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Tenía dieciocho años cuando hubo un festival bastante concurrido en Columbus. Nunca fui fanático de la música pesada, pero mi amigo Gerard sí. Más o menos me rogó para que lo acompañe ya que estaba peleado con su novio y tuve que aceptar, también nuestro amigo Brendon iba a ir.

Ese día yo me sentía para la mierda, recuerdo que me faltaba un poco el aire al ver tanta multitud en el predio. No me gustaban para nada los lugares concurridos, y mucho menos cuando sabía que iban a hacer pogos y saltar como unos locos.

No me molesta la música, puedo disfrutar cualquier estilo, pero ese día tenía una pequeña angustia en el pecho. Me sentía una hormiguita en una muchedumbre pesada.

Siempre fui alguien delgado, y en mi adolescencia eso hacía muchos estragos en mi apariencia. Recuerdo que se me notaban las costillas cuando me sacaba la camiseta, y mis piernas eran unos escarbadientes finitos.

Gerard y Brendon vieron mi rostro aterrado cuando vi a un metalero de cincuenta años lleno de pinches en todo su cuerpo. Recuerdo que abrí la boca formando una "o" perfecta.

—Ty tranquilo, no te van a hacer nada si no te metes a un pogo.— Gerard palmeó mi brazo.

-Es fácil para vos decirlo, tenes unos cuantos kilos de más y esa grasa te sirve de escudo. A Tyler lo agarran y lo parten al medio.- Brendon dijo esto mientras picaba con un dedo uno de los rollos de Gerard. Este le pegó en el brazo.

-Tarado, lo asustas.- Contestó cuando me vio todavía más pálido. Lo podía notar por un ligero tembleque en mis piernas. Pero ya estaba hecho, había pagado mucho dinero para ir a ese festival y no me importaba nada.

-No me voy a meter a ningún pogo, y no le digas eso Brendon, a vos no te gusta cuando te joden con el tamaño  tu frente.- Gerard ahogó una risa y seguimos caminando en total silencio.

Pasó más o menos media hora hasta que empezó la primera banda. No fue muy interesante, no era conocida y nos aburrió bastante.  Para cuando empezó la otra nos dolían los pies de una forma terrible y me estaba arrepintiendo de haber ido.

Para colmo teníamos una enorme multitud atrás nuestro que nos estaba aplastando. Eso era lo que no me gustaba de los festivales, muchas horas parado, correr para ir a los otros escenarios, con gente que te empuja en todo momento. Y encima con bandas que no me llamaban la atención.  Cuando el reloj dio las seis de la tarde comenzaba a tocar Iron Maiden, banda por la cual Gerard nos arrastró hasta el festival. Luego de cinco minutos de puro griterío lo perdí no sólo de mis brazos sino también de mi vista.

Brendon seguía al lado mío, ahora mirando hacia todos lados como un maniático, buscando a nuestro amigo. Gerard había desaparecido entre la multitud y nosotros estabamos muertos del miedo.

A los cinco minutos dejé de sentir el brazo de Brendon contra el mío, voltee sólo para corroborar que lo había perdido.

Estaba solo entre una muchedumbre importante, a tan sólo dos metros del pogo y acercándome lentamente por la corriente. Ya me habían pisado los pies millones de veces y las rodillas no me daban abasto.

-¡Gerard la concha de tu madre dónde carajo te metiste!- Grité mirando para arriba sintiendo como me apoyaban en la espalda. Varios al rededor mío se rieron de mi desgracia, o de mis insultos más bien.

De repente tenía el pogo a sólo un metro y ya estaba rezandole a Jesús para que no me empujen allí. Comenzó una canción al parecer muy conocida, pude ver a una gran distancia como subían a Gerard sobre el público y lo volvían a tirar al suelo. Estaba seguro de que no lo volvería a ver vivo.

-¡Corranse pedazos de hijos de puta!- Escuché entonces una voz gruesa que gritaba a mi espalda empujandome. Casi me caigo al suelo pero me tomé de la espalda de alguien en frente mío.  Me di la vuelta para ver quién había sido ese tremendo hijo de puta que me había aventado con tanto ímpetu.

Tenía el cabello teñido de rosado, no usaba remera y mostraba su manga tatuada. Tenía un piercing en la nariz y una actitud bastante de mierda.

-Somos personas, ¿Sabías? No hace falta empujar así.- Le dije enojado, porque no me molestaban las demás personas, me molestó él con su actitud de porquería. Él me miró con un rostro parecido a la muerte.

-Y a vos que carajo te importa lo que yo haga, pendejo de mierda.- Me escupió el rostro por la cercanía. Le iba a contestar totalmente furioso, pero empujó a otro chico y se fue corriendo al pogo, lanzando puñetazos.

-Cada día más maleducada esta gente.- Me dijo una joven rubia a mi lado completamente sudada y cansada. Yo asentí.

Esa fue la primera vez que lo vi en mi vida.






Bueno, es la primera vez que hago un Joshler así que sean pacientes. Ahre. Ojalá esto tenga una lectura por lo menos.

• air catcher • [joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora