A ChanYeol jamás se le pasó por la mente que asistir a clase de Pociones ese martes fuese a traerle tantos problemas. Él siempre fue un buen estudiante, después de todo, nunca antes tuvo miedo de lo que pudiese encontrarse al fondo de un robusto cal...
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Si fueran sus compañeros quienes preguntaran, ChanYeol respondería que su lugar favorito en todo el castillo es ese rincón de la sala común de Slytherin en que suele sentarse a leer antes de irse a dormir. Ese mismo cercano a la chimenea sobre la hoguera, ese sofá de cuero pegado a la ventana con una maravillosa vista de las profundidades del lago negro donde de vez en cuando se cree ver señales de vida del calamar gigante.
Y si se le preguntara por qué, entonces respondería que debido a la calma que el lugar manifiesta. El sonido del agua golpeando el cristal, la tranquilidad que le proporciona saber que la ventana nunca se romperá, lo mullido del sofá pese a su estirada apariencia y lo cálido del fuego, pese a tratarse de una habitación sumergida en el agua. Estaría mintiendo, sin embargo, porque como pocos saben y Byun BaekHyun extrañamente es conocedor, ChanYeol no sabe nadar y le aterroriza la idea de sumergirse en el agua por más de dos segundos en el baño de prefectos del quinto piso.
En realidad su lugar favorito es ese, aunque pocas veces por semana tiene la oportunidad de frecuentarlo debido a sus obligaciones: Se trata de la Torre de astronomía, misma a la que se escabulle en ocasiones al anochecer para contemplar las estrellas.
Pese a lo deslumbrante y hermoso del cielo encantado del gran comedor, ChanYeol prefiere ver el cielo nocturno natural y contemplarlo tanto como le es posible, pues cree que existen pocos escenarios tan bellos como aquel y desafortunadamente son pocos quienes lo aprecian con la misma intensidad.
Es su sueño, conocido únicamente por él y su gato Toben, nombrar una de esas brillantes estrellas algún día y... Ahora que su corazón se encuentra torpemente enamorado pese a lo difícil que todavía le es aceptarlo, ChanYeol tiene en mente un nombre en específico para una de ellas.
Recargarse de espaldas contra el balcón y levantar la mirada al firmamento era una de sus cosas favoritas, y se tomaba la libertad de hacerlo dado que a esas horas se suponía que ya todos debían estar camino a sus salas comunes y a nadie le interesaba visitar esa maldita torre en días tan fríos como aquel.
A nadie salvo a alguien con quien parecía tener más en común de lo que creía, por más que sus tipos de sangre fueran distintos.
ㅡMierda. No sabía que había alguien, volveré después... ㅡ Casi al instante en que empujó la puerta para abrirla, BaekHyun regresó por donde vino, más se detuvo en seco para inquirir. ㅡ No estarás tratando de cometer suicidio, ¿verdad Park? Porque por más trágica que sea tu historia, dudo que supere a la del Varón sanguinario, y de no ser así, ni siquiera podrías ser alguien importante como el fantasma de Slytherin. Terminarías siendo algo tipo Myrtle La llorona, aunque probablemente te llamaríamos Park-El-gallina-suicida o algo así, y deshonrrarías a tu familia y a Salazar y entonces todos tendríamos que...
ㅡ¿Hablas tanto todo el tiempo o te puse nervioso, Byun?
Con la lengua trabada y las mejillas arreboladas, el aludido fulminó a ChanYeol con la mirada. ㅡ Ya quisieras poner nervioso a alguien con mi potencial, Park.
