A ChanYeol jamás se le pasó por la mente que asistir a clase de Pociones ese martes fuese a traerle tantos problemas. Él siempre fue un buen estudiante, después de todo, nunca antes tuvo miedo de lo que pudiese encontrarse al fondo de un robusto cal...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🏰✨
ㅡChanYeol-ssi ¿podrías ayudarme a resolver la última pregunta? No estoy muy segura de sí la respuesta es cola de conejo o una pizca de sangre de unicornio.
Arrebatándole el pergamino a la chica que se había acercado tan repentinamente, Park garabateó rápidamente una línea sobre el papel con su pluma y se lo devolvió silenciosamente.
Con las mejillas rosas, Perrie Edwards retrocedió y asintió a modo de agradecimiento. De no ser porque la conocía muy bien, ChanYeol se habría preguntado por qué llevaba la corbata verde y plata.
Slughorn continuó con su cantaleta de siempre, dándole más importancia de la debida a algunos de los aspectos que remarcaba el libro Filtros y pociones avanzadas de Libatius Borage que los habían obligado a comprar para poder participar en la clase ese año. Tras él se encontraban tres calderos que, según repitió por enésima vez en menos de una hora, para él eran las más peligrosas de todo el mundo mágico.
Pero a Park ChanYeol no le interesaba en absoluto la clase de Pociones, si se lo preguntaban. Siempre había sido bueno en ella, sacando Sobresalientes y Extraordinarios incluso en el T.I.M.O. sin esforzarse demasiado, pero lo cierto era que por lo menos según algunos de sus compañeros, su inteligencia era sobrehumana.
A ChanYeol le gustaba más la clase de Defensa contra las artes oscuras, e incluso Herbología y Transformaciones, pero no Pociones, jamás Pociones.
ㅡLo que contiene este pequeño frasco que tenemos aquí, mis niños, se llama Felix Felicis y beber un solo sorbo de el, haría que tuviesen suerte en absolutamente todo lo que hicieran por el resto del día.
Enfadado, ChanYeol viró los ojos y continuó avanzando con el ensayo que su profesor de Historia de la Magia les había encargado para la siguiente clase, pues era tan bueno escuchando, que muchas veces no tenía la necesidad de tomar nota en clase.
Él no necesitaba suerte.
El éxito era de lo que debía embriagarse, y estaba a pocos años de lograrlo cuando finalmente pudiera graduarse y formar parte del Ministerio de Magia como su familia lo había planeado desde el principio.
ㅡ¿Va a enseñarnos cómo hacerla, profesor?
La pregunta de Kim JunMyeon, el prefecto de Hufflepuff que se hizo oír desde el frente de la clase, hizo que la persona sentada junto a ChanYeol bufase con exasperación.
ㅡPor supuesto que no, rata de biblioteca. ¿Acaso eres tan estúpido como para creer que un maestro nos enseñaría cómo tener suerte?
ChanYeol levantó la mirada de su pergamino por primera vez en la clase únicamente para ver a Kim hundir su cabeza entre sus hombros, como cada vez que intentaba participar y Zhang Yixing se encargaba de ridiculizarlo.
Porque sí, todo el mundo se rio, y ChanYeol no los culpaba, pues él también le temía a Zhang la mayoría del tiempo.
ㅡCierra la boca, Zhang. ㅡ La única persona que se atrevía a rezongarle a aquel apellido despotricó. ㅡ Podrían enseñarnos cómo hacerla y mantenernos lejos de los ingredientes, no es como si cualquiera tuviese acceso a la bodega del profesor Slughorn.
