Escucho sus gemidos, su respiración agitada, pero es lo único, no puedo sentir la temperatura de su aliento, Kai tiene la oportunidad de el experimentar el movimiento de su cuerpo, el podrá sentir sus caricias, sus labios -es mi culpa, el no poder tener toda esas sensaciones- no me quedo más que irme de nuevo a mi habitación.
Estaba harta de seguir entregándome a una persona que solo le importa sentirse satisfecho, quiero hacer el amor, no solo que me lo hagan. Entre a mi cuarto y miro la hora, es muy temprano -Kai, abre- golpeaba su ventana un tanto desesperada -si es cierto que el tiene sentimientos hacia mi, no habría problema si me entrego a el- sega golpeteando su ventana, poco a poco me desesperaba -hey,hey, que pasa?- respondía Kai abriéndola, sin pedirle permiso alguno entre a su habitación y me sentaba a un lado de él -estas solo verdad?- tenia la esperanza de que dijera que lo estaba y así fue -Kai en verdad me quieres?- pregunté tímidamente y con la mirada baja -desde que te conozco- Kai levantaba mi mirada para que lo viera a los ojos -y desde ese entonces te he deseado infinitamente, siempre me he imaginado como serán tus caricias, quisiera tener una vista privilegiada de tu cuerpo desnudo, tener la esquisites del sabor de tus labios, quiero ver la expresión de tu rostro, escuchar tu voz, quiero tantas cosas de ti- poco a poco se acercaba a mi, ponía una mano en mi espalda y con la otra acariciaba mi rostro. Sus palabras eran sinceras, su voz era tierna y su tono era suave -podrías besarme?- solo esperaba el momento en el cual el rozará de nuevo sus labios con los míos -pídeme cualquier cosa que desees, si me dices que sea un tonto; seré el mayor tonto, si me pides que sea poeta; recitare para ti todo lo que componga, si quieres que te de mi vida; no hará falta que lo digas dos veces- por segunda vez nos besábamos, este era beso tan diferente al primero -sus labios son tan cálidos- lentamente me dejaba llevar por su beso, recostada en la cama mi cuerpo comienza a temblar -No quiero obligarte a algo que tu no quieras, deseo que te entregues a mi por que tu quieres- decía estando encima de mi, mirándome tan pacíficamente que la única cosa que pude hacer fue quitarle su playera -jamas hubiera imaginado que tu pecho fuera tan blanco- comenzaba a besar mi cuello, sus manos poco a poco quitaban mi ropa, observaba cada parte de mi cuerpo -no te quedes quieta, desnudarme tu también [toma mi mano y la pega a su pecho] siente mis latidos, quiero ser tuyo en todas las maneras posibles, quiero satisfacerte-. Desesperadamente quito su pantalón al igual que él me desprende de la poca ropa que aun tenia puesta, siento el como se acelera mi corazón, un cosquilleo en mi estomago, aperas de todo sigo pensando en mi hermano; pienso en la libertad que con el no tengo, pienso en el cosquilleo en mi estomago que desde hace años no lo sentía -deseaba tanto este momento- decía Kai mientras recorría mis senos con pequeños besos, sus dedos se deslizaban por la curva de mi cintura, cierro los ojos para poder tener una mejor percepción de cada uno de sus movimientos, regresa a mis labios y cada beso me produce un extraño placer. Siento como su miembro entra en mi concierta dificultad, es un dolor delicioso, tanto que puedo llegar a imaginarme el sabor -agridulce- pensaba cada vez que Kai se movía, no comprendo como al ser tan rudo en cada moviento sea tan dulce, quería sentir su cuerpo mas cerca de mi, posaba mis manos sobre su espalda y encajaba mis dedos en ella como si quisiera perforarlo, aquí mis gemidos no se ahogan en un cruel silencio, jamas me imagine que el gemir mas placer llegará como una marejada -Más rápido Kai- apenas llegue a decirlo sin que el aire me faltará -espero no lastimarte- mencionaba con esa voz entrecortada pero con un tono de placer; la sensación del rebote de mis pechos, mis gemidos mezclados con los de Kai, sentía profundamente el roce de su piel con la mía, nuestros cuerpos sucumbían al orgasmo al mismo tiempo -solo espero que esto se repita algún día- mencionaba Kai dejándose caer gentilmente encima mio -solo será por hoy Kai, lo siento- ponía una mano sobre frente -si solo será por hoy- se quita de encima mio y se acuesta a un lado -en ese caso complacete- tomaba mano y me jalaba hacia él, lo besaba lentamente y poco a poco comenzaba a moverme, el tomaba mis caderas, me ahogaba en un mar de placer, estado en esa posición logro ver como es que mi hermano entra a mi habitación.
