El mejor hermano mayor

127 12 9
                                    

Ahhhhhh...
¿Cuánto más tendré que caminar? Todo lo que veo es nieve y más nieve. -se lamentaba Islandia, mientras avanzaba a través del terreno, guiándose por el GSP que tenía en la mano.
-Si al menos supiera en dónde me encuentro... todo sería más fácil...

Lo que el islandés ignoraba era que estaba subiendo la misma cuesta que ya había escalado por la mañana y que se dirigía a la misma cima desde donde la avalancha se había originado...

-Comer caramelos agridulces, comer caramelos agridulces... -se repetía una y otra vez, llevándose las gomas de regaliz a la boca, casi compulsivamente, sin saber si lo hacía por nervios, por frío, por hambre...
O sencillamente porque así se le antojaba.

En un momento dado, y sin entender el motivo exacto, se sintió atraído por una pendiente, contra la cual se había amontonado una buena cantidad de nieve, y se paró frente a ella...

-¿Ehhhhhhhhh??? -se quedó mirándola fijamente, con la extraña e intensa sensación de que una parte vital de su ser se encontraba atrapado tras ese montón de nieve.

Sin embargo, después de un momento, la idea le pareció absurda.

-Debo estar perdiendo la cabeza -murmuró, mientras se alejaba de ella.
-Después de todo estoy dejando que una voz que proviene de un objeto extraño me guíe a través de la nada...

El niño de cabello plateado no sospechaba que, de algún modo, tenía razón absoluta.

🇳🇴🇫🇮

Noruega había estado cavando por un aproximado de dos horas.

En determinado momento, Finlandia se le había unido nuevamente. Faltaba muy poco para atravesar esa pesada capa blanquecina, lo presentía.

Y más les valía. El ambiente se sentía cada vez más pesado.
Era evidente que el oxígeno estaba empezando a escasear...

De repente, todo su ser se sobresaltó.

-Nor, ¿te pasa algo? -preguntó Finlandia con preocupación.

El noruego no respondió nada y se limitó a fijar la vista en la entrada de la cueva.

-Is...
Aquel monosílabo fue pronunciado con una gran carga emocional, tras lo cual empezó a cavar a toda prisa, con cinco veces más ímpetu que antes, amenazando con quedarse sin aliento en cualquier momento por el sobre esfuerzo.

-Is?
El finés abrió los ojos como platos.
-Cómo puedes estar tan seguro?

-Porque es mi hermano...

🇩🇰🇸🇪

"Contrólate Dan... contrólate Dan... contrólate Dan... contrólate Dan..." -se repetía Dinamarca como loco para sus adentros.

Y es que, el hecho de estar caminando detrás de Suecia, en un terreno cubierto de nieve, y sin Noruega que lo mantuviese a raya era demasiada "tentación" para él.

"Contrólate Dan... no querrás ser rusificado, ¿verdad...? Vamos... tú puedes contener tus impulsos... eres demasiado maduro como para... para... para ceder ante ellos..."

Y es que el danés se moría de ganas por arrojar una bola de nieve a la espalda del sueco.

Sin embargo, después de haber aguantado y aguantado por bastante tiempo, no pudo más...

-¡¿Pero qué?! -exclamó Suecia, al sentir un golpe seco en su espalda. Al voltearse...

-Fiu~ fiu... fiu~

Al voltearse, vio a Dinamarca silbando tranquilamente y mirando para otro lado.

El sueco prefirió limitarse a bufar y no decir nada más.

Excursión sobre la nieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora