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Pasaron como cuarenta minutos luego de aquello, mamá no había vuelto del mercado y yo estaba comenzando a preocuparme. Pero por otro lado tenía a Josh recargado sobre mi hombro, ambos nos habíamos corrido hasta quedar sentados contra el respaldo de mi cama. Sólo estábamos usando medias.

Cuando él pudo contener su llanto nos quedamos así, en silencio. Se podía cortar la tensión con tijeras si me lo proponía. Ninguno de los dos sabía exactamente que tenía que hacer, yo ni siquiera sabía si tenía que hacer algo.

Sólo juntamos nuestros pies para mantener un poco el calor con el ruido de nuestras respiraciones de fondo.

Parecían hacer un eco en toda la casa.

-Si pudieras leer mi mente estarías llorando.- Susurró muy despacio, con una marcada voz nasal. Luego de ese comentario quitó su cabeza de mi hombro, reincorporandose. Quedamos lado a lado sobre el lecho.

-No quiero ni pensar a que te referis con eso Josh.- Le contesté sintiendo un escalofrío en mi columna vertebral.- Pero me hago una idea.

-Ty... Yo la verdad no se que hacer, no se que decir tampoco. Lo único que entiendo de todo esto es que cuando estoy acá al lado tuyo siento ese resplandor adentro mío que jamás sentí.- Se tomó las rodillas y las juntó con su pecho, acomodando su mentón allí. Con esa pose parecía un claro ejemplo de perfección masculina, era tan hermoso que me sonrojaba con sólo mirarlo.

Además la melancolía que estaba en su rostro me dejaba estupefacto.

-Josh...- Quise hablar pero él me interrumpió mirándome, como enojado.

-¿Por qué te conocí tan tarde?- Me paralice en mi lugar cuando lo vi con tanta frustración. Rasque mi cabello en busca de alguna respuesta coherente.- Todo lo que hacía, ese cuento de chico malo e interesante, era para llamarte la atención. Will es así, es arrogante, trata mal a las personas, las empuja, les dice mentiras. Josh sólo buscaba una cosa.- Me miró a los ojos antes de seguir.- Un Tyler.

-Yo...

-Will tiene amistades falsas, el cabello teñido y musculos. Josh tenía el pelo negro, era amigable, cariñoso, carismático.- Comenzó a hablar de sí mismo en tercera persona y eso me ponía nervioso. Desvío su mirada al frente otra vez.- Sos la única persona que pudo traer de nuevo a Josh por unos momentos.

-Josh, ¿Podrías explicarme?- Habrá habido demasiada desesperación en mi rostro para que él lo piense. Yo sabía que no me lo iba a decir hasta que sea el momento, pero algo vio en mis ojos que lo hizo quebrarse un poco.

-Will es una farsa.- Susurró, para luego suspirar fuerte.- Pero no... No puedo decirtelo aún.

Miré mis manos decepcionado, pensando que Josh quizá no me amaba lo suficiente como para contarmelo. Cerré mis ojos para luego frotar mi rostro con desesperación. Luego volvimos al silencio como por cinco minutos.

Desvíe mi mirada hacia él para corroborar que me estaba mirando.

Si, aún me veía como si yo fuese el cielo.

-No caigo lentamente Tyler, estoy cayendo directamente hacia abajo. Y vos robaste mi receptor de aire, lo único que lograba mantenerme sano y salvo.- Me miró por cinco segundos esperando mi reacción.- Mis suspiros, eso robaste.

-También me habías dicho que robe tu aire.

-Me robaste muchas cosas.

Escuché que abrían y cerraban la puerta de entrada de la casa y luego muchos insultos de mi madre, que había vuelto a la cocina a realizar la cena para la noche. Yo jugaba nerviso con mis dedos.

-No quiero darte las herramientas para que destruyas mi corazón.- Susurre con una voz tan fina que parecía de una joven enamorada y adolorida. Noté que Josh asentía a mi lado como si estuviese ausente. De la situación, de mi habitación, del mundo.

Odiaba esos momentos tensos, yo sólo quería perderme en los oscuros ojos del joven de cabello rosa pálido. Quería nadar dentro de ellos para poder tocar una a una sus estrellas, sin necesidad de quemarme o de morir en el intento.

-Yo sé que querés que lo sea todo, pero no puedo.- Respondió. No entendí al principio pero luego traté de recapitular.

Hizo el amago de levantarse del colchón pero lo detuve, le tomé la muñeca evitando que se aleje de mi. Tratando de que no se vaya más de lo que ya estaba escapando. Volvió a su posición inicial, ambos sentados uno al lado del otro.

Entonces reaccione.

Con una velocidad desconocida para mi pasé mi pierna por arriba de su regazo, quedando a orcadas sobre su pelvis. Me miró impresionado, abrió tanto sus orbes que podrían haber salido de sus cuencas por la impresión. Me tomó la cintura a los segundos, con un ligero rose que me había quemado hasta los más recónditos huesos.

Su tacto áspero y débil me había dejado encantado. También la manera que tenía de subir su rostro para poder verme encima suyo. Lo que sentía era un combo de emociones magníficas que me causaban tembleques en todo el cuerpo.

Puse mis manos suavemente sobre sus hombros, como con miedo de romperlo. Tenía tanto temor de arrugar o quebrar a ese joven tan roto por dentro que lo trataba como si fuese una figura de porcelana.

-Ty, no lo hagas más difícil.- Me susurró con una ronca voz que había hecho un fuerte eco en mis oídos. Palpaba mi cintura cada vez más fuerte en desacuerdo con sus palabras. Nos teníamos tan cerca que nos podíamos quemar en cualquier momento.

-Lo único que quiero es dibujar líneas rosadas en tu piel con mis labios.- Apreté el agarre en sus hombros y me acerqué.

Lo besé.

Comenzamos con un gesto lento, calmado, sólo nuestros labios rozandose lentamente comprobando lo suaves que eran. Los suyos en especial tenían un sabor infinitamente único: Era como si pudiera tocar una estrella al mismo tiempo que oía los asteroides chocando entre sí. Sentía la revolución de un agujero negro en mi estómago, comiendo todo a su paso para dejar sólo un gran vacío que llenar.

Eso es lo que tengo ahora, vacío.

Pero en ese momento podía sentir todas las galaxias con sólo un beso de Josh.

Cerramos los ojos al instante, lo comprobé viéndolo por unos segundos para luego volver a cerrarlos. Él quiso ir por más e introdujo su lengua formando pequeños chasquidos al corresponderle. Nuestros dientes comenzaron a rasparse, mientras enredaba mis manos en el cabello desteñido de Josh. Él movió un poco mis caderas sintiendo por varios segundos como la fricción nos había comenzando a jugar una mala pasada.

Nos separamos por falta de aire, nos miramos a los ojos. Sus labios estaban brillando como la vía lactea, podría jurar escuchar el bombeo incesante de su corazón voraz, su respiración agolpada y su cabello despeinado. Se mordió el labio apretando más mi cintura.

-Josh...- Dije despacio y él me miró fijo.

-¿Qué pasa Ty?

-Yo también te amo.

• air catcher • [joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora