A ChanYeol jamás se le pasó por la mente que asistir a clase de Pociones ese martes fuese a traerle tantos problemas. Él siempre fue un buen estudiante, después de todo, nunca antes tuvo miedo de lo que pudiese encontrarse al fondo de un robusto cal...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
💧💧💧
JongDae se siente cansado. Piensa, aunque no es más que un exagerado en realidad, que no hay persona dentro del castillo que pueda sentirse más agotada que él, emocional y físicamente hablando.
Todo es culpa del idiota del profesor Slughorn, que a él muy poco le importa si es su Jefe de casa o no, porque no ha sabido ganarse su respeto como maestro y mucho menos como mago. El hombre le parece un total cobarde, además claro está, de un inútil, aunque ciertamente eso sea gracias a Yixing, con quien JongDae pasa la mayor parte de su tiempo desde que se convirtió en un estudiante de Hogwarts seis años atrás pese a ser un año menor. Que Zhang hubiese tenido que recursar algunas materias debido a que ciertos profesores no soportaban su actitud y lo suspendieron, únicamente logró hacerlos más unidos, pese a que era verdad que había ocasiones en que JongDae se escondía tras un papel tapiz del séptimo piso para no tener que ver al azabache, pues no importaba que durante un par de generaciones su familia hubiese sido toda de magos, Yixing sabía de la existencia de un par de defectos en la honorable familia Kim y, en sus peores días, incluso encontraba la manera de herir profundamente con sus crueles palabras al que se suponía era su mejor amigo.
Pero el punto no es ese, pues no es la intención de Kim JongDae revelar la faceta más cruel de Zhang Yixing, sino continuar culpando a Slughorn de su agotamiento; pues pese a que los entrenamientos de Quidditch eran cansados, había sido él a quien se le había ocurrido destapar el caldero con esa estúpida poción de amor dentro, canturreando con voz alegre que el aroma era diferente para cada persona.
Y desde que JongDae reveló lo que había olfateado de esa estúpida poción en el gran comedor, con los delineados ojos mirando a un Hufflepuff adentrarse en el gran comedor, había perdido la capacidad de dormir.
Porque no podía ser posible, porque tenía que tratarse de una mala broma. Porque era imposible que él, Kim JongDae, sintiese atracción hacia alguien tan ridículo. Ni hablar de... de amor.
Patrañas, gruñó. Con las manos empuñadas dentro de la túnica, acelerando el paso a su destino y procurando que nadie lo estuviera siguiendo.
Solamente dos personas por casa eran elegidas como prefectos cuando comenzaban su quinto año en Hogwarts y, claramente, él no fue uno de ellas. Park ChanYeol y Byun BaekHyun habían sido los elegidos, el segundo dada la preferencia que el jefe de casa siempre le había tenido, y el primero por el simple hecho de ser jodidamente excelente.
En un principio a JongDae le había molestado muchísimo no poder figurar ni siquiera como un candidato debido a sus notas, pero cuando Yixing decidió compartir con él algunos de los privilegios que los prefectos tenían, se relajó notoriamente.
Los malditos baños eran su parte favorita. Claro que había duchas en la sala común de Slytherin, pero no había nada como la enorme tina de agua caliente y perfumada donde solía acudir cada vez que necesitaba relajarse con urgencia. Se paró frente a una puerta con una sonrisa, pronunciando en voz baja la contraseña para poder adentrarse en la inmensa habitación.
