Lunes

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Narra Katia

Suena el despertador, y maldigo en voz baja a la vez que hago que pare de sonar.
-En este instante añoro la semana en la que pude no ir a clase- hablo aunque se que nadie me escucha.

-Y yo añoro el fin de semana-escucho que dice Alex.

Aunque no se que estaba en mi habitacion hasta que habla y me caigo en el suelo del susto, pero mejor dicho, cuando caigo encima de mi hermanastro que por lo visto dormia en el suelo.

-Sabes, no se si recuerdas que ahora pesas mas con la escayola que llevas en la pierna-me dice mientras intenta apartarme de encima suya con cuidado de no hacerme daño.

-Y yo no se si recuerdas que te dije, que no vinieras a dormir a mi habitacion sin antes avisarme-gruño.

-Si me acuerdo, pero dormias tan agusto que no queria despertarte-me responde mientras aplasta mis mejillas como si fuera un bebe.

-Ya, ya-le digo mientras aparto sus manazas, que s comparacion de las mias son enormes.

Tras esta conversacion, se marcha a su habitacion para vestirse y yo aprovecho para darme una ducha rapida mientras pienso.

A pasado rapida la semana en la que he estado en casa en reposo, y la verdad es que no me aburri mucho, la pase la mayor parte con mis amigas y como no olvidar ayer en la cafeteria.

Despues de que Chloe me preguntara sobre mi madre yo le respondi con un "bien", pero no se nada de mi madre desde que me marche y tampoco quiero saber mucho, solo quiero cambiar mi vida, empezar de nuevo.
En cuanto a mi respuesta, ya no dijo nada mas, aunque tampoco lo se porque sali de alli sin mas, no tenia nada interesante del que hablar con ella ni tampoco con Angel ya que se paso toda la semana ignorandome.

Bueno, despues de la ducha, salgo y me visto.

-Cariño, baja ya ha desayunar!-me grita Elizabeth.

-¡Ya voy!-le grito.

Aunque es mi madrastra, me trata como si fuera su hija de toda la vida, y lo agradezco mucho.
Toda la semana que pase en casa se la paso cuidandome cuando no lo hacia Alex, que no me dejaba ni un momento solo, si no fuera porque el si tenia que ir al instituto.

Cuando termino de vestirme, bajo con cuidado las escaleras, por suerte mi padre me ve y me ayuda a bajar.

-Buenos dias-les saludo mientras Eli me deja el desayuno delante.

Unas tortitas con caramelo y un zumo, que no dura mucho en el plato porque esta delicioso.

-Nosotros ya estamos mama, nos vamos-dice Alex.

Me acerco a Eli y les doy un beso seguido de mi hermanastro, que despues coje las dos mochilas.
Mi padre coje las mochilas que lleva Alex y las deja en el maletero, nos dijo que el nos llevaria ya que le venia de paso hacia su trabajo.

De camino en el coche hablamos de cosas sin importancia.
Por fin llegamos al instituto, pero no es que me alegre, sino que mi pierna derecha estaba a punto de volver a dormirse, y es muy molesto no poder hacer nada, mas si llevas una escayola.

En la entrada nos encontramos a Leila, que enseguida se lanza a mi hermano y yo solo ruedo los ojos.

-Oye hermanita no estes celosa, tu tambien encontraras a alguien para ti, bueno alomejor ya lo tienes-me guiña un ojo.

-Idiota-le digo y le doy con la muleta en el pie.

-Ais, agresiva-me dice en broma mientras se frota el pie.

Quien Cambió Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora