¿Y si fuera amigo de...?

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-Islanti, ¿has escuchado sobre la Talvisota (1)...?

-¿La Talvisota? Pues, sí... en Ísland la llamamos Vetrarstríðið... -respondió el islandés, sorprendido de que el finlandés estuviese tocando repentinamente un tema del cual casi nunca hablaba-. Luchaste contra Rússland (Rusia), ¿verdad?

-S...sí... Nadie apostaba ni un centavo por mí. Todos creían que el enorme y poderoso Venäjä (Rusia) le daría la paliza de su vida a un país pequeño y débil como yo... -recordó Finlandia, esbozando una sonrisa irónica.

-Y qué equivocados estaban. ¿Pero qué tiene que ver todo esto con Sví? -preguntó Islandia, confundido.

-Tiene que ver mucho. Imagínate que Norja (Noruega) está en problemas. ¿Qué harías tú?

-B...bueno... definitivamente lo ayudaría...

-¿Y por qué razón?

-Porque él es mi bróðir (hermano).

-¿Lo ves? Ayudar a tu hermano sería lo más lógico y natural. Ruotsi es mi veli (hermano). Entonces, ¿por qué no me ayudó durante la Talvisota? ¡Él estuvo en la capacidad de intervenir, de pelear a mi lado y de ayudarme a expulsar a Venäjä de mi territorio...! ...y, sin embargo... prefirió permanecer indiferente (2), ¿por qué razón? Porque quería conservar intacta su maldita neutralidad... -masculló el finés, mientras su mirada tranquila de siempre parecía torcerse por culpa de la ira reprimida.

-Fin...

-¡Prefirió conservar su imagen de país que no se mete en líos a apoyarme a mí! -vociferó, con una voz mucha más grave que la normal.

Islandia se quedó mudo, por la impresión, y no supo que responder. Al fin y al cabo, era muy difícil ver a Finlandia en ese estado.

-¡Si Ru se hubiese puesto de mi lado, quizás ese venäjän vitun (maldito ruso) jamás se hubiese atrevido a atacarme, en primer lugar...! ¡Y TAMPOCO HUBIESE PERDIDO EL KARJALANKANNAS (ISTMO DE CARELIA) ANTE ÉL!

-Fin, ya basta... -le suplicó el islandés, que empezaba a asustarse.

-Pero como Ruotsi, mi "hermano mayor", decidió dejarme a mi suerte... todos hicieron lo mismo... al fin y al cabo, ¿quién quiere ayudar a una patética nación que es abandonada por su aliado más cercano?

Islandia volvió a guardar silencio. El finlandés tenía algo de razón, pero era perturbador verlo con los ojos brillando por el... ¿odio?

No. Probablemente no era odio, aunque se confundía muy bien con él. Quizás, solo era tristeza, frustración y dolor, dolor proveniente de una herida que todavía no había podido cicatrizar. Todo junto. Todo a la vez.

-Fin, eso pasó hace ya mucho tiempo. Olvídate de una vez del tema -le exigió el islandés al mayor, con firmeza.

-Is, tú no sabes cuántas veces he intentado hacerlo... y estaba convencido de que ya lo había conseguido. Sin embargo, me estuve engañando. La espina sigue ahí, y, en el momento menos esperado, me hinca. ¿Sabes que he descubierto? Que la traición de Ruotsi todavía me duele... y que todavía hoy me es difícil comprender por qué no me ayudó cuando más lo necesitaba...

-Fin... -musitó Islandia, empezando a sentir algo de compasión por su amigo.

-Las naciones solemos ser muy rencorosas, ¿sabes? Decimos que hemos olvidado lo que pasó hace años, décadas, o hasta siglos... que estamos en paz y que todas nuestras heridas del pasado han cerrado. Pero lo decimos por puro orgullo, porque sabemos que en el fondo, nada de eso es cierto... Somos bastante hipócritas, Is... -aseguró Finlandia, con amargura.

Excursión sobre la nieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora