• air catcher • [joshler]

17

-Josh, ¿De qué trabajas?

El ambiente se puso tenso cuando largue el aire retenido en mis pulmones, al fin preguntándole lo que hacía días me carcomía la cabeza.

Era sábado en la noche, le había dicho a mamá que iba a ir a casa de Gerard. Le mentí.

En vez de eso estábamos acostados en el bosque, como casi todos los benditos días.

Josh llenó de aire sus pulmones antes de hablar. Su nariz estaba roja por el contacto de la piel con el ambiente helado. Me sorprendía que todavía no haya comenzado a nevar en lo que íbamos del año.

-Trabajo en un local, vendo instrumentos musicales. Ahí conocí a Zack.

Su trabajo era tan normal que me dejó mudo por instantes. Josh tenía sus manos debajo de su cabeza, y giró su rostro para mirarme desde su posición. Yo apenas tenía mis ojos descubiertos debido a las mantas.

-¿Decepcionado?

-Es que no se, pensaba que trabajabas de algo más... ¿Poético, quizá?- Yo seguía teniendo esas ilusiones falsas de niños. Que la persona más importante para uno en ese momento también hacía cosas muy importantes, como salvar al mundo día a día, estudiar astronomía para viajar al espacio.

Josh se rió en un tono suave.

-Tyler sabemos bien que la música es tan poética como nosotros dos juntos.- Hizo una pausa, buscando las palabras. Ese día el cielo estaba nublado, casi no se veían las estrellas. Sólo era una brumosa gris de colores oscuros. Pero seguíamos allí porque la oscuridad parecía hermosa.- Yo también preferiría trabajar de algo más interesante, pero puedo usar los instrumentos mientras no los dañe, conocer músicos famosos que vienen a probar nuevas cosas. Tocar la batería en mis tiempos libres.

-¿Tocas la batería? - Asintió, lo miré perplejo entre mi tumulto de abrigos.- No sabía, nunca me lo habías contado.

-Nunca salió el tema.

-Pero no pienses que desestimo tu trabajo, sólo que... Te veo con mucho más.- Nos quedamos en silencio luego de aquello hasta que se prendió una luz en mi cabeza.

¿Zack fue a una tienda de instrumentos musicales?

Él no sabía tocar un carajo.

-¿Cómo es que Zack fue a tu local? Él no sabe nada sobre música.- Puse ese rostro de confusión que sabía que le daba ternura a Josh. Los ojos de Will siempre me lo decían, y a pesar de tener ahora un distinto nombre para mi siempre fueron una persona.

Pero no sabía que Josh era muy distinto a "Will". No me había dado cuenta en ese momento.

-Tu hermano no sabe nada de música, no sabe nada que no sea sobre salir a fiestas o ser superficial. No lee libros, no escribe, no dibuja. Tampoco supo como conquistarme.

¿Qué?

¿Qué había escuchado?

Puse mi peor rostro en el momento, alguna mueca que ni yo mismo sabía que podía lograr. Josh rió con mucha fuerza mientras se sentaba en forma de indio, acomodando sus acolchados.

Lo que tenían de diferente "Will" y Josh era que el primero jamás reía a carcajadas.

-¿¡Qué carajo acabas de decir!? ¿¡Zack intentó conquistarte!?

No sabía que mi hermano, el perfecto hijo promedio y plástico tenía tendencias homosexuales. Es decir, nunca fuimos cercanos, pero había llevado varias novias pasajeras a casa.

No lo podía creer.

-Pero no lo logró, entonces le dejé en claro que sólo seamos amigos. Bastante complicado porque él es, en serio, muy insistente.

-¿Es por eso que Zack no tiene que saber que salimos todas las noches?- Josh asintió despacio. Yo lo veía desde abajo. Lograba captar su rostro medio iluminado y arriba el cielo, cubierto con esas nubes espesas.

-Es muy... ¿Celoso? Seguro me prohibiría la entrada a tu casa y no podríamos vernos más.- Nos quedamos unos segundos en silencio y luego yo comencé a reír de la nada a carcajadas.

Reí por varios minutos con la mirada cargada de incógnita de Josh sobre mi.

-No puedo creer que Zack haya querido tener algo con vos, no sé... pensé que eras sólo un amigo más.- Seguía riendo pero poco a poco bajaron mis carcajadas.

-¿Tan feo soy?- Preguntó Josh divertido y me le quedé mirando.

Comencé a evaluarlo de manera más detallada. Él notó mi silencio pero decidió no acotar nada. Sabía que estaba pensando mi respuesta.

Siempre amé la nariz de Josh. Todos decían que era horrenda, pero a mi me encantaba porque era diferente. También sus labios.

Una vez escribí todo un poema para sus labios.

Sus ojos eran tas oscuros que se podía entrar y salir nadando de allí. Con sólo verlos unos minutos quedaba encantado.

Tenían tanta originalidady secretos que me embobaron todavía más al pensar la respuesta.

Para mi Josh era hermoso.

-No sos feo.- Fue lo único que me salió decir.- Me reía porque no sabía que a Zack le gustaban los hombres.

-Supongo, no sé. No tengo ganas de verlo. Solamente mantengo una amistad con él porque me beneficia.

-¿En qué modo te beneficia?

-Porque puedo verte todo el tiempo que quiero.- Me sonrojé al instante pero estaba casi todo cubierto por las mantas. Nos quedamos en silencio. Él sentado mirándome y yo mirando el cielo.

-¿Yo soy feo?

-¿Qué?- lo tomó por sorpresa mi pregunta.

-¿Soy feo?

-Dios mío.- Susurró y se tapó el rostro con ambas manos, para dejar de mirarme.

Supe al instante lo que le pasaba. Él se había dado cuenta de las palabras que me había dicho, él se había dado cuenta de lo que hacíamos todas las noches solos en el bosque. Se dio cuenta de todas las veces que rió a mi lado, de lo feliz que era conmigo.

Se dio cuenta de todo porque me veía hermoso.

Lo digo así porque él me lo dijo de esta forma un tiempo después.

-Dios mío Tyler, no. Ni un poco.

Se quitó las manos del rostro. Nos miramos por cinco, diez, quince minutos. No dejábamos de observarnos. Cómo buscando respuestas en el contrario.

-Tyler, vos sos hermoso.