Otra vez...

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Ninguno de los músculos de mi cuerpo reaccionaba, creo que el único que lo hacia era mi acelerado corazón. Junté todas mis fuerzas para tratar de moverme, pero fue en vano. Las lágrimas seguían cayendo, trataba de pensar que todo esta era otro sueño; pero todo se sentía demasiado real, no quería creerme que iba a terminar allí, que iba a morir. Probablemente a nadie le importara, e incluso estuvieran mejor; aunque no me impresionaría, igual dolía. El que todos aquellos por los que te preocupabas, a los que ya querías, a los que apreciabas y admirabas desde lo más profundo, no les importarás nada. Que estarían en tu funeral, y que los discursos fueran huecos, sin sentimientos, copiados de algún lado; que eran más importantes los resultados de los partidos de fútbol, que tu vida. El no conocer a mi sobrino, que aunque no quisiera a su madre, seguía siendo de mi sangre y no tenía culpa de nada. Miles de esos pensamientos estaban en mi mente ahora, en mis momentos de agonía, en los que se suponía que recordaría todos los momentos lindos que había vivido; el problema era que yo no recordaba ninguno que no fuera mentira. Mi mente me deprimía aún más.

El aire abandonó mis pulmones,y sentí como mi cuerpo se desvanecía,todo estaba negro, y tal vez nunca cambiaría.

Narra Nathan:

Había tenido que ir a dejar a Dany a su casa, porque no quería irse sola y no íbamos a salir esa noche. Las ganas vomitar cada vez que se acercaba, eran inevitables. Con el sólo olor a su tintura barata era suficiente, pero agregándole el de su perfume era insoportable. Estábamos sentados en mi auto, había silencio y todo lo que quería hacer era saltar del auto; yo iba manejando, mientras ella miraba al frente con una cínica sonrisa en su rostro. -Sabes que si le cuento lo que pasó esta tarde, no se pondrá feliz- Cada palabra que decía con su irritante voz, me daba arcadas. Ella era despreciable. No suelo decir esas cosas, pero ella era especial, y no en el buen sentido. No quise responder de ninguna forma, sabía que con lo que habíamos discutido, podían haber horribles consecuencias, no iba a arriesgarme a que fueran peores. Seguí manejando por las calles de la capital, que extrañamente estaban vacías.

Después de quince minutos de estar conduciendo, ya estábamos frente a la puerta del lujoso edificio en el que ella vivía. Si la hubiese visto por la calle, no me hubiese imaginado que viviera en un lugar como este, pero ya lo había visto en ocasiones anteriores, así que no me sorprendió. Ella se giró hacia mi, se acercó e inclinó tratando de atrapar mis labios en un beso, pero yo la esquivé girando mi cara, para que besará mi mejilla. Bufo molesta, antes de bajarse del auto, y cerrar la puerta de golpe. No quise esperar más antes de encender el motor nuevamente, y comenzar a conducir a casa.

Estaba cansado de todo esto, de tener que ser el que se sacrifica por el resto, pero por otro lado, no dejaría que nadie más se sacrificara. Era terrible, no se lo deseaba a nadie, pero claramente nadie lo sabía; tampoco sabían que Dany era mi "novia", además de ______, pero eso lo tendría que resolver pronto. Pensar en la pelea de la tarde, me irritaba; ella se enfureció por que yo deje a ______ tratarla mal, siendo que ella no tiene ningún derecho de tratarla así y mil cosas por el estilo. Era increíble el que me reclamara eso, porque a decir verdad, ella no era la mejor persona del mundo, no estaba no cerca.

El resto del camino hasta la casa fue tranquilo, no había ruido alguno además de las ruedas sobre el asfalto, y el poco viento que soplaba afuera. Apenas llegue, estacione rápido para luego bajarme de un salto del auto. El sólo pensar en estar con ______ me emocionaba enormemente. Había algo en ella que me encantaba, y que me causaba revuelo en mi estómago. Cada vez que pensaba en ella, y en lo que me hacia sentir era más claro que estaba atraído; pero no estaba seguro si me gustaba, al menos no todavía.

Abrí la puerta, y la cerré tras de mi. Camine hacia el sillón donde solía estar ella, recostada viendo televisión, leyendo, o simplemente durmiendo; pero ella no estaba. Camine un poco más, para encontrarme con la horrible escena.

Learn to Love (Nathan Sykes y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora