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Dejé el papel con el número de Josh junto a su carta con sobre negro y el papel que nunca contesté.

Quedó allí por días.

Me recuperé luego de aquello, pude ir a la escuela sin problemas antes de que empiece el receso de invierno. Josh no se había aparecido por mi casa, tampoco fui a bosque a buscarlo. Se notaba que quería evitarlo a toda costa ya que siempre iba a la casa de Gerard a la tarde, hasta entradas las horas nocturnas. Como si desde que me había dicho esas palabras yo sólo buscaba desaparecer.

Para colmo Zack ya ni me dirigía la palabra. Llegaba casi todas las noches borracho o ni siquiera pasaba por casa. Mamá se estaba comenzando a preocupar porque mi hermano nunca había sido tan irresponsable en su vida. Yo sabía que tenía que ver con Josh.

Lo escuchaba llorar a la madrugada susurrando cientos de "Will".

Pero Josh me amaba a mi.

Eso me hacía sentir aún peor, sabiendo que yo tenía lo que mi hermano más anhelaba pero huía de aquello, corría despavorido como si fuesen a deborarme. Sentía que Josh iba a servirme para la cena.

No supe de él hasta que llegó la Navidad.

Mi casa era un desastre, vendrían todos los familiares que estaba distribuidos por el país y mi madre estaba como una loca cocinando desde las siete de la mañana. La ayudé hasta el mediodía, cuando mi cuerpo ya no daba abasto y estaba cubierto con harina y otros tipos de comidas o salsas. Zack, por su parte, estaba desaparecido de nuevo. Así que eramos nosotros dos solos contra el mundo, hasta que el timbre sonó.

-Ty por favor abrí que en cualquier momento se me quema el pollo.- Mi mamá estaba más o menos arrodillada en el suelo, viendo con adoración su pollo relleno con ricota que le había gastado media mañana. Corrí a la entrada.

Era Josh.

-Hola Ty...-Susurró como para sí mismo, las palabras no salían de su boca sino que hacían eco dentro de su propia garganta. Tragué grueso.

Miré el suelo de la vergüenza que sentí, de nada servía evitarlo, no ir al bosque, no llamarlo, si de un segundo a otro podía aparecer en casa haciendome sentir un pequeño insecto que no valía nada.

-Hola...- Mi voz sonó muy fina por el miedo, pero quise mirarlo de reojo. Sus ojeras estaban más pronunciadas que nunca, su cabello estaba tan desteñido que parecía de un rosa pálido pastel, además de su naciente barba de unos tres días. Estaba totalmente abrigado con una gran chaqueta oscura.

-¿Podríamos hablar?- me preguntó y asenti, mirando el suelo.

-Pasa, anda a mi pieza. Le voy a avisar a mamá.- Escuché como subía los escalones uno por uno, como dudando, mientras yo iba a la cocina. Le dije a mamá que "Will" había tenido un problema y necesitaba ayudarlo. Ella sacó el pollo del horno y tomó su abrigo de algún lado, sin quitarse ni siquiera el delantal.

-Me olvide de comprar aceite, me voy al súper.- Me dio un beso en la mejilla y corrió a su auto. Yo sabía que el mercado iba a estar abarrotado de personas y podría estar horas allí sólo por un aceite, pero no quería ponerla más nerviosa de lo que ya estaba.

Me decidí a subir las escaleras lentamente y al hacerlo me encontré con Josh sentado sobre mi cama. Su abrigo estaba tirado sobre el asiento de la ventana y traía sólo una musculosa negra con un borde rojo debajo.

-¿No tenés frío?- Yo tenía la estufa prendida pero Josh estaba muy desabrigado. Negó lentamente y golpeó a su lado en la cama, me senté.

Suspiró tan fuerte que pensé que iba a romper sus fosas nasales.

-Perdón Ty, no tendría que haber dicho eso. Es muy fuerte para soltartelo así nada más.- Yo negué frenético con la cabeza.

