1. Un Vacío.

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Kiara Davis

No sabría explicarles como es que llegué aquí. Ni mucho menos poder expresarles como me siento en estos momentos. Solo sé que me hace falta algo y desde que me dieron la noticia no he dejado de pensar en ello. Quizá necesite un nuevo par de zapatos para la blusa purpura que me compre el otro día, o tal vez debería salir de paseo a un lugar turístico como... ¡No! No es eso, pero entonces ¿qué es lo que me hace falta?

El color negro siempre me ha favorecido en cuanto de vestidos se habla, sin embargo, el usarlo en estos momentos no me hace sentir tan cómoda, sobre todo entre toda esta gente hipócrita que se encuentra aquí hoy. Según sé, la mayoría de las personas se encuentran aquí por el dinero de mi abuela Margaret, sobre todo sus hijos incluyendo a mi padre. Solo esperando la oportunidad de arrebatarle todo lo que ella había ganado gracias a sus esfuerzos.

Estúpida gente ambiciosa.

No puedo creer que este lugar esté infestado de parásitos, deberían de haberles impedido la entrada.

En fin, creo que no vale la pena pensar en ello ya estando todos aquí, mejor me concentro en lo que me pondré mañana para la fiesta que organizarán para el comienzo de las vacaciones de invierno. Creo que tendré que ir de compras después de salir de aquí, no tengo nada para usar. Podría buscar en el fondo de mi armario ropa vieja que casi no uso, pero de solo pensar el desastre que armaría en mi cuarto me daría tanta flojera volver a reacomodar todo.

El regreso a casa es silencioso lo cual agradezco, prefiero enfocar mi mente en otra cosa. En cuanto llegamos soy la primera en bajarme del auto, buscar entre mi bolso negro las llaves de la casa y abrirlas evitando cualquier contacto con mis padres. El aura que emanan es extraña que no quiero contagiarme de ella. Llego a mi habitación, azoto la puerta con fuerza y me dejo caer en la cama, comienzo a quitarme los tacones con mis mismos pies dejándolos caer al suelo.

Resoplo.

Como me gustaría meterme a la boca un maldito cigarrillo en estos momentos, pero si lo hago papá va a matarme si me ve fumando y quiero evitarlo a toda costa.

Me concentro en mi plan de ir de compras para lo de mañana, quizá eso ayude a despejar mi mente. Comienzo a quitarme el vestido dejándolo en la silla de mi pequeño escritorio, voy a mi armario y saco ropa limpia, me cambio y por último dejo caer en mis hombros mi cabello despeinado luego del apretado chongo que mi madre me había echo.

Tomo mi celular, algo de dinero que mi padre me manda mensualmente y mis llaves y salgo de mi habitación. Bajo las escaleras con cuidado de no hacer ruido hasta llegar a la puerta de la casa.

—Ya es bastante tarde para salir. —escucho la voz de mi padre detrás de mi.

—Solo voy a tomar aire. —respondo sin ganas. Sin pensarlo dos veces abro la puerta y salgo de la casa con determinación escuchando detrás de la puerta los pasos de mi padre luego de azotarla.

—Deja que lo asimile. —escucho que dice mi madre a lo lejos. No me detengo a indagar más en la conversación que se ha formado entre ellos dos ya que seguramente se creará una discusión entre ellos, así que ya sé en que acabará.

Bien, ahora tengo que conseguirme un transporte.

Espero en la estación de autobús sentada en la banca. Me cubro bien con mi abrigo del frio de invierno que se avecina mientras espero. El bus llega por fin, me subo a él pagando mi pasaje y en seguida me dirijo a sentarme en un asiento vacío. Agradezco en no ser la única persona abordo ya que es bastante noche y pueden ocurrir cosas peligrosas. Cuando llego a mi parada, bajo del bus y entro al centro comercial; dentro es más cálido y agradable, así que me desabotono los botones de mi abrigo y comienzo a indagar por las tiendas.

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