¿En serio? -dije, pero luego me detuve- ¿Como la otra vez?
-No, esta vez es distinto...
-Dame eso -digo, mientras le quito el libro de las manos- ¿Psqtd...? -digo, pero me interrumpo antes de leerlo todo- ¿Ángel, te encuentras bien?
-....no... -una sonrisa nerviosa se dibuja en su cara-
-Mira, sólo vayamos a dormir, mañana será un grandioso día, blá, blá, blá.
-Pero...
-Duérmete.
-¿Y si... no quiero?
-¡DUÉRMETE!

Un silencio incómodo reinó la habitación. ¿Acaso le acabo de gritar al ángel? Nonononon-

-¿De... monio? -me doy la vuelta para mirarlo- ¿Ayúdame? -su mano estaba cubierta con una sustancia negra que lo arrastraba a la cama-
-¿De dónde... sacaste eso?
-Es tuyo -dice con una mueca de dolor en su cara- ¡Auch, auch, duele!
-¡LO SIENTO! -digo mientras la sustancia desaparece- ¡EN SERIO!
-Auch... -dice, sacudiéndose la mano- ¡No vuelvas a hacer eso!
-¡Ni siquiera sé cómo lo hice!
-¡¿Cómo no lo sabes?!
-¡NO SÉ!
-¡¿CÓMO?!
-¡NI IDEA! -grito mientras veo que la magia se acerca por la espalda del Ángel- ¡¡CUIDADO!!

Lo empujo, y los dos caemos en el suelo. La magia se pasa arriba de nosotros en línea recta.

-Creo que... Deberíamos dormir ahora...
-Sí... -Se voltea- Creo que sí...
-Al fin...

Me acuesto y cierro mis ojos, finalmente... Pero luego escucho un fuerte gruñido y una explosión.

-¿Le diste?
-¿A qué?
-¡LE DISTE! -Se para y sale corriendo hacia la fuente del ruido- ¡OTRA PIEZA!

...Parece que nunca podré dormir.