El ver los movimientos de ella, el como sus senos se mueven es algo que hubiera querido experimentar, pero al mismo tiempo me llena de rabia el saber que se esta entregando a Kai de esa manera, clavo mi mirada en ella provocando que me volteé a ver; por un momento se queda quieta sin apartar su mirada de la mía, pedía que no siguiera con esa danza, pero solo quito su pelo de su rostro y continuo con aquel atroz acto, pareciera que me esta incitando -sabes lo que haces- esas palabras salieron de Kai al mismo tiempo de que las pensé. Escuchaba sus gemidos, su respiración entre cortada -Te quiero Kai- ella pronunciaba esas palabras que se cortaban por los movimientos que estaba haciendo -oh Himemiko, no sabia que podías mover las cadera de esa manera- decía en completa excitación -y no sabes que mas puedo hacer- poco a poco Himemiko cerraba la ventana y me miraba a los ojos, sus labios se mueven pronunciando algo -Gomenne- fue lo que dijo en silencio ¿Por que se disculpa?. Me recostaba en su cama y cerraba los ojos escuchaba sus gemidos. Han pasado 10 minutos mas y no se que es peor; seguir ahí en su habitación escuchándolos o que ellos sigan teniendo sexo, no lo soporte mas y salí de la casa, quería despejar la mente y por casualidad di en un bar que apenas iniciaba.
-Bienvenido, que es lo que le gustaría tomar?- dijo una de las meseras con una sonrisa de oreja a oreja -si no es mucha molestia me gustaría una botella de Sake- dije un tanto nervioso -en un momento mas se la traigo- se retiraba había algo en ella que me era familiar. Han pasado tres horas y como 4 botellas de Sake, no puedo creer que con esto trate de borrar todo lo que vi y escuche -que puedo hacer?- solté al aire esperando que a mis oídos llegará la respuesta -como inicio dejar de tomar tanto, después debería de pensar si las cosas que hace esta bien y por ultimo sonreír- decía la mesera que me estuvo atendiendo -gracias- sonreí estúpidamente -no debe de agradecer, por cierto mi jefe me ha prohibido darle mas botellas de Sake- hace una reverencia -no te preocupes, podrias decirme cuanto es?- respondí -claro en un momento le traigo su cuenta- se retira, entiendo que el dueño debe de estar preocupado por que tal vez sea yo quien agote su reserva de Sake, pero en verdad no puedo olvidar aquellas voces ahogandose en placer -disculpe, esta usted bien?- decía la chica con una expresión en su rostro se veía adorable -si, estoy bien no te preocupes solo me perdí en mis pensamientos- respondí -por favor no haga eso cuando valla conduciendo- su voz parecía entrecortarse -esta bien te haré caso- sonreí para que ella se calmará -esta bien- secaba la lagrima que se le había escapado -lo siento, por favor no me vea llorar- se cubre el rostro -discúlpame por hacerte llorar, aquí tienes- le doy mi pañuelo -puedes conservarlo- sonreí -gracias Uruha-san- lo toma y seca sus lagrimas -aquí tiene su cuenta- la tomo -creo que vendré mas seguido- dejo mi tarjeta y se la regreso -en un momento regreso- pasaron solo 5 minutos y ella regreso -aquí tiene gracias por visitarnos y vuelva pronto- decía con una sonrisa y con el rostro mas tranquilo -claro que regresaré-
Espero que esta nueva historia sea de su agrado.
Dejen su comentario y estrellita si les gusto.
Gracias por tomarse el tiempo en leerlo.
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Sugar Pain
FanfictionCada noche es lo mismo, veo como cubre su espalda con su playera y sube su pantalón, escucho su caminar que se dirige hacia la salida de mi cuarto la cual es la entrada a la sala, no dice nada, no me da ni siquiera una mirada, no veo expresión algun...