• air catcher • [joshler]

13

-Muchas veces tengo miedo de perder las cosas que imagino. Tengo terror de despertar un día y darme cuenta de que en realidad todo fue un sueño, una pesadilla, una irrealidad. Que en realidad el universo es un enorme domo de falsedades que nos mantienen encerrados en nuestros asuntos. Tengo miedo de saber la verdad porque podría no gustarme.

A veces me pregunto si "Will" fue real. Si en realidad me decía esas palabras con sus brazos detrás de su cabeza, acostado sobre los acolchados mirando al cielo.

Se escuchó el sonido de un búho y ambos sonreímos al instante.

-Yo también tengo miedo de saber todo, creo que la ignorancia es una muy buena capa protectora.- yo también estaba acostado, pero con mis manos sobre el estómago. Ambos vestiamos ropas y abrigos oscuros, yo en particular llevaba como diez pares de medias.

-Pero la ignorancia me hubiese costado algo muy grave.

-¿Qué cosa?

-No conocerte.

Cada vez que recuerdo esas palabras algo dentro mío se rompe. Se disminuye a niveles tan pequeños que pienso que estoy a punto de desaparecer. Algo en su voz me delataba culpa, algo allí había que además de alegrarme me puso absolutamente triste.

-Creo que fue bueno conocerte, hasta cierto punto me siento totalmente comprendido por vos. Es una sensación muy rara que tengo en el pecho cuando hablamos de estas cosas.- Por primera vez le dije algo que sentía dentro mío de verdad, sin vueltas de por medio. Giré mi cabeza para verlo, él también lo hizo y nos sonreímos de una mágica. Vivaz. Colorida. Estrellada.

Me di cuenta sólo en ese instante que podría estar sintiendo cosas por "Will". Entonces sentí mucho miedo, sentí terror de que todo aquello no fuese real, de que "Will" sólo haya estado allí para hablarme del universo y no para quererme.

Me tense tanto que dejé de respirar por unos segundos, sintiendo el pánico en mi interior.

No sabía que hacer, ¿En serio había visto a "Will" con otros ojos?

-Ty, ¿Pasa algo?- Se percató al instante, como si me conociera desde hacía años. Negué con la cabeza aturdido, sintiendo tantos deslices en mi pecho que podría haber muerto allí por asfixia propia.- Ty, en serio, no te ves bien.

Debía de estar pálido al extremo como para que lo haya notado sólo con la escasa luz de las linternas. Seguí negando con la cabeza pero me di cuenta de que todo mi cuerpo temblaba. Estaba helado.

"Will" me tocó el rostro y se dio cuenta de aquello.

-Dios mío, te estás enfermando.- Él pensó que era una condición física mía. Y gracias al cielo y a la tierra lo vio así. Me arropo con una de las mantas que tenía debajo suyo y luego se sentó debajo de mi cabeza, como haciendo una almohada para mi con sus piernas.

Eso fue suficiente para ponerme rojo al instante.

-Es peligroso que pierdas tanta temperatura en el cuerpo, más con tanto frío que está haciendo.- Puso su mano sobre mi frente como queriendo transmitir calor. Me hice un pequeño ovillo con las mantas, su contacto sólo me estaba dando más asfixia.- Ty, escuchame, ¿Estás mejor?

Se le veía tan preocupado que me dejó todavía mas estupefacto. Pero asenti. Él soltó un suspiro de alivio. Me sentía tan pero tan extraño ante sus contactos.

-Creo que sería mejor que te lleve a tu casa.- Sólo lo miré desde abajo, lo veía al revés. Así sus labios tenían un destello tan brillante como el de las mismas estrellas. Me quedé absorto mirándolo desde allí. No quería irme.- Ty, ¿Me escuchaste?

-No quiero ir a mi casa.- Solté. A penas eran las tres de la mañana. No quería dormir y sufrir otros de mis terrores nocturnos. Quería quedarme con "Will" para siempre. Lo miré con unos ojos de cachorro tan grandes que seguro sintió algo. Lo sé.

-Podemos ir a mi casa, tengo estufa y más mantas. Podría hacerte un café o darte algún antibiótico, ¿Qué te parece?

La primera vez que fui a la casa de "Will" fue algo que quedó grabado para siempre en mi interior. En las retinas se quedó pintada la imagen de su sala, su cocina y sobre todo la de su cuarto.

Apenas pusimos un pie noté que no tenía ni una sola foto familiar, además de que sus paredes eran blancas y aburridas. Todos sus muebles tenían colores oscuros y combinaban con sus mantas negras. Parecía un hogar demasiado aburrido para alguien como "Will".

Hasta que subi mis ojos.

El techo de su habitación tenia colores azules, violetas, rojos, simulamdo un universo. También tenía pintadas miles de estrellas. Colgaban de ciertas partes varias luces navideñas blancas que le daban más efecto.

Sonreí tan fuerte que "Will" se asustó por mi rostro espeluznante. Mientras él prendía la estufa.

-¿Te gusta el techo? Lo decore cuando llegué a la ciudad.

-Will... Es precioso...- Tape mi boca con ambas manos y el se acercó a mí. Puso una gran manta bordó sobre mis hombros y luego tocó el interruptor, prendiendo las luces de navidad. Era lo único que nos iluminaba.

-Creo que...- Se rasco la cabeza y tomó asiento en su cama. Yo me senté en el suelo frente a él, porque tenía alfombra.- Es difícil decirte esto Ty.

-¿De qué hablas?- Me asusté. Y era lógico porque nunca lo había visto con un cambio tan repentino de actitud.

-De ahora en adelante necesito que me digas Josh.- frunci el ceño y sentí un respingo en mi pecho.

Josh.

Que nombre precioso.

-¿Por qué?-No se me ocurrió otra cosa que decir.

-Porque lo necesito.

Cerré más la manta porque empezaba a tener frío de nuevo. Luego levanté la mirada y vi los ojos de Josh, algo me querían decir pero no lo estaba entendiendo.

Quizá Josh era mucho menos transparente que Will.

-Pero nadie tiene que saberlo, sólo vos podes decirme así.

Me sentí especial.

-Siendo sincero, Josh te queda mucho mejor. Es un nombre muy hermoso.

"Como vos".

Me sonrió.

Siento que esto está muy aburrido pero no puedo avanzar tan rápido la historia. Perdonen. Los amo.