°Stephan°
Miro por la ventana mientras enciendo otro cigarrillo.
Puedo sentir como el frío de la pared de cristal se traspasa hasta mis huesos y realmente me gusta.
Ha pasado poco más de un año y yo sigo sintiendo como sí se tratara de más tiempo. Quizás se deba al simple hecho de que me siento solo. Con Charlotte todo era más complicado, pero al menos me sentía vivo. Ahora solo busco la manera de fugarme lejos de ésta realidad desgastante, mientras Jason me ayuda a buscarla a ella. Sólo la necesito a ella. Nunca antes me había sentido tan vulnerable, ni siquiera cuando mi abuelo se colgó frente a mi cuando yo era un niño. Charlotte era lo único bueno que realmente tenia y quería que fuera así por siempre.
Aún recuerdo cuando la conocí. Dos minutos después de salir de la oficina de Héctor, acompañado de Mirco y otros hombres. Puedo sentir la misma diversión que experimenté cuando vi como ese joven caía al suelo, quejándose del dolor. Todos los chicos a su alrededor vitoreaban al agresor y eso llamó por completo mi atención.-¡Así se hace Charly!
Quedé tan sorprendido al ver a esa joven chica de cabello negro y ojos grandes, inyectados de adrenalina pura, que Mirco tuvo que alejarme un poco o chocaría contra un pilar. Sus gritos advirtiéndole qué no se metiera con chicos indefensos. La determinación con la que defendió a ese niño de anteojos que seguía tirado en el suelo, su fuerza, y el coraje que expiraba, me engancharon completa e irresistiblemente. Después de aquel día, mis visitas a ese sitio no eran más, que para verla a ella.
Nadie supo jamás mi verdadera intención y eso lo hizo todo más sencillo. Sólo hubo un momento en el que nuestras miradas se cruzaron y fue suficiente para saber que dentro de ella, existía un interés en mí. La felicidad aumentó cuando Mirco se burlaba de las muchas veces que la pillaba mirándome a escondidas. Charlotte jamás aceptaría a éste punto del partido algún sentimiento por mí, pero yo sabría esperar.
La puerta de mi oficina sonó, sacándome de mis recuerdos. Doy el permiso de pasar y Jason lo hace enseguida.
-Señor, tengo noticias...
Me incorporo de golpe y le hago una seña para que siga hablando.
-Vea usted mismo.- me pasa una carpeta.
La abro rápidamente y observo las fotografías que hay dentro.
-Las fotos son de hace una semana. La encontramos señor Miller.- murmura, satisfecho de su trabajo.
No aparto la mirada de su fotografía.
-Se encuentra en Nueva york. En las otras hojas, están todos los datos. El problema señor es que está protegida por una flota de policías.- me informa serio.- Siempre van cuatro con ella y aparte los que se encubren de civiles. La mayoría de personas que la rodean son policías. Ir por ella es un acto totalmente estúpido.
Escucho todo atentamente y tomo otra de las fotos que llama mi atención.
-Esa es de ayer señor.
La hago trizas en un instante.
-¡¿Quién es ese hijo de puta?!- grito molesto.-Adam Echeverria, tiene veintidós años y conoce a la señorita de no más de tres semanas. Ahí también se encuentra toda la información sobre él.- me explica.
Respiro hondo e intento calmarme. Las palmas de mis manos comienzan a picar y eso me pone mal.
-Señor, eso no es todo...
Encaro a Jason confundido.
-¿Hay más?- pregunto con enfado.
Jason traga ruidosamente.
-Cuando la encontramos, descubrimos que no está sola. Señor, ella tiene un hijo.- susurra y espera mi reacción.- Es un varón y tiene pocos meses.
Toda idea, todo plan, todo se desvanece por un momento, dejando solamente a un pequeño niño de meses, que sin duda alguna se trataba de mi hijo. Todo volvió con más fuerza y término por tirar todas mis cosas del escritorio. ¡Maldita sea!
-Escúchame muy bien Jason, escucha muy bien lo que te voy a decir porque no lo repetiré.- le ordeno seriamente.- Esto es lo que haremos...
Jason escucha atento todo lo que digo.
Te encontré Charlotte.
Los encontré
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Ahí estaré
RomantikElla lo tiene muy en claro volveré por lo que me ha quítado volveré por la revancha Charlotte sabe que iré por ella... se qué me esta esperando No importa dónde esté.... Ahí estaré Segunda parte ✓