El León versus el Rey

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Disclaimer: Sí, Hetalia no me pertenece, pero me gustaría secuestrar a los cinco nórdicos por ser tan condenadamente sexys... :3 :3 :3

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Y bien... llegó el momento de la pelea (por alguna razón, siempre me ha gustado ver a Suecia y Dinamarca enfrentándose, me parece sexy -que mente para retorcida la mía xD). 

Espero que les guste...

(Advertencia de ligera violencia...)

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Dinamarca y Suecia, frente a frente, se retaban con la mirada. Lo que se avecinaba era obvio...

-Maldición... otra vez no... -se lamentó Noruega por lo bajo, mientras ayudaba a un adolorido Islandia a alejarse todo lo posible de los dos mayores. Al fin y al cabo, si ambos querían matarse, que no involucran a su hermano en eso.

Sin embargo, en el fondo -muy en el fondo-, el noruego apoyaba al danés. Sea como fuere, siempre lo había hecho.

Finlandia, estático, no sabía cómo reaccionar frente a la situación. ¿Debía ponerse del lado de Suecia, quien, aunque siempre lo aterrorizaba, era, de cualquier modo, lo más cercano que tenía a un amigo? Esa parecía la opción más obvia, aunque, tampoco deseaba enemistarse con Dinamarca, que, cabezota y todo, era como un hermano mayor para él.

Entonces, ¿debía mantenerse al margen de aquello? No, esa tampoco era la mejor alternativa. Finlandia los conocía muy bien. Si dejaba a ambos dar rienda suelta a su ira, alimentada por años de rencor silente, quién sabía hasta qué extremo serían esos dos capaces de llegar.

Por último, ¿debía intervenir para tratar de calmar los ánimos? Sí, eso era lo más sabio, pero... ¿qué podía hacer el finés para apaciguar a las dos fieras que se volvían Suecia y Dinamarca en cuanto les embargaba la sed de pelea?

Aunque los tres nórdicos más bajos estaban acostumbrados a este tipo de rencillas, que, a través de los siglos, habían ido desde un simple intercambio de palabras hasta una guerra, todavía les provocaba mucha tensión y los ponía en un dilema. Además, Suecia y Dinamarca no habían tenido un altercado real -con golpes y todo- desde hacía ya varias décadas.

-Ehhhh... Ru... Ruotsi... -el finlandés, con la voz temblorosa, al fin se atrevió a intervenir.

-Mph... ¿Qué quieres, Finland? No te metas en esto... no es tú asunto... -espetó tajante el sueco.

-¡Pero...! –Finlandia no se dio por vencido y sacó valor para replicar a Suecia. Sin embargo, Dinamarca no lo dejó seguir.

-¡Mira, Finland, este tipo ya te lo dejó claro! ¡Esta es una cuestión entre ambos, y la vamos a arreglar ahora mismo! ¡Al fin y al cabo, no he tenido el placer de golpearlo de verdad desde la Store Nordiske Krig (1), y ya estoy harto de haber tenido que reprimir por tantos años el resentimiento que le tengo, ¿entiendes?! ¡Ahora, lárgate de aquí y ni pienses en intervenir, o te daré un poco de esto a ti también! -le advirtió enfurecido el danés, mostrándole su puño.

Ante la violenta amenaza de Dinamarca, Finlandia, intimidado, prefirió callarse y retroceder.

Dan, ya basta! -Noruega, en un inusual acto, alzó la voz-. ¡Ahora cálmense los dos! ¿Acaso no se dan cuenta de la tontería por la cual van a pelear?

-Mph... ninguna tontería... -le replicó Suecia al noruego-. Mira tú, Danmark... a mí dime lo que quieras, pero de ningún modo te permito que le hables así a Finland... -aclaró el sueco más que furioso.

Excursión sobre la nieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora