• air catcher • [joshler]

22

Sentí que el aire iba y venía de mis pulmones comprimiendo todo mi interior, formando burbujas de frío y calor mezcladas con esa adrenalina terrible que tenía respecto al sudor que caía de mi frente.

Escuché muchas cosas en ese momento, crujidos debajo de mis pies, ramas cayendo de sus árboles, hojas muertas bajo mi cuerpo siendo todavía más enterradas.

Las lágrimas caían de mis pestañas como si fuesen pequeñas gotas de alma, como si mi cerebro fuese una gran nube negra que esparcia la tormenta inminente.

Apenas Josh me hizo su confesión comencé a correr.

Corrí en alguna dirección desconocida por el bosque, sintiendo arañazos en cada parte de mi cuerpo por las mismas ramas de los árboles. Ellas me pedían que me quede.

Al igual que Josh, que en ese momento me estaba persiguiendo.

Escuché como me suplicaba, como intentaba retractarse mientras perdía el aire que tenía en sus pulmones. Como cada vez su voz se hacía más pequeña y perdía las fuerzas en las oraciones.

Yo sólo corría sin parar, no me importaba el hecho de estar sudando frío, de estar absolutamente todo lastimado. Tampoco me importaba que Josh se deshaga en súplicas detrás.

¿Por qué carajo estaba corriendo?

Ni siquiera yo lo puedo saber con seguridad ahora que pasaron años, pero creo que una parte dentro mío sabía lo que iba a pasar. Sabía que todas las palabras y el beso se resumian en ese sentimiento. Sabía que iba a salir lastimado si de repente todo parecía ser en serio.

¿Acaso hubiéramos tenido el mismo final si yo no corría?

-¡Tyler, por favor!

Lo pensé todos estos años, de hecho esa idea corre por mi mente como una despiadada por las noches, en donde a veces un rostro que conozco muy bien hace estragos entre mis sueños.

Sentía el aire, la cara borrosa, el cabello desteñido, la idiotez de mi hermano, las estrellas, el universo, las mantas, todos los objetos ahora tenían colores, olores y todos anunciaban un gran peligro.

Tenía un terrible presentimiento.

Entonces corrí.

Después de lo que parecieron horas dejé de escuchar los pasos de Josh en mi espalda. Dejé de sentir su pesada respiración, dejé de apesumbrarme con sus oscuros ojos que necesitaban una explicación.

¿Yo amaba a Josh?

Paré en seco, estaba perdido. Un tumulto de grandes árboles cubiertos de nieve me estaban dando la bienvenida en medio de mi desesperación. Me tomé la cabeza de un modo brusco, buscando las respuestas en mi mente.

Yo no era especial, yo no era nadie. Me mentía a mi mismo, buscaba ser algo que no era. Todo eso fue así hasta que conocí a "Will".

Entonces, ¿Por qué Josh me amaba?

-¿¡Por qué!?- Exclame a la profundidad de la noche. Mi nariz estaba helada, de seguro roja como la sangre que corría rápido por todo mi cuerpo. Sentí que el pecho subía y bajaba a un ritmo frenético, algo que yo no podía parar.

Las lágrimas seguían bajando.

De alguna forma algo estaba mal conmigo.

-Tyler, ¿Estás bien?- Gerard se acercó a mi con un semblante mucho más que preocupado, con sus manos escondidas en el bolsillo de su chaqueta y pequeños copos de nieve adornando sus hombros. Yo tenía un termómetro en la axila, esperando a que el mercurio me indique cual era mi temperatura corporal.

Gerard entró quitándose la chaqueta enorme, para luego sentarse al lado mío en mi cama. Yo tenía un paño con agua fría en la frente que mi madre había colocado minutos atrás.

Tosi antes de responder.

-Podría edtar mucho mejod.- Mi voz sonaba nasal, totalmente congestionada. Sentía los oídos tapados por la flema, además de mi pecho y garganta. Estaba totalmente destruido.

-Te traje las carpetas que querías.- Gerard las sacó de su mochila y las colocó sobre mi escritorio. Luego se volvió a sentar dando vuelta el paño de mi frente. Yo quite el termómetro debajo de mi axila, él lo tomó- Dios mío, estás volando en fiebre. Ya pasaron como cinco días, ¿Cómo puede ser que no mejores?

Me había enfermado por correr hasta sudar como un enfermo en el bosque, además de aguantar la maldita nevada con una simple chaqueta. Había dejado las mantas tiradas junto con Josh.

Estornude en respuesta.

-Do se, da fui ad medico tred veced y lad tred veced me dijerob que tedgo que descadsar.- Estornude de nuevo, tomando un pañuelo de la tercera caja que abría en la semana para luego sonarme con fuerza.

-Todos los maestros preguntan por vos, ya estoy cansado de decir que estás engripado. A ver cuando mejoras.- Gerard me acarició el cabello y yo sonreí como pude, me sentía tan pero tan mal.

-Edpero que no tomen nidgun edamen.- Mi amigo negó divertido.

-Tranquilo, faltan unas semanas para los exámenes.- Mi amigo se froto las manos, tenía mucho frío por haber venido a verme debajo de la nevada.- Ah, Will vino a buscarte al colegio ayer.

-¿Qué?- Lo miré con un terror infinito, no se por qué tenía tanto miedo. Algo dentro mío se alteró al escuchar sus palabras. Gerard asintió normal, él no sabía nada.

-Dijo que está muy preocupado por vos, no fuiste al bosque ninguno de estos días. Le dije que estabas enfermo pero igual se veía bastante alterado. ¿No podía venir a verte y ya?

-Tuvo adgunos problemad cod Zack.- Asintió pensativo, mirando sus pies. Yo sólo me volví a limpiar la nariz, me estaba poniendo muy nervioso al saber que Josh me estaba buscando.

-Yo creo que deberías llamarlo a su casa, para decirle que estás bien.- Sacó del bolsillo de su pantalón un papel con un número escrito.- me lo dio ayer, para que lo llames. Sabe que no tenes su número de línea.

-Ed que...- Me quedé pensando con el trozo de papel en la mano. No Sabía que carajo hacer, no quería hablar con Josh. Pero también moría por hablarle, por decirle que necesitaba pensar todo antes de cometer algún error.- Do se.

-Vamos Ty, lo vi muy preocupado. ¿Pasó algo que yo no sepa?

No se por qué no había huido de Josh cuando me besó, cuando me decía todas esas cosas hermosas. No sabía por qué quería evitarlo si yo también sentía todas esas cosas para con él.

Estaba tan asustado que me comportaba como un maldito idiota.

-Ed muy ladgo de explicad...- Sentí que se caía el pañuelo mojado de mi frente así que lo acomode.- Do se que haced Gerad...

-Bueno, yo siempre creí que hay que hacer lo que dicta el corazón.- Me sonrió grande pero yo no sabía.

No sabía lo que dictaba mi corazón.

Si, yo amaba a Josh, pero había algo más allí.

Algo que no me dejaba ser feliz, justo como a él.

No me odien por esto. Le faltan como diez capitulos al fanfic para poder cerrar con lo que tengo planeado, y creo que lo voy a cortar demasiado porque no puedo seguir postergando lo impostergable ahre. Los ADORO. Si lees esto TE ADORO.