Capítulo 4: Sueños y bailes

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Jungkook ahora se desaparecía todos los sábados y llegaba de noche a dormir, ni siquiera comía la cena aunque Taehyung le llamaba. Taehyung no entendía el porqué le seguía esperando para cenar cuando sabía perfectamente que Jungkook no iba a hacerlo. Entonces el mayor tampoco cenaba los sábados porque se hacía muy tarde, la comida de enfriaba y sus ganas de comer desaparecían.

Tenía otros problemas de qué preocuparse también. Como del encontrar un trabajo, porque no podía depender del pequeño empleo de su hermano menor, también estaba el vecino. Sí, Hoseok. Por alguna razón estaba convirtiéndose en el sueño de Taehyung en todas sus noches.

Normalmente soñaba que caminaba por un cesped, el cesped era de un color verde limón, con un brillo provocado por los rayos del sol. También el sol daba muy fuerte, tanto que Taehyung tenía que cerrar los ojos para que no le molestara. Mientras caminaba el cesped le picaba en los tobillos y se dio cuenta de que llevaba un uniforme escolar. Veía un árbol de lejos, extendiéndose majestuosamente en medio de la grama y subiendo por los cielos, era un árbol magnífico.

Al acercarse, notó que un columpio hecho de soga y madera colgaba del árbol y alguien se balanceaba de él. Al acercarse notó que era Jungkook, pero un Jungkook de unos diez años, sus ojos estaban aguados, llenos de lágrimas y apunto de estallar. Cuando le iba a tocar el hombro alguien le haló del brazo, cuando volteó el cielo había cambiado de color a un oscuro color negro y comenzó una oscuridad y un frío a reinar en el lugar.

Una brisa fuerte azotó su cuerpo y cuando miró de donde venía, notó una silueta de ese hombre tan atractivo que conocía. Estaba parado con sus piernas un poco abiertas y estaba echado a un lado con su mano sobre la cadera. Llevaba una sudadera que cubría su rostro y luego otra brisa hizo que esta se quitara. El cabello negro del hombre fue echado a un lado por la fuerza del viento y luego volvió a su lgar, cayendo sobre su frente naturalmente.

El hombre le miraba desde arriba, cosa que no entendía, porque era más alto de estatura. Sus ojos brillaban, su nariz perfilada parecía esculpida con la mano con mucha dedicación y en sus labios una sonrisa socarrona le adornaba. Ese lunar sobre sus labios le hicieron antojar un beso.

Cuando se acercaba, el hombre juntaba sus narices y respiraba sobre su rostro.

"Taehyung, ¿por qué desconfías de mí?" "¿A qué le tienes miedo?"

Y acariciaba su rostro para luego lamer su mejilla, provocando un escalofrío en el del uniforme.

"No voy a dañarte mucho... Solo un poco"

"Solo un poco"

Y luego se levantaba, sudando y respirando agitado, perdido y confundido. No puede creer el por qué estuvo tan extasiado en ese momento.

Y ese sueño se repitió por cuatro días seguidos.

Cambiaban algunas cosas, por ejemplo, Jungkook parecía subir de edad pero siempre con ojos llorosos. Y en el último sueño, vio sangre salir de una herida en su brazo y bañar el cesped.

Necesitaba hacer algo para que ese sueño parara. Estaba realmente harto y asustado. Y para colmo, no entendía esos sueños.

Sin darse cuenta, terminó yendo a la habitación de Jungkook. Éste estaba semidesnudo y buscaba una camiseta para ponerse. Taehyung entró y se acercó a su armario, buscando una camiseta.

- Maldición, Taehyung. ¿No ves que estoy desnudo?

- Te lavé una camiseta muy bonita que puedes usar para ir a trabajar. La puse aquí -La buscó, ignorando su comentario molesto y luego sacó un polo negro con una imagen de un control de nintendo en él- Mira, es éste.

I'll be watching you [hopev] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora