Capítulo 1: Adiós mamá, adios Sarang Radio.

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- Estamos teniendo una fría noche en Seúl, ideal para los enamorados este catorce de marzo. Esto es todo de su servidor V por hoy, espero que a diferencia de mi hayan recibido muchos chocolates este Día Blanco -Rió- Los dejo con la última canción de este segmento, Lust for Life, tengan unas buenas noches en compañía de The Weeknd y Lana del Rey. Nos escuchamos mañana a la misma ahora, aquí, con su Dj favorito V en "Sarang radio".

El chico de la voz gruesa que enamoraba a las mujeres (y hombres) de Corea que escuchaba la radio de cinco de la tarde a diez de la noche se quitó los audífonos y salió de la cabina, para encontrarse con su compañero de trabajo que manejaba los controles, Kim Namjoon, él era un poco extraño así que prefería no hablar mucho con él, bueno... Él no hablaba con nadie en Seúl.

- Buenas noches Namjoon, ya me voy. -Le gritó desde la puerta, con su mochila colgada de la espalda, listo para irse-

- Buenas noches V, cuídate en el camino. -Se despidió con la boca llena de ramen, sin mirarle-

Salió del edificio, hurgó en su bolsillo y sacó una paleta de fresa, la cual destapó y se entró a la boca antes de caminar hacia la estación de bus.

El nombre de V en realidad era Kim Taehyung, pero nadie lo sabía porque él prefería que fuera de esa manera, solo ser llamado V estaba bien y aparte, no era como que confiaba en muchas personas en Seúl -por no decir que en nadie-.

Taehyung tenía ya treinta años de edad, no se había casado, no tenía pareja pero él estaba satisfecho con la vida que tenía. Para comenzar, amaba su trabajo y también... Amaba su trabajo. Él no necesitaba más nada porque le apasionaba lo que hacía.

Había estudiado comunicación social y fue reportero de varios noticieros antes de conocer "Sarang Radio" que se convirtió en su hábito y su placer. Todo era porque aunque las personas le elogiaban con regularidad por lo bien que se expresaba en su trabajo como reportero, otros le decían -y si no le decían él mismo lo sabía, de todas formas- que era un desastre cuando tenía una cámara al frente. El pensar que otras personas le iban a mirar su horrible rostro le ponía tan nervioso que era incapaz de
Hablar correctamente. Y entonces supo que ser dj en una emisora era lo suyo.

- Oiga joven, su teléfono está sonando

Taehyung le agradeció con una inclinación de su cabeza y sacó el celular de su bolsillo para ver un nombre en él.

  "Él"

Frunció los labios y no le respondió. No quería hablarle, aparte, ese chico nunca le llamaba, ¿por qué le llamaba ahora?
Al analizar se arrepintió momentáneamente de no responderle, pues tal vez estaba sucediendo algo y por eso le llamaba. Pero de inmediato dejó de pensar en eso.

Puso la clave de su apartamento y entró, dejando sus zapatos en la entrada y su abrigo en el mueble. Se frotó las manos por el frío que hacía y decidió cenar un ramen caliente, así que puso el agua a hervir y tomó una botella de agua para beber mientras tanto.

Su vida en Seúl era solitaria, monótona, aburrida y vacía. Pero Taehyung la prefería mil veces que volver a Daegu, porque se sentía mejor donde nadie le reconociera, a decir verdad habían otras razones por las que no quería estar allí. Razones que ni él entendía. Puso los fideos del ramen, un huevo y el sazón, se sentó en el suelo a esperar que estuviera listo y puso música mientras tanto.

Daegu para Taehyung significaba atrasarse, no, había llegado demasiado lejos para ir hacia atrás. Su teléfono sonó nuevamente y miró que de nuevo era él. Descolgó meintras se servía.

- Dime. -Respondió de mala gana-

- Tienes que venir a Daegu.

- ¿Exactamente por qué?

I'll be watching you [hopev] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora