Capitulo 53

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POV ELENA

Voy rumbo al Esclava de Bravern Center y me encuentro con todos los empleados de pie en la acera, otros recargados en las puertas de cristal, otros más solo están mirando a la nada. Me acerco y veo que tiene en las puertas unos enormes sellos que dicen en letras grandes de color rojo:

"EMBARGADO por Grey Enterprises Holdings"

¿Pero que coño significa esto? ¿Como es que Christian me hizo esto? Franco se acerca a mí con una mirada casi burlona.

-Signorina Lincoln... ¿Que va a pasarle ahora?- me dice el marica con su muy falso acento italiano.

-¿Que va a pasarme? Querrás de decir​: "pasarnos", querido. Me hundo yo, y se hunden ustedes conmigo. Como las ratas que son - le respondo dejando claro quien manda aquí.

Cuando Franco me iba a responder, comienzan a sonar los celulares de todos los empleados y todos los miran a la vez. Se acerca Greta, la recepcionista y me mira con ¿Lastima? ¡Nadie mira con lastima a Elena Lincoln!

-Señora Lincoln... Creo que tiene que ver esto...- me dice la estúpida y me muestra su celular.

En él tiene un correo electrónico con remitente en Grey Enterprises Holdings y dice que todos los empleados del Esclava serán reubicados​ a otros sitios y hasta nuevo aviso trabajarán bajo la supervisión de Franco de Lucca. También dice el escrito que desde ayer en la noche dejé de ser socia, administradora y gerente de la cadena de salones de belleza y spa Esclava.

¡Esto no es posible! ¡Christian está haciendo esto por la perra desabrida de Anastasia y la mocosa esta! Mierda... Ya sabe que convencí a Ethan Kavanagh para sabotear su relación y quitarle a la mocosa. Es mi fin. Toda probabilidad de tener a Christian y su fortuna se está esfumando. Pero no asi la posibilidad de vengarme...ya veras Christian, tu quisiste que así fuera. Conocerás lo que es de tener de enemiga a Elena Lincoln...

Me voy a casa y decido empacar algunas de mis pertenencias... Me tomaré unas largas vacaciones en París, o tal vez quiera variar un poco y me voy a Abu Dhabi. Si, ahí nadie me encontrará por un tiempo. Es el lugar perfecto y nadie imaginara que estaré ahí. Así tranquilamente planeare mi dulce venganza...

Al llegar a casa veo que está completamente vacía, y no está la tarada de mi ama de llaves... Recorro las habitaciones y no hay más que papeles, una que otra prenda de vestir, cosas muy insignificantes. Pareciera que un huracán entro a mi mansión y arrasó con todo. Seguramente el banco vino a embargar. ¡Malditos hijos de puta!

Al llegar a mi habitación recuerdo que tengo una caja fuerte con joyas y dinero bajo mi mesa de noche y veo que está destrozada por el embargo y la trampilla que oculta la caja sigue siendo cubierta ahora por un colchón roto. Tengo que salir de aquí e irme muy lejos.

Muevo el colchón y veo que está cerrada la trampilla, abro todo y veo que solo me quedan cien mil dólares en efectivo y apenas otros cien mil en alahas. Dios, necesitaba tanto el dinero y el muy maldito de Christian no solo me dio la espalda, también me quito todo. Me apresuro a sacar lo poco que me queda de la caja fuerte y recuerdo que tengo otra caja fuerte. Ahí debe de haber más dinero.

Bajo las escaleras y entro al estudio y abro la caja que está tras un librero. Y veo que también tiene un pomas de dinero. Doscientos cincuenta mil dólares... Por lo menos es más de lo que había en la caja de mi habitación.

Al cerrar la caja escucho pasos que suben las escaleras. Ha de ser la estúpida de mi ama de llaves, o Christian tal vez ha venido a mofarse. Me asomo y no veo a nadie, pero siguen​ escuchándose los pasos por toda la mansión. Me subo a lo que era mi habitación​ y veo que no hay nada más aquí que olvide. Al girarme hacia la puerta veo a una mujer de blanco.

-¿Quien eres​? ¡Fuera de mi casa o llamo a la policía!- Ella no me dice nada y solo me mira.

Se gira y sale de mi habitación... ¿A donde carajos va? ¿Quién es ella?

-¡Te estoy hablando! ¡Dime quién eres y qué haces aquí!- le ordeno y ella se gira hacia mi.

-Tu no los puedes separar... Así estaba escrito, y así tiene que ser...- escucho pero ella no ha abierto la boca.

-¿Que mierdas dices? ¿Quien eres?

-Soy quien vaa proteger a Christian, Anastasia y Mía... De cualquiera, y de tí.- me responde esa voz... ¡Dios! Esa voz...

¡Es Mía Grey!

-Si... Soy la madre de la pequeña que querías destrozar... No lo voy a permitir. Esto no puede estar pasando, esto no es real...es solo producto de imaginación, por toda la situación abrumadora que estoy pasando.

Salgo corriendo del pasillo y me encierro en el área de servicio y me meto al baño. Me enjuagó la cara con agua fría... Han de ser nervios. El que Christian me haya quitado todo me tiene bastante alterada y esto es una alucinación.

Me recargo en el lavamanos para enderezarme y al mirarme en el espejo la veo ahí...

Está detrás de mi y veo cómo me sonríe... De pronto se abre la llave del agua caliente de la regadera y del lavamanos y se llena de vapor el baño. Me acerco a la puerta e intento abrirla, pero está atorada y me pongo a golpear la puerta para ver si puedo romperla.

Me giro exhausta y me deslizó por ella hasta caer al suelo. Estoy agotada. De pronto se comienzan a trazar unas letras en el espejo del lavamanos.

"Nunca los vas a separar.
Así está escrito, y así será...
Es tu fin, Elena Lincoln."

Se desborda el agua del lavamanos y la tina y me levanto de un salto del piso y tiro de la puerta hasta que logro abrirla y me vuelvo a encontrar con ella frente a mi. Se hace a un lado y salgo corriendo hasta la entrada. Y ahí la vuelvo a ver.

La miro con más atención y veo que no está en el suelo... Está flotando.

-¡Tu estás muerta! ¡No existes! ¡Tu ya no existes! - grito aterrada porque para donde sea que volteo está ahí.

De pronto siento un frío que me recorre el cuerpo por completo y me duele... Me doy cuenta de que me estoy tocando en el pecho. Y siento más dolor no dejo de tocar mi pecho, me duele en el centro del pecho y en el brazos sobre todo el izquierdo, cuello y espalda.

Veo poco a poco como la figura de Mía se va desvaneciendo y salgo aterrada de la casa sin importar esta fuerte opresión que siento .

No me importa nada de lo que dejo atrás... corro sin parar y solo escucho la voz de Mía grey.

-Es tu fin, Elena Lincoln. Así está escrito, y así será...

Se calla la voz y escucho de pronto el sonido de un claxon y nada más volteo veo un camión enorme que corre acelerado hacia donde estoy. Un derrapon, un golpe, dolor, silencio... Soledad. Oscuridad

ESCRITO POR EL DESTINO(Fanfic Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora