-Preciosa...
Me sacudo en la cama y envuelvo todo mi cuerpo con la colcha.
-Charlotte.- vuelve a llamarme.
-No fastidies.- me abrigo aún más.
Escucho la risa de Stephan y eso me fastidia. No dormí casi nada durante toda la noche porque Denia me suplicó que no ja dejara sola con Miller mientras éste estaba alucinando. No por otra cosa, sino porque gruñía mi nombre con vehemencia y eso la ponía nerviosa. Después de la fiebre y las alucinaciones, llegó el dolor y terminó cuando le pedí a Jason que nos aprobara inyectarle morfina. Cosa que funcionó y todos conseguimos descansar.
-Charlotte, ya es hora.
¡Oh, Dios! Me levanto sin ganas y me dirijo al baño para tomar una ducha, sin detenerme a mirarlo en ningún momento. En menos de veinte minutos ya estoy lista para salir a ver cómo se encuentra.
-¿No deberías descansar un poco?- le pregunto sorprendida
-No, ya estoy bien.- se pone su corbata
-Sí es lo que quieres...- me encojo de hombros.
-Es más., me siento tan bien, que quisiera desnudarte y...
El sonido de la puerta lo interrumpe. Stephan deja pasar al individuo de mala gana. Se pone a mi lado mientras Jason entra a la habitación y duda un momento antes de hablar.
-Señor, hay alguien que intenta entrar a la casa.- anuncia rápido
-¿Quién?
-Es Liam, señor. Viene con sus hombres.- nos mira serio.
Mi corazón empieza a sentirse pesado al escucharlo. No quiero ver a Liam, estoy asustada. Todo esto es diferente ahora. Noah está aquí con nosotros y cuando este tipo de cosas pasan, todo se pone mal.
Stephan se queda ensimismado un rato y después habla.-Déjenlo pasar. Una vez dentro, ya no escapara.
Jason afirma y se va. Stephan entra al closet y detrás de unos vestidos abre una puerta que da a un cuarto escondido. Yo jamás lo había visto. Entra y saca unas pistolas y otras armas que no se reconocer.
-Charlotte, ve por el niño y Denia, los tres se meten aquí. No quiero que salgan por nada del mundo. ¿Entendido?- me ordena mientras examina un revólver.
-¿Y cómo sabré cuando salir?- le pregunto embrollada
-Yo te iré a buscar.- me asegura
Finaliza de ordenar las armas, se acerca a mí y me da un beso largo y profundo. No me da tiempo de hacer nada y se aparta.
-Cuídate.- me exige y sale de la habitación.
Bien, Noah y Denia. Salgo corriendo a la habitación de mi hijo y sólo está él. ¿Dónde está Denia? Busco una manta y envuelvo a Noah con ella. Vuelvo al sitio escondido y lo acomodo sobre la pequeña cama que se encuentra ahí. Me aseguro que esté bien asegurado antes de salir a buscar a Denia. Recorro todos los pasillos cómo enloquecida, gritando su nombre hasta que llego a la cocina y la encuentro.
-Denia, tenemos que escondernos.- la sujeto con fuerza del brazo
-¿Qué pasa?- me mira atemorizada
-Ven.- la ánimo
Antes de poder salir de la cocina, las ventanas se quiebran debido a los disparos y Denia y yo nos agachamos para cubrirnos. El estruendo que viene de fuera es realmente aterrador. Sólo debo llegar a la habitación.
-Denia, tenemos que ir a la habitación.- le grito sobre el ruido
-¿Al cuarto de pánico?- pregunta
Asiento y le hago una seña que comencemos a avanzar.
Vamos serpenteando hasta las escaleras. Denia empieza a subirlas con movimientos temblorosos y cuando yo estoy apunto de hacer lo mismo, alguien me presa fuerte del cabello y me empuja lejos de las escaleras. ¡¡Joder, lastima!!-¡¡Señorita!!- aúlla Denia despavorida.
-¡Noah!- le ordeno
Denia sigue escalando, mientras yo sigo siendo arrastrada. Intento clavarle las uñas, pero no me suelta. Cuando entramos a la sala principal, me suelta de golpe, haciendo que mi cabeza caiga al suelo con fuerza.
-¡Agh!- me quejo
Cierro los ojos con fuerza y trato de controlar las pinchadas de dolor. Cuando el dolor pasa, logro enfocar y después intento levantarme, pero una pisada en el abdomen me lo impide.
Junto los labios para no gritar.-¿Te duele mucho?
Mierda. Lauren me presa fuerte del cabello y me obliga a mirarla.
-¿Qué pasa, no te gusta mi visita?- pregunta sarcástica
Me esfuerzo por soltarme de su enganche, pero no lo obtengo.
-Digamos que no eres bienvenida.- gimoteo
-¿Qué se siente que lleguen a tú casa preparados a matarte?- se burla
Me libera y empieza a caminar en círculos. Se sujeta el cabello con fuerza y se arranca unos cuantos mechones. ¿Está chiflada? No dudo que durante su permanencia con Liam haya comenzado a probar porquerías. Me levanto despacio, soportando el dolor.
-Por tus malas decisiones terminé con Liam y me hizo daño.- le reclamo furiosa
Lauren asiente, satisfecha.
-Te lo dije Charly, le debo lealtad.- sonríe.- ¿Pero sigues con vida, no?
-¡¡Maldita!!- me lanzo sobre ella.
La empujo con fuerza provocando que se derrumbe y me coloco a horcajadas sobre ella. La misma sensación que experimenté con Stephan, vuelve, sólo que con muchísima más intensidad. Mi vista se vuelve roja y los oídos me zumban de manera dolorosa. La golpeo fuerte en la cara hasta que ya no siento las manos y ella tiene el rostro teñido de rojo por la sangre. Sujeto su cuello con mis manos y lo presiono fuerte. Patalea y me araña para que la suelte, pero mi adrenalina no me permite parar.
Por entregarme.
Por mentirme.
-¡Eres una maldita traidora, Lauren!
Sigo oprimiendo su cuello hasta que deja de pelear. Ya no respira, sus labios están morados y sus ojos ya no brillan.
-¡¡Stephan Miller, salga con las manos arriba, lo tenemos rodeado!!
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Ahí estaré
RomantikElla lo tiene muy en claro volveré por lo que me ha quítado volveré por la revancha Charlotte sabe que iré por ella... se qué me esta esperando No importa dónde esté.... Ahí estaré Segunda parte ✓