-No quiero que me pidas perdón, no puedo pretender eso. Es... estúpido que yo haya corrido así y te haya evitado por casi veinte días. Sólo que... realmente no sé que decir.- Tomé mis manos y las junte mientras miraba mis zapatos.

Yo sabía perfectamente que decir.

Pero tenía miedo.

-Vos sabes lo que querés decir.- Susurró como si sus palabras hubiesen venido del viento. Corrí mi cabeza para mirarlo de frente.- Vos sabes Tyler.

-¿Por qué yo?- Él parpadeo un poco perdido por mi pregunta. Me despeiné mientras suspiraba muy fuerte. Frote mis ojos para luego verlo mejor.- ¿Por qué me amas a mi? Yo no tengo nada especial.

-Ty...

-Vos mismo lo dijiste, yo robo el aire, yo me miento a mi mismo, yo no soy nada de lo que crees. Simplemente soy como una sombra que no sabe a quién seguir. No tengo nada para que me mires con esos ojos.

-Tyler...

-No sé por qué me miras como si miraras al cielo, porque yo no soy el cielo.

-Para mi si.- Cortó mi argumento de repente, luego me miró tan fijo que podría haberme derretido en ese instante. Nuestros cuerpos estaban muy cerca uno al lado del otro.- ¿Sabes que es lo que vi en vos?

-Sinceramente no.

-Vos sí miras al cielo. Vos sí te preguntas las cosas, vos retratas tus sueños para tener respuestas. No sos alguien que se puede controlar, tenés tus guías para entender tus pesadillas, escribís para manejar el impulso de hacerte daño, dibujas para que nadie te diga como tenés que verte en la realidad. Decis palabras que son tan brillantes como las estrellas y tus ojos me dijeron desde el primer día en que te vi que buscabas algo. Vi miedo, vi emoción, vi ganas de tener millones de aventuras. Pero también vi terror. Yo sólo... Sólo quería llamar tu atención.

-Josh...- Me quedé atónito ante su confesión, sus palabras se quedaron marcadas como dagas dentro de mi corazón. Cosas como estas no se olvidan nunca más.

Había tanto silencio que podría jurar que mis pestañas hacían ruido. Nos quedamos mirando al frente por lo que parecieron horas. Luego suspiró otra vez.

-Yo no soy lo que pensas, tengo muchas cosas oscuras cargando sobre mi espalda. Tengo miedo de que corras de nuevo si las sabes, siento asco cuando me dicen Will, dolor cuando me sonríen sin siquiera saber quién soy. Sin siquiera ver que había antes debajo de estos músculos o este color de cabello. Tyler, vos sos un ángel y no mereces ver todas esas cosas espantosas que también me persiguen hace años.- Me tomó la mano con delicadeza, con una suavidad y dulzura que no podía compararse. Comenzó a acariciar.- No quería esto, no estaba en mis planes.

-¿No querías enamorarte de mi?- Vi por primera vez en mi vida algo que jamás pensé presenciar.

Sus ojos tenían un brillo particular, estaban ligeramente cubiertos por una capa aguada. Si, se estaban comenzando a llenar de lágrimas.

Negó lentamente con la cabeza.

-Nadie planea esto Josh, nadie.- Traté de calmarlo, frote mi mano contra su espalda mientras la otra estaba enlazada con la suya.

-¿Cómo pueden vivir las personas atadas a otras lo que les queda de su vida sabiendo que los propios errores las afectarían?- Josh soltó una lágrima, luego dos, luego un mar de arritmias en su pecho y un desastre de agua mojandolo todo. Lo abracé por sobre los hombros, el puso su cabeza en mi pecho escuchando los latidos de mi corazón.- Esto no es para mi Tyler, me voy a equivocar, tengo miedo de sentir así.

-Yo también Josh.- Le contesté con los ojos aguados. Él lloró en mi pecho hasta que ya no le quedaron lágrimas.








No se si se harán una idea de como termina esto.

• air catcher • [joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora